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Mario Kreutzberger:

"Necesitamos de la filantropía, que no es lo mismo que la solidaridad"

domingo, 23 de diciembre de 2018

M. Soledad Vial
Reportajes
El Mercurio

El emblemático animador transita por múltiples aspectos de la agenda política y social del país, y adelanta los cambios que vienen en la Teletón "post 40 años". Terminado su programa en la cadena Telemundo, Kreutzberger está escribiendo su cuarto libro, planea documentales para Netflix y entrevistas a grandes personajes; "mantenerme activo mientras pueda, soy realista".



Apoyada en un carrito, Renata avanza. Pisa fuerte, por primera vez en sus 6 años, recién operada de la diplejía espástica con que nació. Jocelyn, su mamá, muestra emocionada un video antiguo con el caminar saltón, zigzagueante, de la niña. Se instaló en Santiago hace seis meses, en un pequeño departamento, esperanzada en el vuelco que la Teletón traería a la menor de sus tres hijos. Han pasado 40 años y Mario Kreutzberger vuelve a emocionarse en medio de la sala de rehabilitación, el corazón de este instituto, al final de la Alameda.

"Aquí está mi alma, mi corazón", dice el emblemático animador un rato después, sentado en una oficina del moderno edificio. Viene llegando de Arica e Iquique, fue a descansar con su señora después de conseguir los 32.851.000 millones de pesos que necesita la Teletón para 2019. El sábado volará a Miami en el 3x1 que vive hace 33 años; 140 días en Chile y 225 en Indian Creek, Miami. Allá estaba su trabajo principal, hasta hace dos domingos, cuando "Don Francisco te invita" salió por última vez al aire en la cadena Telemundo. Le propusieron seguir con entrevistas en el noticiero y a grandes personajes. "Soy absolutamente adicto a esto, es peor que la cocaína aunque nunca la haya tomado", dice.

Kreutzberger recibe abrazos, saludos y se saca selfies mientras recorre la fundación que pasó de atender anualmente a 70 niños a 100.000 en estos 40 años; el 97% de la población infantil con discapacidad del país. "Estos días se han hecho teletones en varios países. En Francia, que tiene 89 millones de habitantes y el doble de ingreso per cápita, se juntaron 69 millones de euros", cuenta, "los chilenos hemos sido muy exitosos en esto que hemos hecho juntos".

-¿Pasó más susto, este año?

-Siempre paso susto, disfruto el momento que se logra la meta, pero apenas me bajo del escenario, me voy con una honda preocupación, hay que lograrlo el próximo año... Hay una tensión muy grande, la Teletón fue un sábado, llovió el lunes, ¿qué habría pasado? El calor es un problema endémico, la gente no va al banco, empiezan a bajar los índices y los técnicos a ponerse nerviosos...

-¿Lo incomodaron los chistes de Kramer en la Teletón? Le dijo "gordinflón", preguntó si en el público estaba la mamá de Luis Miguel y puso al Presidente como ignorante en "Pasapalabra".

-No soy nadie para censurar a nadie, pero esto es como llegar de pantalón corto a la basílica de San Pedro, uno tiene que respetar el espíritu nacional, de unidad y ajeno a la política que se ha podido mantener 40 años.

-Hace unos años tampoco le gustó que Kramer imitara a la familia Piñera, ¿cómo volvió a pasar?

-Lamentablemente, no supe que se iba a hacer esa rutina, solo sabía que sería de Luis Miguel. No era el momento y así lo pensó la gente. Por encima de su preferencia política, soy amigo de Stefan y le dije que no era bueno para él, que un hombre tan inmensamente talentoso, no necesita ser agresivo.

-Usted siempre se ha cuidado mucho de opinar en política...

-A mí me encanta la política, veo los programas políticos y a veces estoy de acuerdo con un lado y otras veces con el otro. Admiro a quienes hacen el servicio público de la política, pero no podría ser político porque no podría ser partidista.

