Hace poco más de un mes, la italiana Atlantia, ligada a la familia Benetton, y la española ACS, relacionada con el empresario Florentino Pérez, tomaron control efectivo de Abertis, la operadora de autopistas que en Chile tiene seis operaciones, concretando un matrimonio por conveniencia para evitarse una guerra de OPA. La luna de miel fue más corta de lo esperado por todos. En pocas semanas han sido varios los desencuentros. La negativa de la italiana a entregar más protagonismo al también presidente del Real Madrid para contrapesar el embate del colapso del puente en Génova que enfrenta la primera. El timonel de ACS también estaría siendo poco gravitante en decisiones como la definición del gobierno corporativo de Abertis. Se avecina que también habrá tensiones en el diseño del plan global estratégico de la compañía. Y las desavenencias llegaron también a Chile y no se dieron en un contexto cualquiera, sino que en la segunda mayor concesión vial desde AVO II: la relicitación de la ruta Los Vilos-La Serena, que involucra más de US$ 500 millones. Las diferencias de criterio entre las europeas dejaron a Abertis, la actual operadora de la ruta, fuera del proceso, pese a que todos contaban con que iría a la puja por la operación que al año reporta ingresos por unos US$ 40 millones. Sin embargo, pese a que el viernes 6 de diciembre los ejecutivos de Abertis llegaron hasta el auditorio del MOP donde se recibieron las ofertas, no entregaron el material cuyo diseño, se calcula, les demandó del orden de US$ 2 millones. Sacyr, también española, corre en solitario, pese a que 19 firmas compraron las bases del proceso que se resolverá este 26 de diciembre. "Fue público y notorio que hubo otro interesado que alcanzó a llegar, pero que por problemas internos en su control societario desistió de participar", dijo a la salida del acto el coordinador de Concesiones, Hugo Vera, dando luces de lo que sucede aguas arriba en Abertis. Atlantia declinó desde Roma referirse a la pérdida de esta ruta y la administración de Abertis en Chile dijo que no puede comentar las decisiones de sus accionistas acerca de este proyecto que incluye habilitar con nivel de autopista el tramo de la Ruta 5 entre Coquimbo y La Serena, lo que supone retos de ingeniería y de impacto social, que elevan el riesgo de la iniciativa, algo que también explicaría la baja convocatoria del concurso. Sin embargo, en el mercado comentan que varios elementos podrían haber complotado para que Abertis no se presentara. Entre ellos, el rol que habría jugado Dragados, la constructora ligada a Florentino Pérez, que le habría propuesto a Abertis ir en conjunto, sin contar con la venia de Atlantia, que en Chile también controla Grupo Costanera, que opera autopistas urbanas y que actúa junto a otras constructoras. Que la licitación se haya producido en medio de la toma de control habría impedido la revisión adecuada de una propuesta que para los nuevos dueños no era fácil, ya que esta era la primera licitación a la que Abertis se presentaba en Chile, ya que todos sus activos a nivel local los compró estando ya en operación.