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Encuesta Nacional Bicentenario 2018, Pontificia Universidad Católica y GfK Adimark:

Casi el 70% de los chilenos percibe que tiene una mejor vida que la que tuvieron sus padres en ingresos, vivienda y trabajo

domingo, 25 de noviembre de 2018


Economía y Negocios Domingo
El Mercurio

En este capítulo de la encuesta, que ahonda en temas de movilidad y confianza social, queda en evidencia la sensación de progreso general que sienten las actuales generaciones respecto del Chile que vivieron sus progenitores, a diferencia de lo que se percibe en Estados Unidos y algunos países de la Unión Europea en que prima una sensación de empobrecimiento de la clase media.



"Lo más relevante es esta sensación de progreso intergeneracional, que muestra un período único en la historia de Chile. Probablemente no vamos a tener otro período en que podamos observar estos niveles de crecimiento. Fue una mezcla de políticas económicas, de una transición política -que creo fue ejemplar-, y una paz social, pese a que ha habido conflictos. Se juntó una serie de características que es difícil que se den en la historia de los países en conjunto. Esto que pasó también está marcando la visión que los chilenos tienen del futuro, pues son más escépticos ahora. No creen que se va a producir de nuevo lo que ya vivimos, y quieren cuidar lo que ya obtuvieron".

La oración es de Roberto Méndez -profesor de la escuela de gobierno de la UC y exdirector de Adimark- y resume los resultados que arrojó la versión 2018 de la Encuesta Bicentenario en materia de expectativas, movilidad y confianza social.

La investigación -elaborada por el Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica y el Instituto de Sociología de este plantel, en alianza con GfK Adimark- muestra que la gente, de forma muy mayoritaria -casi el 70%-, siente que su vida, en diversos aspectos, es mejor que la que alcanzaron sus padres a la misma edad. Por ejemplo, en el ámbito económico, un contundente 67% estima que es mucho mejor su nivel de ingresos; 65% así lo estima en cuanto a la casa que tiene; 61% frente al trabajo, y en el ámbito familiar, 68% estima que su vida hoy día es mejor o mucho mejor.

Además, si se comparan estas mismas consultas con la encuesta de hace una década, todas las respuestas muestran saltos significativos: 67% que contestó que su nivel de ingreso es mejor o mucho mejor se compara con solo el 47% que así lo creía en 2007 (ver infografías).

"El fenómeno social más importante que ha ocurrido en Chile en los últimos 30 años es esta mejora en las condiciones de vida de la sociedad, que hizo aparecer esta inmensa clase media que hoy día domina numérica y culturalmente", agrega Méndez, quien plantea que esto es propio de los países que se beneficiaron del libre comercio y globalización -Chile, China, India- y que contrasta con la experiencia del mundo desarrollado, por ejemplo, en Estados Unidos y algunos países de la Unión Europea, en que se percibe una sensación de empobrecimiento de la clase media.

Expectativas se atenúan respecto del futuro

La encuesta también consultó por las metas país, de cara a los próximos 10 años, observándose expectativas al alza de llegar a ser un país desarrollado, de reducir la desigualdad de ingresos o de detener el daño al medio ambiente. Es más: hay diferencias significativas en estos dos últimos aspectos frente a resultados anteriores. El 32% contesta que Chile habrá alcanzado o avanzado en reducir la desigualdad de ingresos, frente a solo el 28% que así lo creía en 2017, y en medio ambiente, se observa la mayor cifra de la década (39%).

No obstante, en pobreza, los resultados son menos halagüeños. Por un lado, disminuye la percepción sobre la capacidad de Chile de eliminar la pobreza de aquí a 10 años (baja de 34 a 32%), y también bajan otros ítems vinculados a este tópico. Hay un descenso significativo entre quienes creen en la probabilidad de que un pobre salga de su condición de pobreza, de 17% en 2017 a solo 13% en esta versión 2018 de la encuesta y, por contrapartida, sube quienes le asignan una baja o muy baja probabilidad de que ello ocurra (de 50% a 52%). También desciende quienes creen en la chance de que una persona que tenga un negocio pueda convertirlo en una empresa grande y exitosa.

Para Méndez, uno de los creadores de la encuesta, esto es síntoma de que tras ese progreso tan grande se han atenuado las expectativas, hay mayor escepticismo con respecto del futuro, "y de las probabilidades de que volvamos a repetir este ciclo tan virtuoso que fueron los últimos 30 años", dice. Entre otras razones, por la sensación de amenaza cuando la globalización y el libre comercio se ponen en peligro por una guerra comercial y una vuelta al proteccionismo, de hace 60 años. "Personalmente, creo como analista que es más sano una sociedad con expectativas más moderadas, que está consciente del progreso que ya ha alcanzado, pero que es más realista con respecto de lo que viene y de lo que podemos alcanzar hacia adelante".

Leonardo Moreno, director ejecutivo de la Fundación Superación de la Pobreza, cree que en el contexto en que las personas perciben la pobreza por ingresos, una explicación podría ser que las expectativas económicas se han deteriorado levemente en el último tiempo. También apunta a que está influyendo "una mirada correcta sobre la baja movilidad social y económica que existe en el país", que se condice con lo que muestra el último estudio de la OCDE, que advierte que la baja movilidad social en Chile es un tema pendiente.

A pesar de la aprobación de la ley de gratuidad en la educación, en la encuesta también baja el porcentaje de quienes creen en la probabilidad de que un joven inteligente pero sin recursos pueda ingresar a la universidad, lo que desciende de 49% a 43%, una diferencia significativa.

Para Méndez, refleja una incertidumbre de cómo va a ser la educación superior, debido a la sensación de duda sobre la subsistencia de algunos tipos de universidades. "Estamos viendo cómo numerosas universidades han estado cerrando los últimos años, ha habido quiebras, problemas, y quejas de los rectores. Esta reforma no completada al final ha creado más incertidumbre", estima.

"Lo más relevante es esta sensación de progreso intergeneracional, que muestra un período único en la historia de Chile (...). Esto que pasó también está marcando la visión que los chilenos tienen del futuro, pues son más escépticos ahora. No creen que se va a producir de nuevo lo que ya vivimos, y quieren cuidar lo que ya obtuvieron".
ROBERTO MÉNDEZ
PROFESOR DE LA ESCUELA DE GOBIERNO DE LA UC Y CREADOR DE LA ENCUESTA BICENTENARIO.

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