Un grupo de tres hombres armados con ametralladoras y granadas trató de tomar ayer el consulado chino en el puerto paquistaní de Karachi, un ataque que dejó un saldo de siete fallecidos, dos de ellos policías y un guardia de seguridad privado. El ataque fue reivindicado por el Ejército de Liberación de Baluchistán, que rechaza las inversiones chinas en la provincia y que publicó fotos de los tres hombres. Uno de los atacantes murió y los otros dos fueron abatidos por las fuerzas de seguridad. El canciller paquistaní, Mehmud Qureshim, calificó el atentado como "un intento cobarde de sabotear las relaciones sino-paquistaníes". China pidió a Pakistán que tome medidas para proteger sus instituciones en el país.