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Directorios: digitales y diversos

viernes, 08 de febrero de 2019

Economía y Negocios Online


Claudio Pizarro Investigador del Centro de Estudios del Retail (CERET) de Ingeniería Industrial, Universidad de Chile Managing Partner de CIS Consultores

La irrupción de tecnologías digitales -cloud, mobile, analytics, social, Internet de las Cosas- determina cambios sostenidos, profundos y acelerados afectando incluso los modelos de negocios y de gestión en muchas industrias. Se trata, por lo tanto, de cambios en la creación, entrega y la captura del valor.

Los cambios los vemos en agricultura, minería, salud, educación, banca, retail, manufactura y consumo masivo, entre otras. Estos modifican la experiencia de los clientes y nos permiten dar saltos de productividad. De esta manera, las industrias cambian, pero también lo hacen las empresas, las soluciones, las personas y, por cierto, el proceso de toma de decisiones. Sin cambios al interior de las organizaciones, no hay forma de adaptarse a las nuevas exigencias de los clientes y a los movimientos de la competencia.

Ahora, los cambios son exponenciales (10x), dejando atrás la lógica lineal. Esto plantea desafíos a la Dirección Superior (Directorio), ya que debe desechar análisis lineal y adoptar nuevos modelos de crecimiento exponencial. Para estos efectos, se requieren otras competencias y habilidades que no necesariamente están al interior de los Directorios.

En este marco, las organizaciones enfrentan un escenario de creciente complejidad, el que se profundiza con la velocidad que experimenta el cambio. Los clientes son cada vez más digitales y las empresas no son capaces de adaptarse a la misma velocidad y profundidad. Interesante resulta ver cómo Walmart se interesa por una nueva y pequeña empresa digital
-Cornershop-, por la cual está dispuesta a pagar sobre USD 100 millones.

Para enfrentar este contexto de creciente complejidad nos preguntamos qué se necesita, en qué dirección nos movemos, qué recursos utilizamos y cómo lo hacemos. De esta manera, los Directorios están exigidos a revisar sus procesos de toma de decisiones siendo los responsables de propiciar y aprobar la estrategia digital, ya que la estrategia de negocio ES con tecnologías digitales.

Basta revisar la tasa de crecimiento del comercio electrónico, donde observamos que más del 50% de las compras de la Navidad pasada se realizaron a través de una plataforma digital, mientras que las visitas a los centros comerciales cayeron sobre dos dígitos respecto del año anterior. Por otra parte, durante el segundo semestre de2018, las ventas online crecieron en más de un 40%.

Los Directorios deben fortalecer su capacidad de análisis para abordar las transformaciones que permiten capturar estos cambios en los comportamientos de compra. Mediciones recientes evidencian que los Directorios no están del todo preparados para esto e, incluso, están rezagados, siendo catalogados de “deficientes” en su desempeño.

¿Por qué estamos enfrentados a esta situación? Una hipótesis válida es que los análisis se enriquecen en la medida que contamos con diversidad en los equipos de trabajo y en los cuerpos colegiados. Esa diversidad está al debe en Chile, donde los Directores suelen venir de los mismos colegios, carreras, universidades y con experiencias parecidas. Dejemos para el final la diversidad de género, donde menos del 7% de los puestos de Director de las empresas más grandes del país son ocupados por mujeres (21 de 327 en 2018). Más interesante aún es que las mujeres que ocupan el puesto de Director tienen mayor nivel de formación que sus pares hombres que ocupan ese puesto. Esto parece más una discriminación cercana a una violación de derecho humano como es el derecho a participar en las decisiones de la sociedad, al igual como alguna vez estuvo vetado su derecho a voto.

En USA y UK la participación femenina en los Directorios es 3,5 y 5,0 veces mayor que en Chile, respectivamente. Vale la pena aprender de compañías que cotizan en las bolsas de esos países, considerando su competitividad y su valor de mercado.

Mientras sigamos conformando equipos de trabajo con profesionales muy parecidos entre ellos, estaremos limitando la imaginación, la creatividad y el cuestionamiento para crear nuevos futuros. Tal como señala el profesor Grant (Wharton), en su libro “Originales”; no podemos caer en la complacencia, validando lo que hemos hecho hasta ahora, cuando necesitamos nuevas maneras de hacer las cosas para crear valor en un mundo digital, lo que plantea nuevas y desconocidas exigencias.

¿Qué ganamos con mayor diversidad? Existe evidencia que equipos de trabajo más diversos construyen soluciones más creativas, y más valiosas, y terminan conformando organizaciones más cohesionadas. De esta manera se estimula el pensamiento crítico, lo que facilita el cuestionamiento a las prácticas vigentes, lo que abre opciones de nuevas soluciones.

Si no damos espacio a la diversidad, estamos perdiendo posibilidades y perdemos potencial para crear valor. Y, en definitiva, el país pierde opciones para competir en ambientes cada vez más globales. En el caso específico de las mujeres, las empresas pierden sus capacidades y habilidades distintas, que son un aporte diferente en la Dirección de Empresas.

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