Dólar Obs: $ 953,75 | -0,27% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.232,24
IPC: 0,40%
Psicología:

Bajar las expectativas ayuda a lidiar con el estrés de fin de año

viernes, 14 de diciembre de 2018

C. G.
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

La presión social por pasarlo bien y estar lleno de panoramas en esta época termina jugando en contra y puede afectar la dinámica en la familia.



Diciembre nunca llega solo. Irritabilidad, angustia, ansiedad, dolores de cabeza, insomnio y cansancio excesivo son algunas de las molestias que el estrés de fin de año suele provocar en las personas. Un período en el que se acumulan compromisos familiares, laborales y sociales, celebraciones, cenas y toda la actividad asociada a Navidad y Año Nuevo.

"Hay un montón de factores que están implicados en la respuesta al estrés en esta época del año. Lo importante es identificarlas para tomar mejores decisiones y fomentar el autocuidado al interior de la familia", enfatiza la psicóloga Alejandra Rossi, investigadora del Laboratorio en Neurociencia Cognitiva y Social de la U. Diego Portales.

Padres, hijos y abuelos enfrentan esta etapa de manera diferente, lo que puede afectar las dinámicas familiares.

"Normalmente, el error es comprometerse en muchos ámbitos; algunas cosas que pueden parecer entretenidas al inicio, pueden terminar siendo una carga porque la persona se ve sobrepasada", dice Viviana Tobar, psicóloga de la Clínica U. de los Andes.

"Si los papás van a pedir ayuda a los abuelos para cuidar a los niños, por ejemplo, no deben sentir que es una obligación de parte del otro. Ni los abuelos pensar lo mismo". Aprender a decir que no a las actividades que no podemos asumir y no sobreexigirse es fundamental en este período.

Al respecto, Rossi agrega que no hay que obligarse a hacer cosas por la presión social, sino porque efectivamente motiva hacerlo. "Eso va dejando más tiempo para dedicar a lo que nos gusta o nos relaja".

Según la especialista, esto va de la mano con bajar las expectativas que predominan en esta época. "Hay una presión social por pasarlo bien, estar contento y lleno de panoramas. Al final, eso se transforma en un estresor más y en una expectativa poco real que nos juega en contra".

Lo mismo sucede con el consumo, que se dispara en este período. "Es bueno cuestionarse sobre esta práctica, porque es una presión social y financiera que termina estresando aún más", añade Rossi.

Hacer este análisis también beneficia a los más pequeños, ya que suelen repetir los patrones de consumo de los adultos. Y las expectativas también. "Al acostumbrarlos a tanto regalo, por ejemplo, los niños terminan teniendo una respuesta ansiosa a lo que recibirán en esta fecha".

Las especialistas concuerdan en que es necesario aprender que se puede disfrutar esta época, de manera más simple.

"No todo tiene que ser regalos y grandes actividades; a veces, juntarse a armar el árbol de Navidad o hacer galletas o tarjetas para regalar, generan instancias para compartir y relajarse", sugiere Viviana Tobar.

Planificar las actividades, jerarquizar y priorizar aquellas tareas que pueden delegarse o descartarse, ayuda a limitar las actividades a las estrictamente necesarias. Eso pasa también por alejarse un poco del celular y las redes sociales. "Si no hay nada urgente, dejar el celular cerca, pero enfocarse en lo que se está haciendo. Estar pendiente de muchas cosas termina cansando más".

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia