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Mario Desbordes, reelegido presidente de Renovación Nacional (RN):

"Las contiendas electorales que se vienen van a tensionar las relaciones, y será la prueba de fuego para Chile Vamos"

domingo, 18 de noviembre de 2018

Eduardo Monrroy
Nacional
El Mercurio

El diputado dice que continuará con su rol "fiscalizador" del Gobierno, profundiza en la pugna con el senador Moreira (UDI) -la cual abordará en el comité político de mañana en La Moneda- y anuncia que pondrá en marcha un proceso para definir las banderas que unen a RN. "Lo de ser el partido más grande no se nos puede subir a la cabeza", advierte.



El presidente de Renovación Nacional (RN), Mario Desbordes, dice que, incluso dejando de lado la elección interna del partido, esta no fue una semana común. Hubo días en que incluso durmió dos horas, como cuando juró como abogado en la Corte Suprema, pese a que solo un rato antes había participado en la tramitación del Presupuesto 2019 en el Congreso.

Ahora, reelegido al mando de la colectividad, dice que trabajará para que RN siga siendo "el partido más grande y el más diverso". Para ello, estará enfocado en expandir el rol partidario en áreas como la sindical, estudiantil y migrante. Pero también, dice, bregará para mantener unido a Chile Vamos. Y a RN.

-¿Qué autocrítica realiza de estos meses al mando de Renovación Nacional?

-Nos ha faltado ser más cuidadosos en discutir los temas que nos toca conversar con el Gobierno más internamente y menos por los medios. Creo que también al Gobierno le ha faltado, sobre todo al principio, un poco más de complicidad con los partidos. Pero si uno hace un balance, esta relación Gobierno y partido es mejor que la de 2010.

También hemos intentado que RN se acostumbre a esta idea de ser el partido más grande, pero que al mismo tiempo eso no le dé preeminencia por sobre los demás partidos. Lo del partido más grande no se nos puede subir a la cabeza.

-¿Cuál es el desafío considerando los roces que a veces se generan por la diversidad del partido?

RN tiene tres posibilidades por delante. Una es ser un partido chico y ordenado, lo que significa que se van los liberales, conservadores o evangélicos. La segunda posibilidad es ser un partido grande, pero muy desordenado y dividido, en conflicto permanente, como fue RN en los 90. La tercera es ser un partido grande, diverso, donde haya armonía y respeto por esta diversidad.

Mi proyecto es trabajar por ese tercer posible RN que menciono.

Por lo mismo, empezaremos de inmediato un proceso de conversación a nivel nacional para que definamos aquellos puntos que nos unen a todos. Hay banderas comunes que nos unen, y esa es la "Roja de todos". Yo creo que va sobre todo en temas sociales, y eso es lo que hay que definir. Para ello haré una propuesta en un mes y medio.

Primaria con J. A. Kast

-¿Uno de los objetivos de la nueva directiva es potenciar eventuales precandidatos presidenciales?

-La primera tarea para tener candidato presidencial es que al Gobierno le vaya bien. Por lo tanto, la primera misión es trabajar y apoyar al Gobierno. No sacamos nada con empezar a nombrar a personas como presidenciables si nos va mal.

Creo que nuestros senadores son bastante destacados, y ahí hay tres liderazgos muy potentes. Dentro de los ministros, yo no solo les pido, sino que les exijo que se crean el cuento, que hagan bien su trabajo. Si en ese ejercicio se da la posibilidad de ser eventualmente candidato o candidata, también enfrentarán el desafío en su momento. Eso va a permitir que pongamos sobre la mesa, cuando conversemos con Chile Vamos, los nombres que RN propone. Porque estoy convencido de que el candidato de Chile Vamos debe salir de una primaria.

-¿Incluye ahí a representantes de derecha fuera de la coalición, como el exdiputado UDI José Antonio Kast?

-Yo esperaría que todos quienes se sienten de centroderecha o de derecha participen de esa primaria. Ojalá ahí estuviera José Antonio Kast. Si él insiste en ser candidato presidencial, espero que participe en nuestra primaria.

-¿Y cómo se proyecta usted en el partido?

-Mi objetivo en la política es lograr una reelección de diputado al menos. Mi segunda gran meta es tener un buen desempeño como presidente de RN. Tenemos que mantener el partido convertido en el más grande, y eso no es fácil.

En principio, no me proyecto más allá de un período, creo que sería riesgoso para mi eventual opción como diputado. Además creo que uno tiene que dejar espacio a otros.

-¿Podría ser una mujer quien le suceda?

-En RN va a haber una mujer presidenta, no tengo dudas. No sé si en la directiva que sigue, pero no pasa de un par de elecciones más. Hemos dado pruebas de que estamos comprometidos con estos liderazgos, pero también estamos comprometidos con otras causas: tenemos una comisión de diversidad, somos quizá el partido con más militantes originarios y con importante representación evangélica. O sea, somos un partido que está a la vanguardia.

-Pero la representación evangélica también les ha traído más de una divergencia...

