Vivienda apostará por "barrios transitorios" para sacar a las familias de campamentos
domingo, 30 de diciembre de 2018
Dierk Gotschlich
Nacional
El Mercurio
Secretario de Estado afirma que de continuar las medidas que se han implementado hasta ahora no se lograrán cambios, y que se requieren soluciones innovadoras con ayuda de la sociedad civil y privados.
Esta semana se confirmó un hecho que distintas organizaciones venían alertando hace años: los campamentos en Chile no solo no están disminuyendo, sino que siguen aumentando, y de forma explosiva en la zona norte del país. El catastro que realizó el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, que no había sido actualizado desde 2011, arrojó que a octubre de este año había 46.423 hogares (que pueden albergar más de una familia) en 822 campamentos. Hace siete años, en cambio, eran más de 27.378 familias en 657 campamentos. El ministro Cristián Monckeberg asegura que en estas situaciones "lo más fácil es invisibilizar lo que está ocurriendo. Pero una sociedad que esconde a los que lo pasan mal es una sociedad inmoral". -¿Qué tan prioritarios son los campamentos dentro de los programas del ministerio? -Cuando llegamos al Gobierno había una serie de urgencias, y una de ellas eran los campamentos. Por eso queríamos darles la importancia que requerían, sabiendo que iba a ser complejo y que iba a haber un aumento. Lo que hoy estamos mostrando es algo que sabíamos que íbamos a encontrar y que nos iba a traer una serie de problemas, pero son buenos problemas. Es bueno también señalar que los campamentos no tenían la relevancia que requerían. No digo que las autoridades anteriores no estuvieran preocupadas, porque sería egoísta, había preocupación, pero no tenía la real relevancia que merece el tema. -Entonces, ¿por qué el programa de asentamientos precarios tiene menos presupuesto el próximo año? -Es que nosotros no solo llegamos con soluciones habitacionales a través del departamento de asentamientos precarios. También lo financiamos con el presupuesto de política habitacional. -Si la pobreza no ha aumentado en los últimos años, ¿por qué sí lo han hecho los campamentos? -Por el precio del suelo, de todas maneras. Los altos precios del arriendo también. Y la migración, que por sí sola no debe aumentar los campamentos, pero cuando es de golpe, en el sentido de que llegan muchas familias en poco tiempo, evidentemente que genera un mayor grado de asentamientos precarios. Y lo que hacen estos asentamientos es visibilizar a los campamentos invisibles, que son los allegados, las personas que viven en hacinamiento crítico, que sí son un número importante y mayor que las familias que viven en campamentos. -¿Ha fracasado la política de campamentos de las últimas décadas? -Fracasar sería no haber hecho nada ni haber podido resolver el drama que viven miles de familias que están en campamentos, y yo creo que el ministerio en estos últimos 20 años ha avanzado en esa línea. Hoy hay más de 300 campamentos que se han ido cerrando y familias que han obtenido una solución habitacional. Pero lo que hay es que, lamentablemente, el número de familias que ingresa a campamentos es menor al que nosotros podemos entregarles una solución definitiva. En 2016 y en 2017, 2.901 familias salieron de un campamento, y en ese mismo período 4.676 entraron a uno. ¿Es eso fracaso? Yo creo que no. -¿Qué cambios se deben hacer para revertir esta situación? -Si nosotros seguimos haciendo más de lo mismo, vamos a seguir a este mismo ritmo, y en diez años más el catastro va a seguir igual. Le tengo mucha fe a lo que puede salir de la Mesa Compromiso País, y lo que vaya a surgir como propuesta, porque tiene voluntad política, pero también hay personas que quieren cooperar. Más allá de ideas generales, creo que hay que avanzar en temas que hoy no son utilizados, por ejemplo, barrios transitorios, donde las familias que están en un campamento puedan ir a vivir a un lugar que les permita pasar a una vivienda definitiva en un corto plazo. Añade que "el mejor ejemplo lo tiene Felipe Berríos en La Chimba. Ahí están bien organizados, las familias aprenden a vivir la vida de barrio y pagando sus cuentas. Luego, esas familias podrían ser las que tengan la preferencia para llegar a una vivienda definitiva". El ministro plantea que también hay un tema de recursos. "Tenemos que tener más presupuesto para las zonas donde hay más déficit. El plan Zona Norte, que apunta a las cuatro regiones del norte, donde hay mayor aumento de campamentos, precisamente va en esa dirección". Y otra vía, afirma, para frenar el aumento de campamentos es "el arriendo protegido, porque aquí lo que hay es falta de viviendas, y por eso las familias deciden irse a un campamento. Lo otro es involucrar más a la sociedad civil y al sector privado en la solución. Hoy está en manos del Estado, que es el principal responsable, pero perfectamente se pueden buscar fórmulas novedosas donde haya una ayuda del sector privado y de la sociedad civil que avance en esa línea. Y lo otro que es importante es que el Estado, a través del Minvu, tiene que acompañar más a las familias que viven en campamentos, y eso hoy no está existiendo". -¿Cuál es su meta en esta materia? -Yo dormiría tranquilo si logramos que el mismo número de familias que toma la decisión de ir a un campamento, lograra una solución definitiva ese mismo año. Ese sería un gran objetivo. Tenemos que entrar a nivelarlo. Después vendrá la responsabilidad de futuros gobiernos de que esto disminuya, y que salgan más familias de las que entran. Razones ''Una sociedad que esconde a los que lo pasan mal es una sociedad inmoral". ''Cuando el Presidente me encomienda hacernos cargo de este ministerio, es para que el desarrollo, el 'Chile en marcha', llegue a todos, no solo a unos pocos".
Monckeberg apunta al alto costo del suelo y arriendos y la migración como los motivos del aumento de campamentos.
