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Asumió este martes en reemplazo de su excolega en el mundo privado Felipe Irarrázabal:

Ricardo Riesco, el abogado que vio caer el Muro de Berlín, llega a liderar la Fiscalía Nacional Económica

domingo, 16 de diciembre de 2018

Nicolás Durante Parra
Economía y Negocios Domingo
El Mercurio

Jugador de tenis y fútbol, además de asiduo seguidor de series, Riesco, normalmente alejado de las primeras páginas, viene de una familia ligada a la política: es hijo del exembajador en Alemania occidental durante el régimen militar, Ricardo Riesco Jaramillo, y hermano del actual subsecretario del Medio Ambiente, Felipe Riesco, ahora tiene una tarea no menor al mando de la fiscalía económica.



Habían pasado siete días desde su cumpleaños número 14 cuando Ricardo Wolfgang Riesco Eyzaguirre vio caer el Muro de Berlín, que separaba a Alemania -y al mundo- en dos. 29 años después, ahora con 43 años y viviendo en Chile, el abogado se convirtió este martes en el nuevo fiscal nacional económico en reemplazo de Felipe Irarrázabal.

Riesco nació en Bonn, Alemania, pero vivió en dicho país solo entre sus 13 y 15 años, cuando su padre, Ricardo Riesco Jaramillo, doctor en Geografía de la universidad de dicha ciudad, fue designado embajador durante el régimen militar en Bonn, entre los años 1987 y 1990. Por lo mismo, Riesco, además de español e inglés, entiende alemán. Eso sí, su padre no es el único con vinculación a cargos públicos. Su hermano, el abogado Felipe Riesco, fue designado este año como subsecretario del Medio Ambiente del gobierno de Sebastián Piñera. Y ahora él será el tercer integrante de los Riesco en tomar un cargo con alta exposición pública, algo que, reconocen en su círculo, no es una posición que le acomode particularmente, pero sabe que es algo que viene con el cargo de fiscal económico. Además, no milita en ningún partido político.

El nuevo mandamás del organismo antimonopolio se tituló con distinción máxima como abogado en la Universidad Católica, donde tuvo como profesores a Víctor Vial y Arturo Yrarrázabal; además, tiene un Master in Laws de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, donde también ejerció como profesor visitante entre 2017 y 2018, justo antes de su nombramiento, pero donde no hizo clases, sino que fue a investigar y actualizar sus conocimientos y conocer nuevas tendencias de libre competencia en el mundo.

Jugador de fútbol y tenis y seguidor de varias series

Su vínculo con la academia no es nuevo, ya que antes de su salida en 2017 del estudio Philippi, Yrarrázaval, Pulido & Brunner (hoy Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría) -del que habría salido por no estar cómodo con el nuevo modelo de fusión como estudio global- se desempeñó como profesor en universidades chilenas y extranjeras, además de escribir 19 artículos legales en Chile, España, Estados Unidos y Ecuador, y ha sido conferencista en Chile, Perú y Brasil. Otra de sus experiencias internacionales fue a mediados de la década pasada, cuando era parte del equipo colaborador en la elaboración del Doing Business del Banco Mundial.

Casado con María Paz Larraín, hija del expresidente del Banco Santander Mauricio Larraín, tiene cuatro hijos, juega fútbol y tenis y por estos días está leyendo el libro "Sapiens", de Yuval Noah Harari. En cuanto a series, sigue varias, pero la última que vio en Netflix fue la alemana Dark, que trata de la desaparición de un niño que lleva a cuatro familias a una frenética búsqueda, mientras descubren un misterio que abarca tres generaciones.

Quienes lo conocen lo definen como alguien extrovertido -aunque pareciera ser más bien reservado-, muy divertido y con un amplio círculo de amigos. Asimismo, destacan sus capacidades como litigante y estratega en cada uno de sus casos. Un abogado que ha sido contraparte en un caso de libre competencia recalca que nunca ha visto a Riesco enojado, y que es un hábil negociador. "Si va a pelear, lo va a hacer siempre en buena lid, y eso es un sello característico de él. Además, es alguien que sabe escoger muy bien sus batallas", dice otro abogado de la plaza.