-Sé que esto les molesta e incomoda a muchos, pero no sé qué otro partido se tomó tan en serio la invitación al mundo evangélico a participar en política. Y por eso los diputados evangélicos del hemiciclo, o los más visibles, son de RN. No fue casualidad. Estoy muy orgulloso, porque creo que el mundo evangélico quería tener voz y participación, y hoy la tiene.

Críticas UDI: "Se quebraron las reglas como coalición"

-RN ha manifestado discrepancias con el Gobierno en la tramitación de iniciativas, como pasó en salario mínimo. ¿Cómo continuará esa relación con La Moneda?

-Hemos ayudado en varias oportunidades a nuestro gobierno, porque somos aliados leales. No es una lealtad incondicional de ciego que dice a todo que sí. También hay otros que todos los días dicen ser el aliado más leal, pero si uno revisa las votaciones al final del día, no necesariamente lo son.

-¿Se ha debido reaccionar a proyectos más de la cuenta?

-Es la única fórmula por ahora. Los proyectos de ley no pasan por una conversación proactiva necesariamente. Los conocemos un día antes de que ingresen, y ese es el riesgo que corre el Gobierno cuando ingresa proyectos sin conversarlos con nosotros antes: que les digamos después por qué no cambiamos esto o aquello. Pero lo hacemos con ánimo constructivo, buen lenguaje y tono, que es lo que más importa.

-Usted dijo que sería un fiscalizador del programa de gobierno. Pero en el Congreso las principales celebraciones del Ejecutivo han sido identidad de género y Aula Segura. ¿Está satisfecho?

-Hemos logrado ingresar varios proyectos que van muy fuertes en la línea de cumplir el programa de gobierno, como el proyecto de fármacos o el que aumenta la gratuidad en la educación técnico-profesional. No están aprobados todavía porque había una oposición que sabe que cuando vayamos cumpliendo estos compromisos la gente va a decir que Piñera le dijo la verdad, que no le falló. Eso es lo que la oposición no quiere permitir. Por eso estos proyectos se han demorado más que otros en su tramitación, porque hay casos en que a las comisiones se invita a 200 personas, y no a 100 como era lo normal.

-¿Qué conclusiones saca de la pugna con el senador UDI Iván Moreira? ¿Se puso en riesgo la unidad del bloque?

-Cuando construimos esta coalición en 2014, Cristián Monckeberg y yo por RN pusimos varias condiciones previas para armarla. Una era que esta iba a ser de partidos y no de caciques ni coroneles, que era lo tradicional en la centroderecha. Lo que acordamos es que aquí iba a haber una coalición de partido. Lo segundo, es que las peleas se iban a dar dentro de la coalición. Si algo había que aprender, es que la centroderecha se había caracterizado en los últimos 25 años por un canibalismo evidente. Discutir puertas adentro permite solucionar los problemas y evitar daños, y es lo que nosotros hemos logrado hacer durante todos estos años como Chile Vamos.

Episodios como los del senador Moreira nos vuelven a esa coalición de la Alianza por Chile de los 90 o 2000, que se sacaba los ojos por los diarios. Eso no puede pasar, porque aunque tuviera razón el senador, que no la tiene, esas cosas se plantean dentro de la coalición.

-¿Usted estaba al tanto de estas molestias?

-No ha habido nunca una palabra de la presidenta de la UDI, del secretario general, ni del jefe de bancada de senadores en las reuniones de Chile Vamos, en el comité político de La Moneda o en las reuniones de los viernes de Chile Vamos donde hayan planteado lo que dijo el senador Moreira. Por lo tanto, cuando esto sale a la prensa, estamos quebrando las reglas que nos impusimos cuando construimos la coalición. Si queremos cuidar la coalición y trascender más allá de un gobierno, este tipo de cosas no se deben hacer.

-Un análisis de RN fue que esto respondía a un fin electoral del senador Moreira. Pero esta semana hubo diputados RN que en redes sociales publicaron mensajes aludiendo a eventuales candidaturas senatoriales del partido en Los Lagos. ¿No es eso provocar?

-No seguiré agregando argumentos a esta discusión. Creo que esto hay que conversarlo el lunes en el comité político en La Moneda con el ministro del Interior, los demás ministros del gabinete y los presidentes de los partidos sentados en la mesa. Es evidente que las contiendas electorales que se vienen van a tensionar las relaciones, y esa será la prueba de fuego para Chile Vamos. Si no somos capaces de superar estas tensiones, significa que no merecemos seguir gobernando.

''Si no somos capaces de superar estas tensiones (por críticas UDI a ministro Monckeberg), significa que no merecemos seguir gobernando".

''Mi objetivo en la política es lograr una reelección de diputado al menos. No me proyecto más allá de un período al mando de RN".

''Sé que esto les molesta e incomoda a muchos, pero no sé qué otro partido se tomó tan en serio la invitación al mundo evangélico a participar en política".

''Al Gobierno le ha faltado, sobre todo al principio, un poco más de complicidad con los partidos. Pero el balance Gobierno-partido es mejor que en 2010"

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