Dólar Obs: $ 978,07 | 1,29% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.192,63
IPC: 0,40%
"Diálogos democráticos":

El libro en el que Braulio Jatar repasa los secretos de su cautiverio

domingo, 10 de febrero de 2019

Matías Bakit
Reportajes
El Mercurio

En más de cien páginas de conversación con el senador Francisco Chahuán, el chileno-venezolano, actualmente con arresto domiciliario en Isla Margarita, revela los secretos de su detención, las precarias condiciones de su cautiverio y agradece las gestiones del gobierno de Michelle Bachelet.



"Antes de salir de mi casa, me despedí de mi esposa y le di un beso a mi hijo de 10 años y lancé un tuit en el cual anunciaba que revelaríamos toda la verdad de lo acontecido en Villa Rosa la noche anterior. Desde mi casa a señal 94.9 FM no son más de 10 minutos. A la mitad del trayecto me intercepta una camioneta Toyota Hilux blanca, sin placas, calculo que eran las 8 y 50 de la mañana. Unos brazos con un suéter negro con letras blancas impresas a lo largo de la tela permitían leer la palabra SEBIN".

Los funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia le dijeron, en ese momento a Braulio Jatar que pronto volvería a su casa. Era un 3 de septiembre de 2016. Pero tardó nueve meses. Y hasta el día de hoy, no vuelve a trabajar.

Es el relato que el abogado y periodista chileno-venezolano hace del día en que lo detuvieron, en Isla Margarita, luego de que, según él cuenta, informara en su sitio web "Reporte Confidencial", sobre manifestaciones en contra de Nicolás Maduro que habían acaecido el día anterior.

Un relato que, en un mes más, será público para Chile, cuando sea publicado en el libro "Conversaciones democráticas", escrito en conjunto con el senador RN Francisco Chahuán.

"He sido activo en su caso, que es icónico y muy importante, primero, porque es chileno, y segundo, porque grafica muy bien los abusos a la libertad de expresión que hay en Venezuela", cuenta el congresista, quien, tras contacto casi diario con el afectado -hoy en arresto domiciliario- y su familia, lo convenció de escribir un libro, formato entrevista, con todas sus vivencias y su análisis de la situación de Venezuela, que tomó forma en cinco meses, tras varios intercambios de correo electrónico y conversaciones telefónicas.

En el libro -que tiene prólogos de Juan Guaidó, Luis Almagro, María Corina Machado, Antonio Ledezma, José Miguel Vivanco y Carlos Alberto Montaner, entre otros, Jatar relata los detalles más sórdidos de su cautiverio.

"Primero estuve en un calabozo en el SEBIN de Margarita, luego fui aerotransportado a la cárcel 26 de Julio, en el centro de Venezuela. Me raparon el pelo, me desnudaron, me pusieron un uniforme ensangrentado por otro presidiario y me arrojaron en solitario en una celda de castigo. El olor era imposible, imaginen una mazmorra putrefacta de la época de la edad media. Ratas, ratones, orines, excremento y diversos insectos deambulaban por pisos y paredes. Me tapé mis fosas nasales con una franelilla blanca que usaba como guardacamisa y me calcé los lentes para mi incipiente miopía. Con una impedía oler lo que me haría vomitar, con los anteojos el que alguna alimaña me entrara y me infectara la vista. Sabía o intuía que si se me contaminaba lo perdería. No confiaba en la asistencia médica".

El escritor también pone énfasis en el apoyo del Gobierno chileno para su liberación y desestima las críticas a la expresidenta Bachelet. "Muchos me han dicho de distintas formas que la expresidenta no hizo nada por mi causa. Eso no es verdad. Es insólito pensar que la postura recia y firme del canciller Heraldo Muñoz en defensa de mis derechos, no tenía el respaldo de la presidenta", dice. Sus críticas apuntan a otro lado: "Es un hecho que la presidenta y el canciller Muñoz dependieron de los reportes de su embajador. Un hombre de la confianza de ella, pero un operador político que trabajaba a favor de su propia agenda. Pedro Felipe Ramírez, exembajador de Chile en Venezuela, era una pieza del Chavismo en Caracas".

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia