"Este territorio es un gran sitio arqueológico"
domingo, 24 de febrero de 2019
Carolina Abell Soffia Desde Puerto Williams
Patrimonio
El Mercurio
Junto a la comunidad indígena yagán, Serrano quiere recuperar objetos fueguinos que recolectó el antropólogo Martin Gusinde. En abril, el museo exhibirá algunas piezas recién recibidas en donación y otras adquiridas. "Aquí, los objetos reviven y se valoran mucho más que guardados en depósitos".
Tiene 44 años, casi 811 metros cuadrados, y es el más austral de Chile. Pese a estar emplazado en un territorio insular, en pleno centro de Puerto Williams, a orillas del canal Beagle, el Museo Antropológico Martin Gusinde (MAMG) recibe ocho mil visitas anuales. Lo que es mucho, considerando que a la isla Navarino solo se llega por aire o por mar. De los habitantes de Puerto Williams, el director del museo, Alberto Serrano, asegura que 180 son descendientes del pueblo yagán. Del resto, la mayoría corresponde a puertowillemses (nacidos o avecindados hace tiempo en el lugar) y funcionarios de servicios públicos, de la Armada de Chile y Carabineros. La reinauguración del MAMG, realizada en 2008, sumado al guion que relata los orígenes y la historia del puertowillemse, ha acercado al público y los turistas a las 152 piezas etnográficas e históricas que se exhiben. También permitió resguardar otros 350 objetos fueguinos y más de 30 mil piezas arqueológicas (aunque solo 300 pueden ser expuestas). En 2012 -cuenta Serrano- "proseguimos con la puesta en valor de la Casa Stirling, replanteamos el orden interno e iniciamos el registro de las colecciones y depósitos. Y, lo más importante, potenciamos la documentación del patrimonio local con la ayuda de la comunidad yagán". Además, Serrano impulsa la investigación y el cuidado del patrimonio que aparece continuamente en estos estratégicos territorios ultraaustrales de laberínticos canales, fiordos, islotes y archipiélagos, que también fueron transitados desde hace más de 6.500 años, aproximadamente. Desde 1975, el nombre del recinto recuerda al etnólogo y antropólogo alemán Martin Gusinde (1886-1956), quien siendo sacerdote de la Congregación del Verbo Divino -estuvo radicado en Chile entre 1912 y 1956-, planificó una serie de expediciones para convivir con tres pueblos originarios: yagán, selk'nam y kawésqar. "Con mi penosa y callada investigación llegué a descubrir un nuevo horizonte para la historia de la cultura: el inmenso valor espiritual de los fueguinos hasta ahora tan injuriados como poco conocidos", escribió Gusinde en uno de sus libros. Mirada contemporánea -Se trata del museo más austral del país, dependiente del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural. ¿Se logra hacer soberanía cultural? "En buena medida, pero no es lo que prima en el día a día. Protegemos el patrimonio del archipiélago, es decir, de Tierra del Fuego y Cabo de Hornos, que primordialmente pertenece a los pueblos originarios y, en rigor, a la humanidad. En ese contexto, potenciamos nuestras colecciones y producimos conocimientos de carácter científico que, de manera simple, entregamos a los visitantes locales y afuerinos". - ¿Cómo concreta las políticas integradoras de la Subdirección de Museos? "Implementando una mirada inclusiva y contemporánea, que incorpora a las comunidades en el trabajo y en la construcción museográfica. Carece de sentido concebir el museo como un gran espacio inmaculado que cuida objetos solo accesibles a especialistas y científicos. En cambio, en el contexto externo, nuestra labor opera entre la oferta turística y la difusión del patrimonio local. Y, en el núcleo interno, trabajamos con la comunidad indígena yagán que también quiere resguardar su historia. Eso nos lleva, además, a colaborar con Ushuaia". -En esta lejanía geográfica, ¿qué echa de menos? "Más apoyo de las autoridades e instancias administrativas locales y regionales, porque hay incomprensión respecto de nuestro trabajo". -Cristina Calderón (90) es la única sobreviviente con padre y madre yaganes. ¿Afecta eso a la actual cultura indígena? "Es la yagana mayor y la única que habla con fluidez su lengua. Es la principal conexión con una cultura ancestral que, siendo canoera y milenaria, ya no existe de manera primigenia. Sus hijos son yaganes, como los descendientes de las pocas familias que sobrevivieron a la masacre. Ellos integran la memoria del archipiélago, son los mayores conocedores del territorio y lo dotan de identidad. Chile es una sociedad totalmente mestizada. No hay grupos puros. Existe una cultura yagán que ha sufrido cambios en el tiempo". -Los chilenos al norte de Tierra del Fuego, ¿valoran a los fueguinos, en especial, la cultura yagán? "Es un tema casi totalmente desconocido. La mayoría ignora por completo el territorio y su historia. A nivel central, se sabe muy poco de ellos". "Hay que empezar por casa" Alberto Serrano (40) es sociólogo y lleva casi dos décadas en Puerto Williams. Ha publicado, entre otros textos, "Memorias recientes de la región