Dólar Obs: $ 953,75 | -0,27% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.227,29
IPC: 0,40%


La UC y el Presidente Frei Montalva

domingo, 10 de febrero de 2019


Reportajes
El Mercurio




En el intenso debate jurídico y médico que ha seguido a la dictación de la sentencia en primera instancia por el ministro en visita, juez Alejandro Madrid, en la causa por homicidio del expresidente Eduardo Frei Montalva, se han hecho reiteradas alusiones de manera imprecisa y equívoca al papel desempeñado por la Universidad Católica, sus académicos y profesionales en los hechos que cubre esa investigación judicial. Una relación cronológica de las acciones de la Universidad y sus docentes, en este caso, puede contribuir a clarificar esta realidad.

En primer término, el Presidente Frei Montalva fue un muy destacado exalumno de Derecho y Profesor de nuestra Universidad, reconocido con el Grado Doctor Scientiae et Honoris Causa por la UC y desde el año pasado -producto de una iniciativa conjunta de los estudiantes de Derecho, su Decano y la Rectoría- lleva su nombre un importante auditorio de la Casa Central. Junto con el aprecio y admiración que le tenemos, comprendemos y solidarizamos con la angustia y dolor de la familia para que se puedan esclarecer a la brevedad las circunstancias de su fallecimiento.

Al respecto, luego de más de dieciséis años de investigación, el juez Madrid responsabilizó de su muerte a seis personas, incluyendo a dos profesores del Departamento de Anatomía Patológica de la Facultad de Medicina UC, en calidad de encubridores. Ellos son los doctores Helmar Rosenberg y Sergio González, este último un destacado Profesor Titular activo, quien ha solicitado un permiso sin goce de sueldo y la suspensión indefinida de todas sus actividades docentes y asistenciales, para poder defenderse de una acusación que se considera injusta. Debido a su declaración de completa inocencia, la que compartimos, esta solicitud ha sido acogida por nuestra universidad.

El siguiente es un resumen cronológico de los hechos.

Ningún médico de la Universidad Católica operó al exmandatario

1.- El Presidente Eduardo Frei falleció el 22 de enero de 1982 en la Clínica Santa María, después de una intervención quirúrgica previa para reparar una hernia hiatal y varias reintervenciones posteriores debidas a complicaciones infecciosas. En todo este proceso, como es sabido, no participó ningún médico o profesional relacionado con la Universidad Católica.

2.- Después de su muerte, el Dr. Roberto Barahona, Profesor de Anatomía Patológica de nuestra Universidad, y amigo personal del Presidente Frei, recibió un llamado telefónico de los médicos del entorno cercano al expresidente, solicitando que se hiciera un embalsamamiento del cuerpo. Por lo que se conoce, ese llamado lo habría hecho específicamente el Dr. Juan Luis González, hoy fallecido.

3.- El Dr. Roberto Barahona determinó que se dirigieran a la Clínica Santa María el Dr. Helmar Rosenberg, académico del Departamento de Anatomía Patológica, y el Dr. Sergio González, quien a la fecha había terminado recién su Programa de Especialización de Beca en Anatomía Patológica. Ellos proceden a practicar, con la ayuda de un auxiliar del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital UC, un embalsamamiento que incluyó la inyección de formalina y la extracción de las vísceras abdominales que se encontraban en descomposición avanzada, lo que era necesario para la preservación del cadáver, dadas las condiciones en que se hallaba. Según lo describen, al llegar a la Clínica Santa María los Dres. Rosenberg y González fueron recibidos por los médicos tratantes del entorno del expresidente Frei y se encontraron con sus familiares. A diferencia de los estándares actuales, en esa época no se solicitaba de rutina un consentimiento escrito de los familiares para realizar estos procedimientos.

4.- El Dr. Rosenberg había recibido el especial encargo del Dr. Barahona -entendemos que por interés personal- de tomar muestras de tejidos para establecer si una antigua tuberculosis que el Presidente Frei había padecido se había reactivado y si potencialmente había jugado algún rol en el cuadro final del Presidente. El procedimiento se llevó a cabo en la pieza del paciente, dado que las circunstancias del entorno -una clínica colmada de personas y conmocionada por el fallecimiento del Presidente Frei- hacían aconsejable no trasladar el cadáver. Durante el procedimiento, un médico amigo del Presidente Frei ingresó a la habitación para tomar su impresión facial y hacer una máscara mortuoria.

5.- Los patólogos analizaron el estado de las vísceras extraídas, mediante lo que se denomina examen macroscópico, tomaron fotografías de las muestras y esos hallazgos fueron posteriormente vertidos en un documento manuscrito. Además tomaron muestras para ser procesadas con microscopía corriente y electrónica en Anatomía Patológica de la UC.

6.- Posteriormente, el Dr. Rosenberg realizó un informe manuscrito que incluyó los hallazgos tanto de la apreciación macroscópica de los órganos como el análisis microscópico (histológico). Este informe fue mantenido en su poder y sin identificación a modo de resguardo, dada su gran relevancia. Alrededor de diez años después fue transcrito a un formato electrónico en un libro y a un formulario de autopsia, no existiendo otra forma material de incorporarlo a los registros del Servicio de Anatomía Patológica.

7.- En el mes de abril de 1982 el Dr. Helmar Rosenberg sostuvo, en dependencias del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Clínico UC, una reunión para reportar los resultados del estudio anátomo-patológico del expresidente Frei. A esta reunión, con certeza, asistieron el Dr. Patricio Rojas (cercano a la familia Frei), el Dr. Patricio Silva (cirujano que reintervino al Presidente Frei), y un tercer médico del que no se recuerda su identificación. En esta reunión -que se prolongó por dos horas- se presentaron los hallazgos de tipo anátomo-patológico, incluyendo las diapositivas de las que se disponía. No hay certeza de si esa información fue luego transmitida a la familia Frei por estos profesionales, como es lo habitual, y lo que fue supuesto por los académicos de la UC.

