E l chocolate tiene su origen en México, donde según cuenta la leyenda el dios Quetzalcóatl regaló el árbol del cacao a los hombres. Fue en el siglo XVI que Hernán Cortés lo introdujo como bebida en la corte española, al modo como la preparaban los aztecas, con granos de cacao molido, agua, vino y ajíes. Pero los españoles no tardaron en adaptarla a sus gustos y comenzaron a tomarla caliente y endulzada con azúcar. Más tarde, en la década de 1690, los ingleses adoptaron la costumbre de agregarle leche. La nueva receta surgió después de un viaje de sir Hans Sloane (médico y botánico irlandés) a Jamaica, quien encontró que el chocolate con agua era demasiado amargo para él y solicitó beberlo batido con leche caliente. Fue también en el siglo XVII, a raíz del matrimonio de Luis XIII con Ana de Austria, muy entusiasta del chocolate, que la costumbre de tomarlo arribó a Francia. Era una bebida de lujo, a la que solo las clases altas y adineradas tenían acceso. En el ámbito privado se servía al desayuno o en la noche antes de irse a dormir, y en el público, en las llamadas chocolaterías y cafeterías, durante todo el día. A medida que la moda tomó fuerza surgió una serie de artículos especiales para prepararlo y servirlo. Entre estas últimas están las tazas, más altas y grandes que las de té o café, de alrededor de 8 cm de diámetro por 7 cm de alto y con platillo de 12 cm de diámetro. Los primeros modelos eran semejantes a los vasos usados por los aztecas, con bordes anchos y sin asas, que resultaron bien mientras la bebida se tomó a temperatura ambiente. Para la década de 1760, cuando el chocolate ya se servía caliente, la mayoría de estas tazas contaban con asa, incluso había piezas que llevaban dos. Se hicieron en cerámica y porcelana y sus diseños podían ser cilíndricos, con lados rectos o en forma de U abierto hacia los bordes. También fueron comunes las hexagonales y las con tapa para ayudar a mantener la bebida caliente. Durante el siglo XIX, Limoges y Dresden hicieron magníficos conjuntos de tazas para chocolate, hoy de colección.