-¿Vio la última encuesta CEP?, ¿le sorprende el regreso de Joaquín Lavín que hace casi 20 años estuvo a punto de ser Presidente?

-Joaquín Lavín ha estado siempre presente en la vida pública y me parece que tiene una manera de hacer política, que lo acerca a más sectores que el suyo propio. Él está en un municipio que tiene recursos, pero desde ahí se ha preocupado de los que no los tienen y eso la gente lo percibe.

-¿Cree que los chilenos son hoy más individualistas que hace 40 años, como también dicen los estudios?

-Soy un hombre común y corriente, ando en la calle, voy al supermercado y lo que ha avanzado Chile en los últimos 50 años es extraordinario, ningún país lo ha hecho. Todos han avanzado, pero la brecha se ha quedado igual de grande y la esperanza de poder saltar de un sector al otro es aquí menor que la que siento en Estados Unidos.

-¿Será por eso que el 80% de las familias va al banco y aporta, pero sigue pendiente la deuda de la inclusión masiva de personas con discapacidad?

-Lo tenemos pendiente, pero hemos avanzado mucho. Hace 40 años, los niños discapacitados no tenían cupo en los jardines, colegios, universidades, no había rampa en ninguna parte y hoy hay. La inclusión es lo más difícil y está en pañales, porque es aceptar al diferente en todo sentido, también a los inmigrantes.

-¿No está de acuerdo con las limitaciones que ha puesto Chile y que se haya restado del Pacto Mundial por la migración?

-La inmigración es muy importante para un país, el que tiene más inmigrantes es el más grande del mundo, pero ellos deben tener su espacio y el país tiene que estar preparado para recibirlos. Por suerte, ahora dijeron que es un derecho, ¡claro que la migración es un derecho humano!, para mis padres este país fue el asilo contra la opresión, pero mi padre tuvo que tener una visa y lo mandaron a Talca, donde podían recibirlo. Como hemos sido el país más exitoso de América Latina, todos quieren venir, tenemos que prepararnos para recibir a los que pueden ser buenos ciudadanos nuestros, así como hay otros que son malos y no los queremos.

"Cuidar que Carabineros sea de prestigio"

Kreutzberger continúa transitando por múltiples aspectos de la agenda, como lo ocurrido en TVN.

"Es bueno que exista un canal del Estado, un canal público con programación alternativa, de buena calidad, que le llegue a la mayor cantidad de público y que no tenga que competir con los otros canales. En EE.UU., hay televisión pública en todos los estados, es muy buena, se ve bastante y se financia con aportes estatales y de la audiencia", dice.

-¿Qué nota le pondría a la sociedad chilena este 2018?

-Le pongo un siete en solidaridad. He tenido la oportunidad de hablar con los chilenos de a pie, porque los que tienen más visibilidad son los vociferantes, los que marchan con capuchas, tiran piedras, ¿y cuántos serán?, ¿el 5%? La mayoría se levanta a las 5 de la mañana, espera una hora, toma Transantiago, va parado como sardina, trabaja todo el día y vuelve en las mismas condiciones.

-Hay enojo con Carabineros, con el fraude, con la muerte de Camilo Catrillanca, usted llamó a cuidarlos, ¿por qué le preocupa?

-Si hay puntos negros en Carabineros hay que sancionarlos, sacarlos, pero cuidar la institución que es importante para el país. No sé cuantos miles de carabineros arriesgan su vida y ponen su esfuerzo en las calles, tenemos que cuidar que Carabineros sea de prestigio, que los militares sean intachables, que respeten al gobierno, que no sean deliberantes.

Y hasta ahí la actualidad, Don Francisco quiere hablar de la Teletón y su nueva etapa "post 40". "Estos años han sido impecables, un tremendo éxito y quiero agradecer a Chile", dice, "pero hoy tenemos la oportunidad de un up grade , un cambio, para hacerlo mejor los próximos 40. Tenemos que escuchar a todos, a los detractores, a los que dicen que esto no sirve, a los de 25 que piensan muy distinto, a las caras nuevas".

