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En privado, empresarios chilenos evidencian alerta máxima por clima económico argentino

miércoles, 22 de octubre de 2008

JOSÉ TRONCOSO Y VALENTINA ÁLVAREZ
Economía y Negocios, El Mercurio

"Estamos permanentemente en crisis", dice el socio de uno de los principales grupos chilenos. Y agrega: "Hay amenazas".

Los empresarios chilenos con inversiones en Argentina, en general, prefieren no hablar de la actual crisis que se desató tras el anuncio de la estatización del sistema previsional privado. "No es algo menor, hay amenazas de funcionarios del gobierno para frenar ciertas medidas de cada compañía", dice el socio de uno de los principales grupos económicos del país con presencia al otro lado de la cordillera.

"El sistema financiero está complicado, los bancos tienen poco capital", dice un banquero con inversiones en Argentina.

Pese a que varios de los consultados evidencian una alerta máxima por el actual escenario económico en Argentina (están presentes CCU, Cencosud, Falabella, CMPC, Arauco, Sigdo Koppers, Edelpa, entre varios otros grupos), hay una cuota de tranquilidad porque el consumo no ha caído. Hasta ahora, advierte una fuente.

Y como varias compañías ya han realizado fuertes inversiones, los consultados estiman que la llegada de flujos de capital en el corto plazo será mínima.

"Es que la demanda continúa; es ficticia, pero continúa", dice un alto ejecutivo chileno.

Para justificar esta situación, el ejecutivo dice que la estatización del sistema previsional privado va a significar el ingreso a las arcas fiscales trasandinas de, a lo menos, US$ 30 mil millones.

"Se va a empobrecer a los más pobres de Argentina. Con esto, el gobierno va a lograr pagar sus deudas, va a ganar dos años y el pueblo va a quedar empobrecido", dijo otro ejecutivo chileno.

Caída en la inversión
A diferencia de lo que ocurría en los años 90, Argentina dejó de ser el principal destino de las inversiones chilenas (el flujo de capitales llegó a sólo US$ 277 millones en el primer semestre). Ahora, las apuestas se concentran en Perú y Colombia.

Jorge Chang, de Euroamérica, advierte que las firmas chilenas pueden verse afectadas, pues "queda claro que el gobierno argentino puede tomar decisiones de la noche a la mañana y cambiar las regulaciones".

Ximena García, de Tanner, dice además que al aumentar el riesgo país argentino las condiciones de crédito, ya complicadas, pueden elevarse aún más.

Chilena Carozzi se asocia con el mayor grupo alimentario trasandino
BUENOS AIRES.– "Claro que estamos preocupados: esto es como para preocupar a cualquiera", manifestó ayer el empresario chileno Gonzalo Bofill Velarde, presidente del holding Carozzi, antes de hacer el anuncio oficial de su flamante alianza con Molinos del Río de la Plata, la mayor empresa de alimentos de Argentina.

Pero en realidad, Bofill se refería a la que fue la noticia del día en Buenos Aires: el anuncio presidencial de la estatización del sistema previsional privado. Según el empresario, la estrategia estatista del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner es "una mala noticia", pero no lo desanima a la hora hacer negocios en la Argentina.

"Hace 19 años que estamos trabajando en este mercado, tenemos que seguir adelante y evitar que las malas noticias generen desconfianza en los consumidores", aseguró.

Molinos Río de la Plata -una empresa del holding familiar trasandino Pérez Companc- y Carozzi han decidido invertir US$ 25 millones para competir en el rentable mercado trasandino de las galletitas y los chocolates. Ambas han capitalizado a la Compañía Alimenticia de los Andes, controlada por Carozzi en Argentina, con US$ 12,5 millones cada una.

Según Bofill, el acuerdo es "un matrimonio que tendrá buena suerte, porque compartimos los mismos valores y principios".

La intención de los socios es competir en el apetecible mercado de galletas y chocolates de Argentina, que mueve unos US$ 1.500 millones por año. Carozzi contará con el aporte de la robusta red de distribución de Molinos, una compañía que sólo en el primer semestre del año facturó US$ 1.200 millones.

"Estamos abiertos a nuevos negocios regionales en el futuro, pero ahora nuestro foco es Argentina", precisó Bofill ante un grupo de periodistas chilenos invitados especialmente para el anuncio.

Además de Compañía Alimenticia de los Andes, Carozzi también controla la cadena de cafeterías Bonafide, que suma 155 tiendas en Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay.

La intención de los flamantes socios es duplicar en el plazo de un año las ventas de Compañía Alimenticia de los Andes en Argentina, que en la actualidad no superan los 35 millones de dólares anuales con golosinas muy reconocidas en el mercado trasandino.



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