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Producción se basa en testimonios de oficiales, soldados y conscriptos:

Ejército estrena en YouTube su propio documental sobre 1978: "No nos consideramos héroes"

martes, 25 de diciembre de 2018

IVÁN MARTINIC
Nacional
El Mercurio

Veteranos de la crisis del Beagle relatan la rutina en las trincheras, la tensión ante un conflicto del que difícilmente sobrevivirían, la unión de las tropas y las privaciones en el frente.



Gilberto Herrera tenía unos 11 años cuando le dijo a su mamá, en Chillán, que quería hacer el Servicio Militar "bien lejos, en Putre". Siete años más tarde, en 1978, Herrera cumplió su sueño. Pero a medias. Ya era un soldado conscripto y estaba "bien lejos" de su hogar. Pero no en Putre, sino en Puerto Natales.

Como él, miles de jóvenes conscriptos habían sido enviados a Magallanes ante la inminente guerra con Argentina por la soberanía de las islas del Canal Beagle.

El testimonio de Herrera y el de otros efectivos son parte de "Soldados del Beagle 1978", documental que el Ejército estrenó la semana pasada en YouTube y que en cuatro días superó las 13 mil reproducciones.

Realizado por el Departamento Comunicacional de la institución, la producción, de 33 minutos, fue grabada durante cinco días en Punta Arenas, Puerto Natales y otros lugares de la pampa patagónica donde las tropas chilenas excavaron trincheras para rechazar una probable invasión trasandina.

Con varias entrevistas, entre ellas al general (r) Roberto Arancibia Clavel, el guion recrea el tenso ambiente que rodeó la crisis, que llegó a su punto cúlmine en la madrugada del 22 de diciembre, cuando solo la mediación del Papa Juan Pablo II detuvo el avance argentino.

"Las Fuerzas Armadas no estaban preparadas para un conflicto con Argentina", reconoce Arancibia Clavel, por el "brutal" efecto de la Enmienda Kennedy en los suministros militares.

Los exsoldados recuerdan cómo pasaban el tiempo jugando truco en las trincheras, la unión de las tropas -"del más al menos éramos un paquete de cucharas", dice el suboficial Ignacio Epul-, los días de escasez en que fumaban un cigarro entre cuatro y cómo para Navidad les enviaron cordero y 50 sobres de jugo en polvo. También, la certeza de que difícilmente sobrevivirían si comenzaban las hostilidades.

"No nos consideramos héroes. Nos consideramos veteranos", dice Manuel Cáceres, por entonces cabo segundo de caballería blindada.

Al conscripto Herrera le tomó un año volver a casa. Más alto y con bigote, sorprendió a su madre: "¿Tan feo estoy que no me conoce?".

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