H ay lugares que -uno podría decir- se fotografían solos. Es decir, la mezcla de paisajes y colores no falla. El bofedal de Putana es así: el contraste entre la flora desértica y la silueta del río Putana, bajo un cielo azul despejado -frecuente en el Norte Grande-, resulta en imágenes que la gente siempre quiere guardar. Por eso este sitio, a 55 kilómetros de San Pedro de Atacama, es escala frecuente entre viajeros que pasaron por los géiseres del Tatio y van camino al poblado de Machuca. En el bofedal se pueden ver aves como la tagua gigante o el ganso andino, y la silueta del volcán Putana. "Fuimos a San Pedro a realizar la ruta fotográfica y cuando ascendimos al Tatio era de madrugada, así que no pudimos ver el paisaje alrededor del camino. Pero al regreso pudimos escoger y capturar lugares como este", dice Patricio Quintul, fotógrafo de naturaleza ( en Instagram: @jpquintul ) y autor de esta imagen, que no se hizo sola. "Este bofedal es un lugar al que uno quiere volver con familia y amigos para que disfruten el regalo de la madre tierra y conectar todos los sentidos".