Hallazgo arqueológico retrasa nuevo edificio para ciencias en el puerto
miércoles, 27 de febrero de 2019
MAURICIO SILVA MUÑOZ
Nacional
El Mercurio
Premio Nacional Ramón Latorre alerta que si el Consejo de Monumentos no resuelve tema con rapidez, la constructora puede dejar sin efecto su contrato.
El sorpresivo hallazgo de restos óseos, presumiblemente del siglo XX, y la aparición prevista de las fundaciones de una comisaría incendiada en 2004, se están convirtiendo en un nuevo obstáculo para concretar el edificio del Centro Interdisciplinario de Neurociencias (CINV) de la U. de Valparaíso. El proyecto impulsado por el Premio Nacional de Ciencias Ramón Latorre partió en 2010 y tras nueve años de tramitaciones, recién el año pasado pudo traducirse en obras en terreno. Pero la constructora a cargo apenas alcanzó a limpiar el predio y a perforarlo para instalar pilares cuando la iniciativa sufrió una nueva paralización que -de acuerdo a lo que explica el director del CINV, Juan Carlos García- ya se prolonga por cinco meses. Ello, luego de que la remoción dejara al descubierto huesos de una persona adulta y de un menor. "Si no hay una definición pronta del rescate arqueológico por parte del Ministerio de Obras Públicas y el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), estos plazos se seguirán extendiendo. Esto puede implicar que la empresa solicite terminar el contrato, por los impactos económicos que le está provocando. Está dentro de sus atribuciones contractuales", dijo García. La inversión alcanza los $7.425 millones aportados por el gobierno regional de Valparaíso, la U. de Valparaíso y el propio Ministerio de Obras Públicas, y busca transformar las ruinas de lo que fuera la tercera Comisaría de Carabineros en un moderno recinto científico, que podría convertirse en el segundo centro Max Planck de Latinoamérica. El proyecto no solo busca tener un impacto científico, ya que se le estima clave para gatillar la reactivación del deteriorado Barrio Puerto. Enclavado en el sector fundacional, detrás de la iglesia de La Matriz, busca radicar allí 150 científicos de categoría internacional en un edificio que recuperará funcionalmente su fachada de balcones y un torreón. Tendrá laboratorios de avanzada tecnología, techo verde, museo y auditorio. En ese mismo sitio, en 1742 la Compañía de Jesús instaló una residencia que se presume cobijó antes de su destierro al abate Molina, cuyo nombre llevaría el nuevo edificio. En 1786 fue traspasado a los padres dominicos. En 1828, ya en la República, el convento fue sede temporal del Congreso Nacional y en 1851 fue destruido por un sismo. En el siglo XIX se erigió allí la sede de un batallón cívico y en el siglo XX funcionó la comisaría que se quemó hace 15 años y cuyos restos permitirían reconstruir el centro científico. La presunción apunta a que los huesos que afloraron fueron depositados inadvertidamente en el lugar luego del terremoto de 1906, junto a material de relleno. Podrían corresponder a víctimas del sismo. Ramón Latorre señaló que si la empresa desiste de su contrato, una nueva licitación retrasaría los trabajos al menos dos años y abriría incertidumbre. Ya en 2015 hubo un intento fallido por adjudicar las obras. "Si esto se cae es un desastre en el objetivo de recuperar el barrio Puerto. El edificio Subercaseaux fracasó, el Mercado Central está con parches y tablas alrededor. Si pones allí 130 investigadores se logra una linda unión entre el conocimiento y la cosa social. Ese es nuestro sueño", aseveró. La próxima semana, autoridades de la Universidad de Valparaíso se reunirán con el CMN para que en marzo resuelva el destino de las fundaciones y la perforación de 12 pozos de sondeo arqueológicos que se deben realizar. "No se toman decisiones políticas para recuperar una ciudad con personalidad, pero con una decadencia patética".
RAMÓN LATORRE
PREMIO NACIONAL DE CIENCIAS
"Hemos trabajado intensamente para sacar adelante el proyecto (...) Excavar 12 pozos permitirá desarrollar mejor los estudios y evitar hallazgos futuros que lo retrasen".
COMUNICADO DEL MOP
