Cervecería Ebner recupera sus espacios y proyecta museo
domingo, 27 de enero de 2019
Iñigo Díaz
Cultura
El Mercurio
Con una inversión de $11.150 millones, la decimonónica fábrica en avenida Independencia regresa a la vida desde la total destrucción en que estuvo por casi 40 años.
"En el barrio de la Cañadilla existe un establecimiento industrial que ha tomado en este último tiempo bastante crédito e importancia. Es la fábrica de cerveza La Estrella. Establecido en Chile desde 1868, su propietario, el señor Ebner, ha trabajado con verdadera perseverancia jermánica en la industria señalada. La fábrica que actualmente posee la adquirió por compra, en 1880. No era en esa fecha lo que es hoi. El ensanchamiento del local, la agregación de nuevas máquinas i la introducción de mejoras de diverso jénero la han colocado en un rango elevado entre las fábricas análogas de Santiago". Una sección completa dedicada a la "Fábrica de Cerveza del señor Ebner" aparece en el libro "La industria nacional" (1893), boletín que describía la creciente actividad fabril en Chile. Sus instalaciones en lo que hoy es avenida Independencia y calle Echeverría ocupaban 18 mil m {+2} , con numerosos edificios, departamentos industriales y galpones. Y su equipamiento incluía molinos y hornos, cubos de 2.000 y 25.000 litros, cubas de fermentación, aparatos para la filtración de la cerveza y modernas máquinas de frío. Con más de 800 operarios, la Cervecería Ebner también producía la bebida no alcohólica Bilz, la Pilsen Ebner y fabricaba hielo. "Cuando entramos en 2012, todo el edificio era una sola ruina. Fue ocupado desde los años 80, estaba totalmente grafiteado y se habían producido incendios. Los terremotos hicieron colapsar muros del segundo piso. Se robaron materiales. Y la fachada tenía hasta cuatro capas de pintura que ocultaban la piedra original. Estuvimos dos meses solo sacando basura", cuenta Sandra Aliaga, arquitecta que ha encabezado el proyecto de rehabilitación de la Cervecería Ebner, declarada Monumento Nacional en 1984. Una inversión de cerca de $11.150 millones permitirá recuperar los 2.890 m {+2} de la fábrica, un viejo anhelo de su propietario, Luis Echavarri. El edificio hoy está conectado al Mall Barrio Independencia, que se inauguró en septiembre, y contará con usos en el giro gastronómico. "Por eso hablamos de una rehabilitación y no solo de una restauración. No es un proyecto como el Palacio Pereira. Mantuvimos los materiales originales, sobre todo ladrillos, piedra, maderas, bóvedas y ventanas, pero agregamos elementos modernos que marcan el contraste", agrega Aliaga. En su totalidad, la fábrica incluye los edificios 1 y 2, conectados entre sí, y la llamada "chimenea", es decir el horno de cebada, imponente torre de cuatro frentes cuya restauración requirió de un desarme completo. Ahora funciona como caja de ascensores. En dos niveles, el edificio está coronado por un torreón, también restaurado por maestros de hojalatería. Allí, Andrés Ebner, cuya abundante familia vivía en el segundo piso, tenía su propio mirador. La fábrica tiene 107 metros de fachada, que se entregará a la comunidad dentro de dos meses, cuando finalice la instalación de nuevas piezas de piedra elaboradas por 15 canteros de Colina. Salas en el subsuelo Una segunda etapa del proyecto considera allí la implementación del que tentativamente se llamará Museo de la Cerveza Andrés Ebner, una muestra multimedial permanente que dará cuenta de la historia de la fábrica puesta en el contexto de Chile y de la tradición cervecera alemana, de donde provenía el conocimiento del industrial. Ya está trabajando en ello CQ, oficina de consultoría de diseño y arquitectura responsable de la museografía de exposiciones como "Ballenas: voces del mar de Chile", con gran afluencia de público el año pasado en el Centro Cultural La Moneda, y "La fiesta de las imágenes en los Andes", abierta hasta mayo en el Museo de Arte Precolombino. "La curatoría y la investigación están terminadas. Ahora estamos diseñando el modo de cómo todo ello se lleva a escena con un guion y sus instalaciones: iluminación, vitrinas, línea de tiempo, material audiovisual. El museo hablará de la cerveza y el trabajo de la familia a través del tiempo, pero el relato también aborda el contexto cultural de donde estamos situados, en el barrio La Cañadilla", dice Agustín Quiroga, de CQ. "La muestra estará abierta dentro del primer semestre de 2019", confirma. La exposición se instalará en 200 m {+2} del subterráneo de la fábrica, donde Ebner refrigeraba la cerveza y fabricaba hielo. Junto al relato histórico se mostrarán vestigios encontrados en las ruinas, desde botellas, tapas y cajas de cerveza, hasta cerámicas, rieles, papeles murales, molduras de yeso y pan de oro. "El museo será un testimonio de la época", dice Sandra Aliaga.
