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Entrevista al ministro de Comercio de Nueva Zelandia:

"El nuevo TPP será fundamental para el futuro" del comercio global

sábado, 29 de diciembre de 2018

Carolina Álvarez Peñafiel
Internacional
El Mercurio

David Parker sostuvo que el pacto, que entra en vigencia este fin de semana y agrupa al 16% del PIB mundial, es el más importante de este año.



Eliminar barreras arancelarias en épocas de guerra comercial. Esa es la apuesta del renovado Acuerdo Transpacífico que, con el 16% del PIB mundial y un mercado de 500 millones de personas, entra en vigencia este fin de semana.

El Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP o TPP-11) -fundado inicialmente por Chile, Nueva Zelandia, Brunei y Singapur- estaba listo dos años atrás cuando en Estados Unidos asumió un nuevo gobierno proteccionista que decidió abandonar el pacto. Los restantes once miembros, incluidos tres economías del G-20 Japón, Australia y México, hicieron ajustes y siguieron adelante con un acuerdo de nueva generación que incorpora altos estándares laborales, ambientales y de comercio electrónico, cruciales para la economía del siglo XXI. Ahí está la otra meta del tratado: contribuir a establecer las nuevas reglas para el comercio global, ante el estancamiento de las negociaciones a nivel mundial.

"Es por eso que acuerdos como el CPTPP son cada vez más importantes porque si uno no puede confiar en el sistema de reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), hay que apoyarse en acuerdos plurilaterales y bilaterales. Y por cierto el más importante de esos negociados este año en el mundo fue el CPTPP", dijo David Parker, el ministro de Comercio y Crecimiento de las Exportaciones de Nueva Zelandia, uno de los 11 miembros del pacto.

En una entrevista telefónica con "El Mercurio" el funcionario destacó que para economías como Nueva Zelandia y Chile, relativamente pequeñas y abiertas al mundo, es beneficioso participar de este tipo de "colectividades". "Es una póliza de seguro increíblemente importante para Nueva Zelandia y todos los otros países involucrados, de que estos países no se harán entre sí lo que se está haciendo en otras partes del mundo", dijo en referencia a la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China.

La efectividad del CPTPP ha sido cuestionada porque perdió a un miembro clave -Estados Unidos- y tampoco incorpora al otro gran socio comercial del mundo, China. Pero Parker sostuvo que "es absolutamente posible" seguir avanzando en la modernización de las normativas para el comercio global.

"Eso se ve en cláusulas del CPTPP como los estándares mínimos que exige en materia laboral y en transparencia y en otros como el comercio electrónico, que se negociaron en parte porque Estados Unidos presionó por esto. Ellos decidieron no seguir en el acuerdo. Pero en Nueva Zelandia tenemos la idea de que el CPTPP es uno de los acuerdos más importantes: es moderno, está actualizado, está diseñado de una forma en la que está abierto a nuevos socios, si están dispuestos a aceptar sus términos, y creemos que será fundamental en los años venideros", agregó.

Parker no descartó que, si hay interés, Washington pueda volver a ingresar al pacto. "Estados Unidos es un importante socio comercial para muchos países, incluyéndonos, y en general ha sido una fuerza positiva en comercio por lo que estaríamos abiertos a aceptarlos si quieren ingresar. Pero es algo que los socios del CPTPP deben decidir colectivamente".

Profundizando sobre el desarrollo de las reglas sobre comercio electrónico -"las reglas de la OMC se diseñaron antes de que existiera internet y el organismo no ha sido capaz de actualizarlas"- el funcionario destacó la importancia que tiene esto para las pequeñas empresas, ya que es uno de los principales canales que utilizan para llegar al resto del mundo.

La entrada en vigencia del CPTPP llega en momentos en que el comercio mundial y la propia OMC se han visto resentidos por la disputa comercial entre las dos mayores economías. Y para países como Nueva Zelandia y Chile, dependientes en gran medida de sus exportaciones, el panorama es especialmente preocupante, sobre todo porque ambos tienen relaciones muy fuertes tanto con Estados Unidos como con China.

"En Nueva Zelandia estamos tratando de apoyar el sistema de comercio basado en reglas y no estamos tomando partido" por una de las dos potencias, dijo. "Tratamos con otros países que piensan similar a nosotros, como Chile, de buscar soluciones que todos los países puedan seguir, incluyendo a China y EE.UU. y a países en desarrollo".

"En una reciente reunión de la OMC hace unos meses en Canadá se planteó que la OMC está actualmente herida con la guerra de aranceles y también por los problemas no resueltos en cuanto a las reglas del comercio. Se planteó que la OMC será más que una cáscara de lo que es en un año si estos problemas no se resuelven. Varios ministros, de varios países, dijeron que la sociedad civil en sus países se está dando cuenta de lo serio que es".

Con Chile tenemos una muy buena relación. Compartimos valores, somos democracias liberales y abiertas que comerciamos con el resto del mundo, creemos en el Estado de Derecho, en el respeto a los derechos humanos y además creemos en el Estado de Derecho en relación al comercio".

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