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Podemos, al borde de la escisión en un año electoral

sábado, 19 de enero de 2019

France Presse
Internacional
El Mercurio

La decisión de Íñigo Errejón de apoyar a la alcaldesa de Madrid lo distanció de su antiguo amigo Pablo Iglesias.



Su irrupción causó un terremoto en la política española, pero cinco años después de su creación, las luchas internas llevan a Podemos (izquierda populista) al borde de una escisión con posibles consecuencias para los socialistas que están en el poder.

El líder Pablo Iglesias y su antigua mano derecha Íñigo Errejón, los inseparables amigos y profesores universitarios que impulsaron la formación, están en posiciones antagónicas en una pugna personal que el jueves vivió su capítulo más agrio.

Cabeza de lista de Podemos en la región de Madrid, Errejón anunció por sorpresa una alianza con la plataforma independiente de la actual alcaldesa de la capital española, Manuela Carmena, que se distanció de la formación tras haber liderado su lista en 2015.

Tanto las elecciones municipales como las regionales son el 26 de mayo, y ambos confían en que la unión de fuerzas les aporte más votos.

Para Iglesias supuso poco menos que una traición. "No doy crédito a que Manuela e Íñigo nos hayan ocultado que preparaban lanzar un proyecto electoral propio", lamentó en su Facebook, deseando suerte a Errejón con "su nuevo partido" y abriendo la puerta a presentar otra candidatura distinta.

Ante el peligro de una escisión, se extiende la duda de cuál será el futuro de esta formación que nació en 2014, cabalgando en el malestar generalizado por la política de austeridad y la corrupción de los grandes partidos.

Su supervivencia no está en juego, señalan los analistas, aunque sí su estrategia y sus perspectivas electorales.

En las encuestas del instituto público CIS, el partido cayó del 19% en enero de 2018 al 14,9% actualmente, lejos del 21,1% del voto y 67 diputados obtenido en las elecciones generales de 2016.

En los recientes comicios regionales en Andalucía, un feudo de izquierda, sufrió un duro batacazo mientras irrumpía por primera vez un partido de extrema derecha, Vox.

Partidario de suavizar el discurso radical de Podemos para llegar a más electores, argumento que lo distanció de Iglesias, Errejón se alió con la carismática alcaldesa de Madrid, de perfil más moderado.

Este tipo de alianza no es nueva en la formación que creció en parte gracias a pactos con grupos de izquierda de numerosas regiones españolas.

Funcionó al principio y les permitió gobernar en grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia, pero con el tiempo emergieron las fisuras y la falta de coordinación.

"El partido sufre por la falta de una estrategia cohesionada", afirma Caroline Gray, profesora de política española en la universidad británica de Aston. "Ha habido lucha interna entre Podemos y sus afiliados sobre la forma de avanzar. Y encima de todo, tienes la pugna entre Iglesias y Errejón", insiste.

Las turbulencias llegan en mal momento para la izquierda nacional que en junio recuperó el poder con una moción de censura del socialista Pedro Sánchez contra el conservador Mariano Rajoy. Con 84 diputados socialistas de 350 y el único apoyo estable de Podemos, la gobernabilidad es complicada y el bloque pierde terreno en los sondeos.

Y a pocos meses de las elecciones municipales, regionales y europeas de mayo, es incierto cómo afectarán las dificultades de Podemos al Partido Socialista en el gobierno.

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