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Senador Juan Antonio Coloma, a una semana de las elecciones internas UDI:

"Entre dos buenos candidatos, opto por la nueva energía y la capacidad de formar equipos de Javier Macaya"

sábado, 24 de noviembre de 2018

Alicia Hamilton y Paula Valenzuela
Nacional
El Mercurio

Cuenta por qué ya no respalda a Jacqueline van Rysselberghe. Y recalca que esta elección es distinta a la de 2016, pues ninguno intenta cambiar los principios UDI.



El 6 de agosto, el senador por el Maule Juan Antonio Coloma (UDI) fue consultado acerca de las elecciones internas de su partido. La pregunta apuntaba a si apoyaría a Jacqueline van Rysselberghe o Javier Macaya, y su escueta respuesta fue: "Estoy en estado de reflexión". Dos meses después asistió a su primera actividad pública para respaldar al diputado, pero, hasta ahora -a una semana de las elecciones-, no había detallado la razón de su decisión.

Hoy, el expresidente de la UDI y único "coronel" activo admite que hace seis meses le propuso a la senadora que ella "protagonizara el cambio y le entregara el liderazgo a figuras más jóvenes", pero obtuvo una negativa y no logró concretar su plan.

-En 2016 fue un impulsor clave de la candidatura de Jacqueline van Rysselberghe, ¿qué cambió esta vez?

-Hace seis meses yo hablé con Jacqueline. Le dije que, tal como el mundo y Chile van cambiando, la UDI también necesitaba nueva energía. Le transmití que la UDI tiene historias muy valiosas, de lo cual me sentía muy orgulloso, pero que necesitaba un flujo de una mística. En ese momento no había candidatos. Ella no estuvo de acuerdo, prefería seguir en la lógica que estábamos. He sido parte de la formación de la UDI y si hay algo que he aprendido es a actuar con mucha libertad, y ahí están los méritos: tomar la decisión por lo que uno creía que le convenía al proyecto. Después surgió la campaña de Javier Macaya. Lo reconozco: lo pensé harto, no sabía cuál era su equipo, y luego me fui convenciendo. Yo nunca he planteado que las campañas de la UDI son contra alguien, son un ejercicio legítimo de libertades y de proyectos, y si gana el uno o el otro, seré el mejor colaborador en lo que me pidan. Pero, honestamente, a esta altura y entre dos buenos candidatos, yo opto por la mística, por la nueva energía y la capacidad de formar equipos de Javier Macaya.

-¿Qué pasó con la mística de estos dos años?

-Hay una opción de tener una nueva mirada que me atrae. Hay una opción de trabajar más en equipo, tener visiones más conversadas. No es que yo tenga un reclamo, no. Me influyó cuando viajamos con el Presidente Piñera a Europa: me tocó estar con Pablo Casado en España, con varios de los dirigentes de partidos de derecha de allá; he leído lo que está pasando en Francia. ¿Cuál es el gran mérito de los partidos más de derecha de Europa? Que han logrado hacer esa ecuación en donde, tomando la historia, son capaces de tener visión del siglo XXI con personas que encarnan este siglo. La gente joven en el mundo está votando por la derecha, y hay que encarnar en personas que la identifiquen. Yo no opté por Javier Macaya porque tenga una crítica en particular, tengo diferencias, pero lo que me mueve es pensar en la UDI del futuro.

-¿En qué momento empieza la distancia política con la senadora?

-He sido muy leal con ella, eso ha sido mutuo. Yo tengo la mejor relación, pero eso no me anula a pensar. El día que yo me anule a pensar lo que le conviene a la UDI, no estaré cumpliendo con mis ideales. Y estas son reflexiones políticas, particularmente de la derecha. Fuimos parte de un momento que fue importante y valioso, pero hoy uno tiene que pensar si eso es lo que debe seguir en los próximos años. Estas son elecciones donde nadie tiene nada asegurado, más del 80% del padrón no ha votado en otras elecciones; hay incertidumbre. Y quiero dar una respuesta a esa gente más joven que se incorporó a la UDI y quizás no ha tenido otras elecciones, pero tiene altas expectativas.

-¿Influyó la presencia de su hijo homónimo en la lista de Macaya como secretario general?

-Cuando hablé por primera vez con Jacqueline del tema, no había equipos. Luego, cuando vi que se formó el equipo, donde está Juan Antonio, se concretó la idea de que había un buen equipo, con personas que tenían las ideas de la UDI de siempre, pero con una nueva energía.

-¿La cita de la exalcaldesa con Jair Bolsonaro gatilló su apoyo a Macaya?

-Esperaba que perdiera Haddad, pero el ir debió haber sido parte de una discusión interna. Una cosa es esperar que un candidato gane y otra es identificarme con lo que dijo en la campaña; eso no me representaba.

-Dijo que hay decisiones que se toman "más en equipo". ¿No se sintió en equipo siendo su vicepresidente?