Sus casos emblemáticos: Asfaltos, la guerra del plasma y John Malone

Sus primeros cuatro días como fiscal nacional económico fueron frenéticos. Desde que llegó, empezó a reunirse con cada uno de los jefes de las distintas divisiones de la FNE. Además, el miércoles al mediodía se reunió con Enrique Vergara, presidente del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), y este viernes se juntó con todos los funcionarios de la fiscalía para presentarse y entregar sus primeros lineamientos como fiscal. El mismo viernes, la FNE aprobó, con condiciones, la compra del CDF por parte de Turner, aunque Riesco no fue quien firmó, sino que fue Felipe Cerda, como fiscal nacional económico subrogante.

Es que Riesco se cruzó muchas veces con la FNE en sus años como abogado en los estudios Claro y Cía.; Philippi Yrarrázabal Pulido & Brunner Abogados; y Philippi Prietocarriroza Ferrero DU & Uría Abogados, siempre relacionado con el campo de la libre competencia.

De sus casos emblemáticos aparece el bautizado como "La guerra del plasma", que protagonizaron el Banco de Chile contra Almacenes París y Falabella, donde Riesco y Felipe Irarrázabal representaron al holding de Horst Paulmann. Asimismo, Riesco fue uno de los primeros abogados en representar un caso con delación compensada, cuando en medio del proceso Asfaltos en 2014, y representando a Enex, del grupo Luksic, esta última se acogió a la delación para desmantelar el cartel.

También defendió a John Malone, controlador de Liberty Global, en el primer caso presentado por la FNE por incumplimiento de condiciones impuestas por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC). Esto, luego de que Malone se hiciera controlador de DirectTV, tras la fusión de VTR con Metrópoli. En este caso, Riesco fue particularmente crítico con el fiscal económico de la época, Enrique Vergara, hoy presidente del tribunal especializado.

"Esta parte sinceramente no logra comprender el afán y empecinamiento del señor fiscal en perseguir el supuesto incumplimiento por parte del señor Malone a una condición impuesta por este tribunal, cuando es de público conocimiento que el señor Malone no intervino en el proceso de consulta supuestamente infringido", se lee en uno de los escritos firmados por él en 2008.

Su rechazo a la sanción penal en libre competencia

Otro de los episodios donde Riesco hizo pública su opinión fue en plena tramitación de la última modificación al Decreto Ley 211, que regula la libre competencia, e incluso fue parte de un consejo de expertos de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) y de otro del Colegio de Abogados.

Uno de los puntos que más contravino el ahora fiscal fue la sanción penal que se imponía al delito de colusión. "Hoy nadie duda que la colusión es, por lejos, el peor de los atentados contra la libre competencia. La colusión es un 'acto de terrorismo económico' que socava gravemente las bases mismas de la economía social de mercado y genera enormes daños en la variedad, calidad y en el precio de los productos y servicios que los consumidores demandamos", dijo en una columna de opinión publicada en el diario Pulso. Allí agregó que "sin perjuicio de lo evidentemente reprochable de la colusión y del 'ánimo castigador' que todos llevamos dentro -y que se ha instalado en nuestra sociedad como reacción a la sensación de 'abuso generalizado', fruto de las desigualdades de nuestro país- , cabe legítimamente preguntarse si la criminalización de la colusión cumplirá con el objetivo esencial de toda legislación de libre competencia: que idealmente no existan colusiones en los mercados o, en su defecto, que estas sean las menos posibles, detectándose y desbaratándose en forma rápida y efectiva".

Otro de los puntos que le complicaban a Riesco también tenía que ver con la posibilidad de doble sanción en casos donde se involucre el Sernac. "Me preocupa sobremanera la interacción entre las multas (...), dado que una misma conducta puede ser multada a la vez por el Sernac y por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC)", dijo a El Mercurio en febrero de 2016.

En medio de la discusión por la actualización del DL 211, Riesco se mostró públicamente crítico de la sanción penal para el delito de colusión.

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