Calidad universitaria

lunes, 25 de febrero de 2019
Miguel O'Ryan G. M.D.
Opinión
El Mercurio

Señor Director:

Carlos Williamson, colega académico y viejo amigo, nos presenta el viernes, como es ya habitual en sus reflexiones académicas, un lúcido análisis sobre la relevancia de la "calidad universitaria". Creo importante abordar algunos puntos para intentar consensuar aspectos que han sido o que podrían ser significativos a futuro.

Primero, destacar que la situación actual de las universidades, caracterizada por una marcada diversidad de calidades, nace de un sistema basado en el mercado, que careció de regulación alguna durante décadas; de fe pública, lamentablemente, había poco o nada. Somos muchos los académicos que clamamos, no sin angustia, por esta indiferencia en el pasado; afortunadamente, hoy la situación ha cambiado, con algunas décadas de retraso.

En este contexto, el rol que cumple la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) hoy, excesivamente rigurosa para algunos, dada en buena parte por esta situación de diversidad, es el de utilizar parámetros objetivos, con cierto consenso entre expertos consultados, para dar mayor claridad y transparencia sobre la calidad de las instituciones.

Es cierto que se evalúan variables propias de la universidad y no del "producto": el profesional egresado (aunque como bien señala Carlos, este no es el único producto relevante de las universidades en el mundo). Entendiendo que las variables a evaluar serán siempre perfectibles, creo importante apuntar a los estándares objetivos más rigurosos, para dar mayor credibilidad a la población y así subsanar las deficiencias severas a la fe pública en esta materia.

El tema del financiamiento incorpora otras aristas, agregándose a la necesaria calidad académica el rol diferencial de las universidades públicas, otro tema relegado por décadas en el "modelo chileno", que hoy se debate con intensidad.

Miguel O'Ryan G. M.D.
Profesor titular Facultad de Medicina Universidad de Chile