El número de pobres en Brasil aumentó a 54,8 millones, un 26,5% de la población total, informó ayer el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE). Las cifras significan un incremento de 2 millones de personas, ya que en 2016 52,8 millones de brasileños vivían en la pobreza. El aumento se debe a la profunda recesión que sufrió el país de 208 millones de habitantes entre 2015 y 2016, cuando el PIB se contrajo 3,5% cada año. Según el IBGE, casi la mitad de los pobres están en la región noreste, donde alcanza el 44,8% de la población. Los datos del estudio están basados en parámetros del Banco Mundial, que considera en situación de pobreza a aquellos ciudadanos que sobreviven con hasta US$ 5,5 al día o menos de 406 reales al mes (unos US$ 127 dólares al tipo de cambio promedio de 2017). Según el IBGE, la extrema pobreza, aquellos que viven con menos US$ 1,90 al día, pasó de 13,5 millones en 2016 a 15,2 millones en 2017, el 7,7% de la población. "La renta del trabajo compone la mayor parte de la renta familiar. La tasa de desempleo siguió elevada en ese año, por eso la pobreza aumentó", dijo a O Globo el responsable del estudio, André Simões. El documento revela un aumento de más 6,2 millones de desempleados entre 2014 y 2017, del 6,9% al 12,5%. El estudio destacó también el alto índice de desigualdad en la mayor economía sudamericana: en 2017, el 10% más rico ganó unas 17,6 veces más que el 40% más pobre.