"Chile hace un gran esfuerzo, ahora necesitamos uno mayor, necesitamos de la filantropía que no es lo mismo que la solidaridad", agrega más tarde.

-¿Cuál es la diferencia para usted?

-Filantropía es lo que hizo la familia Luksic, que dio el dinero para construir el instituto en Antofagasta y van a ayudar a su mantención, también la familia Saieh con un instituto en Talca. Tenemos que buscar otros actores filantrópicos, porque tener un Locomat permite una rehabilitación más rápida, necesitamos más cirugías y no hay suficientes fisiatras en Chile.

-¿Está al límite lo que los chilenos de a pie pueden aportar?

-Todavía no tenemos los datos finales, la sensación es que este año fue más gente y aportó un poco más, pero hay más desafíos. Hemos tenido actos importantes de filantropía y estoy seguro que tendremos más, ya nos hemos acercado a algunas personas y no nos han dicho rotundamente que no. Tengo claro que hay que hacerlo con cuidado para que no se utilice para cosas incorrectas, el interés filantrópico tiene que ir de la mano con las leyes. Hay que mejorar en eso.

-¿Cree que la caída del prestigio de los empresarios sembró sospechas sobre su filantropía?

-Eso es lamentable, no sé por qué pasa en Chile. Vengo de un país donde los hospitales, las universidades, las plazas, están llenas de placas de donantes y en Chile la filantropía está en pañales. Pongámosle que lo del lavado de imagen fuera verdad, ¿qué es mejor?, ¿no hacer nada cuando se puede beneficiar mucha gente de un acto filantrópico? La gente tampoco tiene confianza en mí, dice "¿por qué don Francisco se preocupa tanto?, ¿qué hay detrás?".

-¿Le respondería la gente igual a un Rafael Araneda o un Martín Cárcamo, su dupla en Canal 13?

-Creo que sí, porque aparecen figuras de un año a otro. Si a Chile esto le ha interesado 40 años y somos capaces de ubicarlo en la nueva generación, es posible que se mantenga, aunque pueda haber una crisis momentánea por algún cambio. La Teletón es mucho más fuerte que cualquier rostro, es mucho más fuerte que yo.

-¿Y su hija? Habría sido su heredera natural...

-Esta actividad se puso mucho mas violenta, de enfrentamiento, eso no le gustó a mi hija y quiso tomar otro camino laboral. Esto no es la dinastía Ming, no se hereda, se tiene que ir dando y de manera diferente. Este es un compromiso de por vida, que significa mientras pueda y me necesiten, porque hay que estar dispuesto a que no me necesiten.

-Debe haber sido difícil cerrar la etapa Sábados Gigantes, ahora Telemundo...

-Por supuesto, imagínese tener 53 años un programa que nunca se detuvo, solo falté cuando murió mi madre, y de un día para otro, como los generales, se acabó el estafeta, el auto fiscal, y te vas con tu paquetito para tu casa. Es bien difícil, se viven momentos críticos, pero lo más importante es tener siempre una nueva meta, un nuevo sueño. Y tengo nuevos sueños, estoy escribiendo mi cuarto libro,"Lo que aprendí". Quiero contar todo lo que aprendí como esposo, padre, como modelista de confecciones, animador de televisión, como ser humano. Ese proyecto me entusiasma, también estoy pensando en hacer documentales en Netflix, entrevistas por aquí por allá, mantenerme activo mientras pueda, soy realista.

"No era el momento y así lo pensó la gente, por encima de su preferencia política. Soy amigo de Stefan (Kramer), un hombre tan inmensamente talentoso, no necesita ser agresivo".

"¡Claro que la migración es un derecho humano! Para mis padres, este país fue el asilo contra la opresión".

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