ONU proyecta que migrantes venezolanos alcanzarán los 5,3 millones a fines de 2019
sábado, 15 de diciembre de 2018
José Tomás Tenorio Labra
Internacional
El Mercurio
La Acnur y la OIM coordinarán una iniciativa de apoyo tanto a los inmigrantes como a los países de acogida. El plan regional requerirá de US$ 738 millones y se enfocará en asistir a los más necesitados, en su protección e integración, entre otros.
El mayor flujo migratorio de la historia reciente de Latinoamérica no parece encontrar freno. Hasta dos millones de personas abandonarían Venezuela durante el próximo año, con lo que el total de inmigrantes que huyen de la crisis venezolana con destino a otros países de la región alcanzaría los 5,3 millones a fines de 2019, anunció ayer la ONU, tras lanzar un proyecto de cooperación para abordar el problema. El éxodo venezolano representa hoy una situación "urgente" y "compleja", "la cual evoluciona con mucha rapidez, y con la necesidad de que las comunidades de acogida reciban apoyo", aseguró el jefe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi, tras participar del lanzamiento del Plan Regional de Respuesta para Refugiados y Migrantes (RMRP, por su sigla en inglés). "Es ahora vital que estabilicemos la grave situación humanitaria que afecta a los millones de venezolanos en búsqueda de protección y albergue en todo el continente", agregó. El RMRP, que será coordinado por la Acnur y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), buscará abordar de forma conjunta el flujo diario de 5.500 salidas desde Venezuela, que ha elevado drásticamente la cantidad de inmigrantes del país caribeño en América Latina durante los últimos años. Si en 2015, cuando el país había entrado en una profunda crisis, el número de venezolanos que se habían instalado en otras naciones era de 123.000, dos años después saltó a 1,2 millones, y se calcula que este año cerrará en 3,3 millones de personas. Sin embargo, el gobierno Nicolás Maduro niega que exista un éxodo desde su país. Enfrentados a una hiperinflación, que, según el Fondo Monetario Internacional, llegará a 1.350.000% en 2018 y a 10.000.000% en 2019, y a una escasez generalizada de alimentos y medicinas, muchos venezolanos se han visto obligados a huir en condiciones precarias. Como la mayoría de estas personas están necesitadas de ayuda y no tienen previsiones de retorno a su país en el corto o mediano plazo, Acnur y la OIM trabajarán en cooperación con 95 organizaciones en los 16 países involucrados, en la primera operación humanitaria de este tipo que realizará la ONU en Latinoamérica. De esta forma, el RMRP se enfocará en cuatro áreas claves: asistencia de emergencia directa, protección, integración socioeconómica y cultural y fortalecimiento de las capacidades en los países de acogida. El proyecto, que requerirá una financiación de US$ 738 millones para 2019, tiene como objetivo brindar atención a 2,7 millones de personas, de las cuales 2,2 millones son venezolanas y 500.000 gente de las comunidades receptoras. A cada país se le destinarán los recursos acordes con la cantidad de venezolanos que acogen, con Colombia y Perú como los mayores beneficiarios al ser los países más impactados por la crisis migratoria (ver infografía). "Este plan es un llamamiento a la comunidad de donantes, entre ellos, diversas instituciones financieras internacionales y actores de desarrollo, los cuales pueden jugar un rol fundamental en la situación actual, para que aumenten su apoyo a refugiados y migrantes en la región y en las comunidades de acogida que le han abierto los brazos", aseguró Eduardo Stein, representante especial de la Acnur y la OIM para los refugiados y migrantes venezolanos, en rueda de prensa. "Los venezolanos que conocí durante mis visitas hablaron de hambre, de la falta de acceso a cuidados médicos, de inseguridad, amenazas, temor. Son familias, mujeres solas, niños, jóvenes, todos ellos en condiciones de extrema vulnerabilidad. La única opción que tuvieron fue irse del país", agregó Stein. Por su parte, el director general de la OIM, Antonio Vitorino, dijo que el objetivo de la iniciativa es "reconocer la necesidad de los venezolanos de ser productivos en los países donde están". Para ello, agregó, deben tener acceso al mercado del trabajo, al reconocimiento de sus cualificaciones y a servicios sociales esenciales, como educación, salud y vivienda. "Los últimos análisis de la población revelan un preocupante aumento en la vulnerabilidad de los refugiados y migrantes de Venezuela, que afecta en particular a los menores y las mujeres en tránsito. Requieren una mayor y oportuna prestación de asistencia humanitaria y protección para prevenir riesgos adicionales. Las comunidades de acogida han mantenido, en gran medida, una política de puertas abiertas encomiable y han demostrado solidaridad hacia los refugiados y migrantes de Venezuela; sin embargo, su capacidad de recepción está bajo presión, requiriendo una respuesta robusta e inmediata", dijo a "El Mercurio" Olga Sarrado, vocera en asuntos venezolanos de Acnur. Un plan de ayuda conjunta, además, facilitará una mejor integración de los inmigrantes venezolanos en los países en que se encuentre, ya que si bien "la solidaridad en la región ha sido ejemplar, la discriminación y la xenofobia están tomando fuerza en las comunidades de acogida, aumentando la estigmatización y poniendo en riesgo la integración de los refugiados y migrantes de Venezuela. Se requieren con urgencia tanto una ampliación de la asistencia humanitaria, como un mayor apoyo a los mecanismos de inclusión socioeconómica", comentó Sarrado. Además de las carencias humanitarias, el plan de apoyo abordará temas como regularizaciones de los inmigrantes y refugiados, acceso a servicios básicos y educación.
