Tensiones entre las potencias dominan el G20, pese a los llamados de Macri a la unidad
sábado, 01 de diciembre de 2018
Nicolás García de Val Enviado Especial
Internacional
El Mercurio
Buenos Aires La guerra comercial entre China y Estados Unidos y las críticas a Rusia por el último enfrentamiento con Ucrania marcaron la agenda del primer día de reunión. El gran temor de los organizadores es que las diferencias impidan un acuerdo final.
"Nunca había visto nada así", dice Rodrigo Daskal sobre los 22.000 agentes de seguridad desplegados en Buenos Aires y que tienen totalmente aislada su panadería de Palermo. El Presidente argentino, Mauricio Macri, no ha escatimado esfuerzos para lograr que la cumbre de líderes del G20 (las veinte mayores economías del mundo) que organiza sea un éxito, pero el mayor riesgo para el evento no parecen ser los posibles actos de violencia externos, sino las disputas entre sus miembros más poderosos. "La esencia del G20 es el diálogo, los llamo a que trabajemos juntos para enfrentar los desafíos actuales y que debatamos", pidió Macri en la primera sesión plenaria. La gran disputa es la abierta entre EE.UU. y China a raíz del conflicto comercial impulsado por el Presidente Donald Trump, con la idea de recortar el déficit comercial con Beijing. El republicano acusa a su par chino, Xi Jinping, de aprovecharse de su país, por lo que este año estableció nuevas tasas a las importaciones de Beijing por un valor de US$ 250.000 millones y amenazó con duplicarlas. El gigante asiático impuso sus propios aranceles a productos norteamericanos por unos US$ 110.000 millones, dejando claro que la guerra estaba desatada. "Estamos trabajando muy duro. Si podemos hacer un trato, que sea bueno. Creo que ellos (los chinos) quieren, creo que nos gustaría. Hay algunas buenas señales. Veremos qué pasa", dijo Trump ayer. Pero unas horas antes su vocera, Sarah Huckabee Sanders, había criticado las "políticas económicas depredadoras de China". El mandatario se reunirá hoy en la noche con Xi, pero si la cumbre del APEC -donde el vicepresidente estadounidense Mike Pence criticó directamente al líder chino- fue un atisbo de lo que podría ocurrir, la cena será extremadamente tensa. Precisamente, el tema del comercio global fue uno de los ejes centrales de la primera sesión plenaria, junto con el Acuerdo climático de París, que EE.UU. abandonó el año pasado. La discusión se centró, en gran medida, en qué idioma utilizar en la declaración final sobre estos dos asuntos para que Washington la acepte, según dijo a "El Mercurio", en condición de anonimato, un funcionario europeo presente en la cita, mientras salía corriendo del lugar camino al Teatro Colón, donde anoche se realizó una gala de honor a los asistentes de la cumbre. Luego de un show que recorrió los diferentes ritmos y paisajes del país, Macri se levantó emocionado de su asiento y, mientras aplaudía, comenzó a llorar. Citas canceladas La otra bilateral de Trump que había generado expectativas era la que sostendría con el Presidente ruso, Vladimir Putin, pero el estadounidense canceló la cita poco antes del inicio de la cumbre debido a la captura de tres buques ucranianos y la detención de sus 24 tripulantes por parte de Moscú el fin de semana pasado. Putin no se refirió ayer al tema, pero criticó la "maliciosa práctica ilegal" de aplicar sanciones económicas unilaterales, según la agencia de noticias RIA Novosti. El mandatario no mencionó nombres, pero su mensaje era una clara alusión a su par estadounidense, que ha impuesto varias rondas de sanciones contra Moscú por la anexión de la península ucraniana de Crimea en 2014 y su supuesta injerencia en las presidenciales de 2016 en EE.UU. En su intervención, el ruso también defendió el multilateralismo, uno de los pocos temas en los que todos los presentes en la cumbre -con excepción de Trump- concuerdan. La esperada cita entre Trump y el príncipe saudita, Mohammed bin Salman, tampoco se concretó. El heredero está envuelto en la crisis desatada por el presunto asesinato del periodista Jamal Khashoggi, quien desapareció el 2 de octubre en el consulado saudita de Estambul. Turquía está convencida de que el príncipe ordenó matar al columnista de The Washington Post, la CIA ha asegurado que, al menos, tuvo algo que ver en el caso y las potencias occidentales han exigido a Riad que investigue a fondo. Trump, en tanto, ha negado que el heredero saudita haya estado involucrado. Lograr un acuerdo Las tensiones entre EE.UU. y varios de sus socios han puesto en duda que se pueda llegar al tradicional comunicado final de la cumbre, firmado por todos los presentes. "Hay un buen avance", dijo ayer el canciller argentino, Jorge Faurie, a los periodistas congregados en el Centro Costa Salguero, donde se realiza el evento diplomático. "El documento todavía está siendo negociado. Es un proceso largo de conciliar posiciones y para lo que todos deben ser un poquito menos ambiciosos", dijo el jueves en la noche al canal TN. El tema del comunicado final es clave. Los expertos concuerdan en que Macri necesita que se firme, y que la cumbre transcurra sin problemas, para poder decir que fue un éxito, pero la imprevisibilidad de Trump ha hecho que el acuerdo sea puesto en duda. Macri sabe que no puede dejar nada al azar y por eso ha blindado la ciudad. Del resultado de este evento depende, en gran medida, el futuro de sus esfuerzos por reinsertar a Argentina en el mundo.
