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Vehículos eléctricos y autónomos marcarán el futuro de la movilidad urbana

miércoles, 19 de diciembre de 2018


Ediciones Especiales
El Mercurio

Se espera que en nuestro país el 50% del transporte público sea eléctrico para 2050. Y se prevé que el 40% del transporte particular también lo sea. El mercado de los autos de alquiler debiera ser a futuro uno de los nichos de esta creciente oferta.



Las tendencias en movilidad cambian día a día.

Eduardo Valente, socio líder de la Consultoría de Negocios y Tecnología de EY Chile, señala que el futuro de la industria automotora tradicional y de transporte urbano está en un punto de inflexión, pasando de un negocio de construcción y venta de activos (vehículos y repuestos) a ofrecer a los consumidores nuevas experiencias de movilidad como por ejemplo transporte como servicio ("as a services").

"Las nuevas tecnologías, tales como inteligencia artificial, tecnologías móviles y big data, y las tendencias disruptivas que incluyen la economía compartida (sharingeconomy), están convergiendo para permitir modos de transporte y experiencias de movilidad nunca antes vistos. Este entorno ofrece oportunidades para que las industrias generen valor para los ciudadanos y consumidores y, en última instancia, capturen una parte del mercado de movilidad que está proyectada en aproximadamente $ 6 trillones de dólares para 2030. La urbanización, el aumento de la polución, las cambiantes expectativas de los consumidores y las tecnologías digitales emergentes están formando un nuevo ecosistema de movilidad que van cambiar radicalmente la movilidad urbana".

 AVANCE DIGITAL

 Agrega que con el objetivo de proporcionar una movilidad urbana más cómoda y segura, se requerirán vehículos con más conectividad y funcionalidad de auto conducción en nuestras carreteras y ciudades. Las tecnologías digitales apoyarán la provisión de paquetes de movilidad personalizables y a medida que se acercan a la realidad, los vehículos autónomos no sólo desempeñarán un papel integral en el ecosistema de movilidad urbana, sino que también apoyarán una serie de nuevos modelos de negocios. Haciendo un avance rápido hacia un futuro no muy lejano cuando los vehículos sean totalmente autónomos y se conviertan en la norma y no en la excepción, veremos la redefinición de la movilidad urbana tal como la conocemos".

Dice que "los vehículos no sólo serán autónomos, sino que serán compartidos, conectados y verdes. Para los fabricantes de vehículos, esta tendencia presenta enormes oportunidades, pero también un claro riesgo de que la movilidad como servicio se convierta en un producto básico, rompiendo efectivamente la relación entre los fabricantes de automóviles y sus clientes".

De esta manera, señala, el futuro de la movilidad urbana se caracteriza por tres factores:       1) Las características del vehículo: la integración con la web, la personalización de la experiencia del cliente, la conducción autónoma y el uso de energía eficiente y no contaminante.   2) La infraestructura digital: información en tiempo real, conexión con otros medios de transporte, único sistema de pago y una estrategia de omnicanal para los clientes.                       3) La entrada de nuevos competidores, como proveedores de  infraestructura, software o de servicio, entre otros.

Añade Eduardo Valente  que para las compañías que ofrecen servicios de renta o similares vivirán también cambios.

"Los autos urbanos del futuro deberán ser autónomos, integrados en la web, personalizables, ecológicos y compartidos. Estos vehículos catalizarán la tendencia hacia el uso compartido de automóviles versus la propiedad y expandirán los servicios compartidos a un nuevo nivel de conveniencia y flexibilidad. Las empresas automotrices deberán avanzar más rápidamente hacia estrategias y ofertas más orientadas al servicio en lugar de ofertas de productos para seguir siendo competitivas".

A su vez, indica, "una de las principales tendencias que podemos capturar es que el crecimiento de la economía colaborativa en el ecosistema de movilidad urbana está perturbando los modelos de negocios tradicionales de las empresas de automotoras y transporte. Existirá una transición bien acelerada desde los modelos tradicionales de transporte tales como los vehículos personales, los arriendos de autos y el transporte público masivo para modelos de negocio alternativos que consideran procesos de reserva en línea a través de aplicativos de celulares con pago por utilización (minuto o distancia) y con flexibilidad de elección de tipo de vehículo (lujo, eléctrico) creando un censo de comunidad digital.

¿Cuándo se producirá este gran cambio?

"Hacer una previsión para vehículos autónomos es algo difícil de abordar debido a la gran cantidad de incertidumbres en los avances tecnológicos combinadas con la complejidad de los cambios legislativos necesarios para que podamos masificar el uso de dicha tecnología. Dicho esto, la mejor apuesta es de un crecimiento lento y constante que tomará décadas y aun así será poco probable que elimine por completo a los conductores humanos. Si bien el crecimiento de las ventas es un tema importante, otro aspecto será eliminar a los conductores humanos de los cientos de millones de vehículos que circulan actualmente por todo el mundo. Es posible que los gobiernos tengan que ser proactivos para impulsar la adopción o probablemente se llevará a cabo una evolución lenta y constante", dice Eduardo Valente.

"De acuerdo a nuestros análisis, vamos a llegar a tener entre 60 y 70 millones de autos autónomos vendidos hasta 2050, que representan apenas una fracción del total de autos autónomos en el mundo. Sin embargo, de estos 70 millones de autos más de un 55% será bajo los modelos de negocio relacionados a los vehículos compartidos".

FUTURO ELÉCTRICO

Y otra gran tendencia, quizás la principal es la creciente participación de vehículos eléctricos en la oferta general.

Por ejemplo, ya llegaron desde China los primeros cien buses eléctricos, con los que Chile busca revolucionar su transporte público. 

Pero la apuesta de Chile por la movilidad limpia también incluye alternativas privadas que van desde pequeños monopatines, autos y taxis para Santiago hasta camiones para la minería, una iniciativa que lidera en América Latina y a la que comienzan a sumarse otros países. La meta del mayor productor mundial de cobre y segundo de litio, insumos claves para la electromovilidad, es ambiciosa: aumentar diez veces la cantidad de vehículos eléctricos en circulación para 2022. 

Según explicó a Reuters la ministra de Energía chilena, Susana Jiménez, el objetivo es lograr que el 40 por ciento de los vehículos particulares y el 100 por ciento de los del transporte público sean eléctricos para 2050.  La idea es aprovechar las ventajas de este tipo de  vehículos, como la reducción de gases contaminantes y de ruido o el menor gasto en combustible. 

"Chile se va a transformar, después de China, en el país con mayor cantidad de buses eléctricos en el mundo", dijo el Presidente  Sebastián Piñera, a inicios de noviembre, cuando su gobierno recibió seis autos eléctricos BMW i3 licitados para traslados oficiales.  Países como Holanda ya tienen una mayor cantidad de estos vehículos operando en el transporte público, según estudios recientes, aunque distribuidos en varias ciudades y no concentradas en una sola, como ocurrirá en Santiago.

En Chile, los cien buses eléctricos fabricados por la china BYD y financiados por la eléctrica Enel serán operados por la empresa Metbus y son los primeros de una flota de 200 que se integrarán al sistema de transporte público de Santiago.  El otro centenar de buses, financiados por la francesa Engie, están siendo fabricados por la también china Yutong. 

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