del Cabo de Hornos" (Fondart 2015) y dirigió "Tánana, estar listo para zarpar", un documental sobre el yagán Martín González Calderón. Hoy espera que "podamos tener de regreso" algunos objetos que atesoran museos chilenos en lugares como La Serena y Punta Arenas, y también colecciones museográficas de Alemania, Italia y Austria, entre otros. -En los nueve años en que ha dirigido el museo, ¿se ha enriquecido el patrimonio fueguino del MAMG? "Sí. Hemos mejorado la gestión del impresionante patrimonio existente. Todo el territorio es un gran sitio arqueológico que, además, genera conflictos por causa del peligro de destrucción. Desde 2014 analizamos las colecciones con nuestra arqueóloga Karina Rodríguez y con Flavia Morello, directora del Instituto de la Patagonia, y colaboramos en proyectos de investigación arqueológica. -El material etnográfico que Gusinde reunió durante sus cuatro expediciones está hoy en el Museo Nacional de Historia Natural (MNHN). ¿Debe seguir ahí? "Gusinde realizó una gran recolección de objetos, los que fueron trasladados a diferentes lugares del mundo asociados con su Congregación del Verbo Divino, pero la gran mayoría quedó en Chile. Al crearse el MAMG, entregaron algunos y luego nos dieron siete, debido a la reinauguración. En 2010, al iniciar mi gestión, planteé al director del MNHN que nos cedieran otras más, porque allí están fuera de su territorio de origen y nuestra colección es pequeña. El terremoto del 27-F frenó todo, y hoy el MNHN exhibe nueve de 151 objetos fueguinos. -¿Han insistido? "Al cumplirse 100 años de la llegada de Gusinde a Chile, pedimos que, al menos, nos presten temporalmente una parte importante de esa colección, porque también es un requerimiento de la comunidad indígena; no tiene cómo acceder a ellos. Es de enorme interés conocerlos y difundirlos. Aquí reviven y se valoran mucho más que guardados, por décadas, en depósitos". -¿La cesión o préstamo depende del MNHN? "También depende del Servicio del Patrimonio. Ayuda que la solicitud sea coherente con el trabajo promovido por la ministra Consuelo Valdés, con respecto al patrimonio de Isla de Pascua". -¿Piensa que el Gobierno podría solicitar la devolución de objetos fueguinos a otros países? "Primero hay que empezar por casa, pero el país debe generar los medios para solicitar las piezas que las diferentes comunidades valoran y necesitan recuperar en Chile y en el extranjero. Confiamos que, en esa misma línea, en el museo podamos exhibir una buena parte de la colección Gusinde, en especial las piezas vinculadas a los pueblos yagán y selk'nam. Arco y arpones -Entiendo que les donaron dos arcos fueguinos recopilados por Gusinde que pertenecían al exmuseo del Liceo Alemán de Santiago. "Tenían una notable colección de objetos reunidos por Gusinde. Andrés Gálmez, exalumno del Verbo Divino, visitó el museo en 2016 y comprendió el valor que tenía donarlos, porque no teníamos arcos fueguinos completos y hechos a la usanza originaria. Son sumamente valiosos para la cultura fueguina y su data aproximada es 1920. Eso explica que los directivos del Colegio del Verbo Divino de Chicureo los donaran. -En 2018 compraron a Francisco Salinas algunos elementos etnográficos que exhibirán en abril, ¿en qué consiste ese conjunto fueguino? "Es una sucinta colección de objetos etnográficos fueguinos. Son muy escasos, difíciles de encontrar, y valiosos para nuestra colección, ya que aportan conocimientos concretos generalmente disponibles en libros. Adquirimos tres arpones, probablemente de mediados del siglo XX, con cabezales de hueso y sin hastil. Entre ellos, interesa mucho una punta de arpón monodentada con tira de sujeción de cuero. También se incluyen dos arpones (bidentado y multidentado) de hueso de cetáceo; dos sogas de tendón de guanaco, que no teníamos, y tres pesos de pesca". -¿Qué más le falta al MAMG? "Seguir incrementando la colección etnográfica, porque esos objetos son los más desperdigados por el mundo. También necesitamos ajustar la mirada del guion museológico, la museografía y ampliar el depósito de colecciones casi copado por el vertiginoso crecimiento arqueológico". -¿Combaten el tráfico de piezas? "Hacemos campañas constantes que explican su situación legal y enseñan su valor patrimonial. Afortunadamente, la población local cuida esos lugares arqueológicos". -La instalación de salmoneras, ¿de qué manera afecta al patrimonio costero (conchales) de isla Navarino y otros territorios que habitaron los fueguinos? "Sus consecuencias son tan nefastas para el patrimonio natural y cultural, que no se entiende su instalación. Si queremos conservar el territorio, considerando la Reserva de la Biósfera Cabo de Hornos y crear nuevos parques nacionales y marinos, es inobjetable su enorme daño. Instaladas en áreas de materias primas y rutas de navegación tradicional, afectan la principal fuente laboral yagana, ponen en peligro los recursos marinos y amenazan el resguardo del patrimonio arqueológico en las costas del archipiélago".
