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Pese a mayor intervención humana en el área:

La cordillera de la Costa es tan diversa en especies como la andina

lunes, 24 de diciembre de 2018

Richard García
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

Se pueden encontrar desde felinos, como pumas y gatos Colo-Colo, hasta cóndores. Algunos animales se desplazan de un lado a otro, pero para otros es casi imposible por la construcción de carreteras cada vez más anchas. También hay poblaciones locales en predios privados cuya riqueza recién ha comenzado a descubrirse.



Hay consenso entre los científicos de que la fauna nativa de la cordillera de la Costa ha sufrido más el impacto de la presencia humana que la andina y por ello hoy cuesta más encontrar algunas especies que en el pasado.

Gracias a las trampas cámara, a los rastreos remotos y también a la percepción directa, los científicos han comenzado a hacerse una idea de las rutas que frecuentan, las áreas que evitan y hasta se han encontrado con especies que se las arreglaron para permanecer pese a todos los augurios.

Un ejemplo es el gato Colo-Colo. Hoy se considera que el animal tiene una amplia distribución, pero en la zona central la población se concentra en la zona andina, ya que el valle central se ha transformado en una barrera infranqueable para permitir su desplazamiento. Sin embargo, investigadores de las universidades Austral y Católica de Valparaíso observaron al menos un ejemplar en un remanente de vegetación natural en terrenos de la viña Veramonte, próximo al túnel Zapata, principal acceso a Valparaíso.

"Es una quebrada maravillosamente conservada en una ladera de un cerro", detalla Juan Luis Celis, biólogo de la U. Católica de Valparaíso. Cuenta que, aparte del Colo-Colo, han observado en el mismo lugar gatos güiña y encontraron el cadáver de un escaso roedor endémico de Chile, el Chelemix megalonyx , del que solo se han visto seis ejemplares previamente.

Además Celis detalla que han logrado detectar en la cordillera de la Costa central al ratón orejudo amarillento ( Phyllotis xanthopygus ), al murciélago colorado ( Lasiurus borealis ), al bagre pintado ( Trichomycterus aerolatus ), además del sapo arriero, gato güiña, chingue, quique, zorros culpeo, chilla y puma.

"Llama la atención que los predios privados, sobre todo los productivos, han sido excluidos por diversas razones del estudio de la fauna y flora porque se asume que no queda nada de interés", dice Olga Barbosa, bióloga de la U. Austral y del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), quien lidera el proyecto Vino, Cambio Climático y Biodiversidad, que ha permitido este y otros hallazgos.

Cuenta que las 24 viñas con las que ha trabajado tienen de cientos a miles de hectáreas de remanentes de bosque nativo y en cada una han realizado monitoreos de biodiversidad. "Esto ha permitido que detectemos flora y fauna no descrita para ciertos lugares".

Es difícil determinar, según explica, si se trata de poblaciones que llevan largo tiempo ahí o se han desplazado desde la zona cordillerana donde son más abundantes. Sin embargo, agrega, es una evidencia de que es necesario un mayor conocimiento de la distribución de las especies.

Corredores transversales

"La cordillera de la Costa es casi más diversa en especies que la de los Andes", destaca Eduardo Pavez, biólogo de la consultora de fauna silvestre Bioamérica. "Opera de forma complementaria para muchas especies. Cuando llega el invierno, que es más riguroso en el cordón andino, los animales de alta movilidad, básicamente las aves y algunos mamíferos, se trasladan a la costa por ser una zona más benigna".

Utilizan corredores transversales, como la cuesta de Las Chilcas (al norte de Santiago), angostura de Paine (en el límite de la Región Metropolitana con O'Higgins) y la angostura de Pelequén (también en O'Higgins).

El paso de las aves es permanente, pero en el caso de los mamíferos es más complejo.

"La carretera Panamericana se ha vuelto una barrera infranqueable. Más ahora que tiene dos vías por lado y con rejas", dice Agustín Iriarte, biólogo de la U. de Chile y de la consultora ambiental Flora y Fauna Chile.

Hasta hace pocos años la única pasada que les quedaba era la angostura de Paine, porque parte de la carretera pasaba por un túnel, lo que facilitaba el desplazamiento de los animales. Pero ahora se hizo un ensanche y cierres laterales y centrales.

Algo parecido ocurrió más al norte con la construcción de la doble vía entre La Serena y Vallenar.

"Ya hemos sabido de cinco pumas atropellados en la cuesta Buenos Aires desde que se terminó hace tres años", cuenta Iriarte.

Durante año y medio siguieron el desplazamiento de una hembra de puma con collar satelital en la cordillera de la Costa al norte de Coquimbo. "Nunca se ha acercado a más de 200 metros de la carretera. Parece que le tomó miedo y aprendió a no cruzar. Afortunadamente se alimenta de guanacos que hay en la misma área", agrega.

La solución, dicen los expertos, es construir pasos de fauna, que son túneles o puentes especiales para que los animales crucen las carreteras. "Los solicitamos a la gente del MOP y las mineras, pero nos dijeron que son muy caros", admite Iriarte.

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