Portando banderas rojas y tocando tambores, partidos de izquierda, organizaciones sindicales y entidades de derechos humanos salieron ayer a marchar en el centro de Buenos Aires en contra de la cumbre del G20, bajo un fuerte operativo de seguridad. Con críticas al FMI y a los gobernantes de derecha que asisten al evento, los manifestantes se desplazaron a lo largo de 10 cuadras, hacia el Congreso argentino, alejados de la zona donde se lleva a cabo el encuentro. Las calles de la ciudad estaban fuertemente custodiadas y semidesiertas debido a un vasto operativo policial para proteger la cumbre. El gobierno dispuso un asueto especial, además de cortes de accesos a Buenos Aires y un enorme despliegue preventivo de fuerzas de seguridad.