-He pedido que el presidente tiene que trabajar más en equipo. Eso no hace que no reconozca muchas cosas que se hicieron bien, de las que me siento parte. El refichaje funcionó de buena manera, las decisiones electorales no fueron las mejores, pero no la responsabilizo; son temas colectivos.

-Algunos critican una conducción personalista, ¿lo comparte?

-Ella tiene su carácter, y nadie lo va a cambiar, no sería bueno que lo hiciera. Se lo he planteado: me gustan más las decisiones sociabilizadas, en equipo.

-¿Ese carácter impedía este trabajo en equipo?

-Cada uno tiene su carácter. Hay liderazgos verticales, otros más horizontales, eso es parte de la sociedad.

-¿Cómo la definiría?

-Tiene carácter, y eso nunca ha sido una objeción.

-¿Le costó tomar la decisión de no apoyar a Van Rysselberghe?

-Sí. Estas cosas no son cómodas, para mí habría sido más fácil hacerme el leso, no haber dado opinión.

-Pero se demoró en decidir...

-Sí, porque hay que pensar las cosas, soy un poco impulsivo.

-¿Por qué ahora el militante apostaría por Macaya si en 2016 no respaldaron a Jaime Bellolio?

-Fue una situación muy distinta. Jaime planteó cambiar el concepto de partido en materia de principios. Y yo no estuve de acuerdo con eso. Dio un debate súper legítimo, pero era contraponer dos visiones. Siempre he creído que la gracia es coincidir en un diagnóstico y en la valoración de nuestra historia, pero con una energía nueva en su representación; eso es lo que tenemos hoy, ya no hay esa contraposición; la diferencia está en temas de equipo, de liderazgo, pero no respecto de lo que pensamos. Esta es una elección muy diferente.

-La elección de 2016 terminó siendo muy dura, ¿dejó secuelas?

-Como he estado en elecciones, sé que hay tensiones a posteriori , pero son cosas que hay que afrontar. El que haya elecciones reales y competitivas no tiene por qué ser malo. Es un espacio para reflexionar, cada cierto tiempo, lo que estamos haciendo.

-Usted habla de renovar energías, pero fue presidente de la UDI en dos oportunidades. ¿Ya no está de acuerdo con las reelecciones?

-La política no es 'un, dos, tres momia', no es que queden petrificados los escenarios...

-¿Cómo debe ser la relación del ganador con el Gobierno?

-No veo una diferencia copernicana entre ambas listas con respecto de la relación con el Gobierno. La UDI ha tenido una buena relación. El rol en el futuro es aportar nuevas ideas, que el Gobierno siempre sienta que la UDI es un elemento confiable.

-La senadora dice que hay ser capaces de plantear las diferencias...

-Lo más importante primero es tratar de desarrollar las coincidencias; ver cómo podemos coincidir e influir. La lógica de gobernar no es fácil y cuando haya un punto de distancia, ojala siempre plantearlo en privado; si es indispensable hacerlo en lo público, hacerlo público.

-¿Hay que ser más UDI que "piñerista"?

-Hay que tratar de vincular que el Gobierno tenga lo más posible los principios UDI; yo primero soy más UDI, de eso no cabe duda. Jaime Guzmán siempre fue muy contrario de que alguien hablara de que había un "guzmanismo", consideraba que ese era el fracaso total del proyecto, porque si se basa solo en personas, duran hasta esa persona.

-La senadora está convencida de su triunfo. ¿Y usted?

-Uno siempre debe tener humildad en las elecciones. He estado en muchas, me ha ido bien en todas, pero nunca me he sentido seguro.

-Si pierde Macaya, ¿sería el fin de la ascendencia de los "coroneles"?

-Esto de los "coroneles" es un invento periodístico, es bien gracioso. Se actúa con convicciones, con libertades, eso es. Lo que vaya a ocurrir no depende de uno, entonces ganar o perder influencia, no tengo idea. Si yo tengo influencia, debo ejercerla. He ganado y perdido, no seré moderno o antiguo, pero yo actuó por convicciones.

-Ambas listas tienen como fin instalar candidatos para las presidenciales. ¿Tiene algún nombre predilecto?

-Nuestra primera obligación es que al Gobierno le vaya bien y nunca he compartido esto de que a menos de un año de un gobierno, uno esté pensando en quién viene después. No quiero decir que el último año, pero habrá tiempo; afortunadamente hay alternativas.

-¿Deberá militar en la UDI?

-Yo espero que sí.

''Estas son elecciones donde nadie tiene nada asegurado; más del 80% del padrón no ha votado en otras. Hay incertidumbre".

''Nunca he planteado que las campañas de la UDI son contra alguien, (...) y si gana el uno o el otro, yo seré el mejor colaborador"

''Jaime (Bellolio) planteó cambiar el concepto de partido en materia de principios. Hoy no hay esa contraposición; la diferencia está en temas de equipo"

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