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LONDRES.- El fabricante automovilístico británico Land Rover, adquirido este año por el grupo indio Tata, informó hoy a sus empleados de que reducirá su producción por la desaceleración de la economía mundial.
La medida, que no contempla despido alguno y se basa en el recorte de turnos laborales, afectará a la fábrica de la compañía en Solihull (centro de Inglaterra), donde trabajan 5.000 personas.
Un portavoz de Land Rover, marca especializada en todoterrenos, rehusó precisar cuántos vehículos dejarán de fabricarse, pero indicó que se trata de un "pequeño porcentaje" de la producción anual de la empresa.
A partir del próximo mes y hasta finales de año, los modelos "Discovery" y "Land Rover Sport" sólo se fabricarán de lunes a jueves, de manera que los viernes se detendrá su producción.
Asimismo, la compañía interrumpirá en octubre el turno de noche para la fabricación del modelo "Range Rover".
Según el citado portavoz, las condiciones del mercado en el Reino Unido y EE.UU. son "muy desafiantes", mientras que las ventas del grupo británico siguen fuertes en China, Rusia, Brasil, Australia, Oriente Próximo y el norte de África.
Tata completó el pasado junio la adquisición de Land Rover y el también fabricante británico de automóviles Jaguar, que compró a la empresa estadounidense Ford Motor Company por US$2.300 millones.