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Libro "M, il figlio del secolo" ("M, el hijo del siglo"):

El legado de Mussolini, en debate en Italia debido a una novela

domingo, 16 de diciembre de 2018

Emma Johanningsmeier: The New York Times
Internacional
El Mercurio

ROMA Expertos temen que la obra sea leída como una reivindicación del período fascista.



Mussolini está invadiendo... las librerías de Italia.

Durante semanas, "M, il figlio del secolo" ("M, el hijo del siglo"), de Antonio Scurati, una novela que parece casi un ladrillo sobre el ascenso del dictador Benito Mussolini, ha estado en las listas italianas de los libros más vendidos. Ya está previsto que se haga una adaptación televisiva con la productora Wildside, la misma que coprodujo la serie de HBO basada en "La amiga estupenda", de Elena Ferrante.

"En el imaginario italiano, Mussolini sigue siendo un tótem, una figura muy carismática, una especie de padre perverso de la nación a quien hemos reprimido", dijo Scurati (49) en una entrevista reciente. "Este libro lo ha sacado de esa represión".

La inesperada popularidad de "M" también ha provocado un debate en Italia en torno al legado de Mussolini. Los admiradores de Scurati aseguran que el libro es un recordatorio muy necesario de las maldades del fascismo, en particular para la gente joven. Sin embargo, sus críticos argumentan que la resurrección y la reinvención de Mussolini para el siglo XXI presentan peligros en una época en la que se eligen gobiernos de derecha por toda Europa, incluida Italia.

El libro de 839 páginas, aunque se ha promocionado como novela, desdibuja las líneas entre la ficcionalización y un libro de historia. Consiste en capítulos cortos y repletos de detalles que se intercalan con fragmentos de telegramas históricos, artículos de periódicos, cartas e informes policiales. Los capítulos tienen un narrador omnisciente, pero se centran en las perspectivas de Mussolini y sus colaboradores.

Todas las citas directas en el libro son extraídas de fuentes históricas, y Scurati señaló que la mayor parte de la recreación novelística de los pensamientos íntimos de los personajes también se basó en estas fuentes. Scurati pasó varios años leyendo sobre Mussolini y ha descrito a "M" como una novela en la cual "nada es inventado".

A algunos críticos les preocupa que la neutralidad de la obra, que se ha promocionado como la primera novela en contar la historia del fascismo "sin ningún filtro ideológico ni político", pudiera presentar de nuevo a Mussolini no como un monstruo histórico, sino como un protagonista empático. Ruth Ben-Ghiat, una académica especializada en fascismo de la Universidad de Nueva York, la describió como síntoma de la "rehabilitación" de Mussolini.

"La historia del fascismo es una historia de dictadura, de veneración a su líder", comentó Ben-Ghiat. "Este libro es parte de un fenómeno que está resucitando el culto al líder".

Scurati, quien se autodescribe como antifascista, sabía que caminaba por una delgada línea ideológica con su libro, el cual busca captar la fascinación que Mussolini ejerció sobre los italianos sin caer víctima de esta. Scurati asegura que el libro es una lección de historia antifascista disfrazada de novela.

"Si el fascismo era la maldad, si llevó la maldad a Italia y Europa, eso debe surgir con naturalidad en la narración", explicó.

La novela inicia en 1919 con una Italia desmoralizada por la posguerra, donde se registra el improbable ascenso de los fascistas al poder. Describe los asesinatos de los líderes socialistas a mitad de la noche y el rapto y homicidio de Giacomo Matteotti, el oponente que más alzó la voz en contra de los primeros fascistas, pero también episodios íntimos, como la preocupación de Mussolini por su hijo enfermo. Culmina con el discurso de Mussolini del 3 de enero de 1925 en el Parlamento, considerado por los historiadores como la inauguración de su régimen autoritario.

Scurati dijo que le surgió la idea de escribir este libro hace unos cinco años, mientras investigaba para su novela "Il tempo migliore della nostra vita" ("La mejor época de nuestra vida"), sobre el antifascista Leone Ginzburg, y vio videos de discursos de Mussolini. Scurati señaló que los italianos habían visto esos videos "demasiadas veces, tantas que en realidad ya no los vemos".

En Italia, Mussolini nunca ha tenido el mismo estigma que Adolf Hitler en Alemania. El dictador, al que aún se le conoce como "Il Duce", tuvo un amplio apoyo público durante las dos décadas de su mandato a pesar de haber perseguido a antifascistas y judíos. En estos días, algunas personas en Italia están dispuestas a ignorar estas situaciones para realzar la estabilidad social que se percibe de la era fascista.

En la memoria colectiva, "Italia siempre se presenta como un mal menor en comparación con la Alemania nazi", comentó Ben-Ghiat. "Por esta razón, los italianos pueden decir: 'Bueno, no éramos tan malos. No fuimos los arquitectos del Holocausto'".

Hoy, Mussolini es menos tabú. Matteo Salvini, el ministro del Interior de Italia y líder del partido político en el poder, a veces lo cita. Mientras tanto, los grupos neofascistas italianos -los cuales están atrayendo a muchos jóvenes, según expertos- marchan con frecuencia en ciudades de toda Italia.

En febrero, una comedia negra llamada "Sono tornato" ("Estoy de regreso") representó el regreso a la vida de Mussolini como una sensación de TV y de YouTube (fue una adaptación de la película alemana "Ha vuelto", basada en una novela satírica en la que reaparece Hitler en la Alemania actual). La villa de Mussolini, al este de Italia, se ha vuelto un lugar popular para celebrar matrimonios, mientras que su tumba en Predappio atrae a visitantes.

Scurati dijo que había sido bombardeado con cartas de jóvenes lectores que estaban entusiasmados por haber leído un libro que había captado su interés más que las clases de historia en la escuela. Scurati ahora planea una trilogía que terminará con la muerte de Mussolini en 1945.

"Los jóvenes no provienen de la cultura del fascismo ni de la antifascista", comentó Antonio Tricomi, profesor de Literatura de la Universidad de Urbino, y quien también enseña en bachillerato. Tricomi mencionó que él usualmente batalla para hablar sobre fascismo con sus estudiantes más jóvenes, porque esa época histórica bien podría ser para ellos "la Edad Media".

Sin embargo, Tricomi no se muestra tan optimista respecto de la novela. "No me sorprendería que una buena parte de los lectores de este libro lo vayan a comprar no porque compartan los sentimientos antifascistas del autor, sino porque simpatizan con Mussolini", opinó Tricomi.

ANTIFASCISTA
Antonio Scurati asegura que el libro es una lección de historia antifascista disfrazada de novela.

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