La entrega de los antecedentes médicos

8.- En el mes de octubre del año 2000 (18 años después de la muerte del Presidente Frei), la jefatura de prensa de la Universidad recibió una solicitud periodística para conocer el informe anátomo-patológico practicado al Presidente Frei. Esto, posterior al discurso del 11 de octubre de ese año de la Sra. senadora Carmen Frei en el Senado, en que planteó que en la muerte del expresidente hubo intervención de terceros y solicitó públicamente que quienes tuvieran antecedentes se los hicieran llegar. El Dr. Sergio González, entonces jefe del Depto. de Anatomía Patológica, consultó acerca de esta petición al director del Hospital, Dr. Luis Castillo -actual subsecretario de Salud-, quien respondió que esa información solo podía ser entregada a requerimiento expreso de la familia del Presidente Frei o de los Tribunales de Justicia. En este sentido, el Dr. Castillo cumplió cabalmente con su deber, quedando siempre disponible a entregar esta información de manera oficial y formal, durante el tiempo que ejerció su cargo en nuestra Red de Salud UC.

9.- En los primeros días de octubre del año 2002, la senadora Carmen Frei y su marido, don Eugenio Ortega, solicitaron formalmente al Hospital Clínico de la Universidad Católica el informe anátomo-patológico del Presidente Eduardo Frei Montalva, el que fue entregado a la senadora por el Dr. Ignacio Duarte, jefe del Departamento de Anatomía Patológica el 16 de octubre de ese año.

10.- Con motivo de unas equívocas declaraciones del académico de Pediatría UC y experto en toxicología, Dr. Enrique Paris, en el sentido de que en la universidad habría otros antecedentes de este caso -las que fueron prontamente corregidas y aclaradas por el propio Dr. Paris-, fui citado al respecto como Decano de la Facultad de Medicina, en enero del año 2010 por el juez Madrid. En la ocasión, hice presente que entre los años 2002 y 2003, se habían entregado todos los antecedentes de que disponía la Facultad de Medicina UC. Posterior a esa fecha, ha quedado claro en el proceso judicial que la Universidad no posee mayor información y que la disponibilidad a colaborar ha sido y seguirá siendo permanente.

Fallidas gestiones de la Universidad con la familia Frei

Con el objeto de establecer un contacto directo con la familia Frei, y gracias a una gestión del Dr. Jorge Jiménez, profesor de la Facultad de Medicina UC, en el mes de enero de 2010 me reuní personalmente con el Sr. Eugenio Ortega para explicarle nuestra posición y completa voluntad de colaborar. En esta reunión declinó participar su esposa, la senadora Carmen Frei. Es más, desde que asumí el cargo de Decano (junio de 2008 a marzo 2010), y luego el de Rector UC (marzo de 2010 a la fecha) -y con el objeto de establecer una comunicación fluida con la familia-, personalmente le he ofrecido al menos en dos oportunidades al Presidente Frei Ruiz-Tagle conversar sobre este tema para expresarle la voluntad de la UC de seguir colaborando en el caso, lo que no ha sido aceptado. Además, posteriormente al menos en tres oportunidades, médicos cercanos a la DC se han ofrecido a mediar para que esta reunión se realice, teniendo la plena disposición de mi parte, sin encontrar la aceptación ni del Presidente Frei Ruiz-Tagle ni tampoco de la familia Frei.

Nuestra voluntad de seguir colaborando

En todos estos años y con todos los antecedentes a analizar, se entiende lo complejo que ha sido investigar este caso. Las más de 800 páginas del fallo que se ha conocido así lo demuestran. El camino futuro de la justicia está claro, hay instancias de apelación y de análisis por las Cortes superiores, como lo indica el debido proceso. Sin embargo, lo que no es correcto, y por lo tanto no puedo aceptar como Rector de la UC, es que se siga repitiendo el concepto de que la Universidad Católica no ha colaborado con el proceso. He descrito en detalle cuál ha sido nuestra participación en este caso, la entrega de la información y también lo que se pudo haber realizado de manera más expedita, en especial en relación con la comunicación con la familia. Sin embargo, es evidente que la UC ha colaborado, no podría ser de otra forma, y por supuesto lo seguirá haciendo en el futuro con lo que se requiera para que se esclarezcan los hechos. También es claro que confiamos en la completa inocencia de nuestros médicos y profesores de Medicina, quienes fueron llamados a colaborar por el equipo de médicos tratantes, todos ellos de confianza de la familia Frei. Ahora, la Corte de Apelaciones deberá analizar el caso y nosotros, desde la UC, seguiremos siempre disponibles a colaborar para que se conozca la plena y completa verdad.

Confiamos en la completa inocencia de nuestros médicos y profesores de Medicina, quienes fueron llamados a colaborar por el equipo de médicos tratantes, todos ellos de confianza de la familia Frei.

Se han hecho reiteradas alusiones de manera imprecisa y equívoca sobre el papel desempeñado por la Universidad Católica, sus académicos y profesionales en los hechos que cubre esa investigación judicial. Una relación cronológica de las acciones de la Universidad y sus docentes, en este caso, puede contribuir a clarificar esta realidad.

El Dr. Castillo cumplió cabalmente con su deber, quedando siempre disponible a entregar esta información de manera oficial y formal, durante el tiempo que ejerció su cargo en nuestra Red de Salud UC.

Personalmente, le he ofrecido al menos en dos oportunidades al Presidente Frei Ruiz-Tagle conversar sobre este tema para expresarle la voluntad de la UC de seguir colaborando en el caso, lo que no ha sido aceptado.

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia