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Debate por la evolución del mercado laboral chileno:

Trabajadores no calificados caen en la última década y son superados por profesionales y técnicos

domingo, 18 de noviembre de 2018

Carlos Agurto López
Economía y Negocios Domingo
El Mercurio

En 2010 los trabajadores sin calificación eran el grupo mayoritario de ocupados, el 25% de todos quienes trabajaban en Chile. Hoy en cambio, bajaron al 21% y los trabajadores con más calificación y mayores ingresos llegan al 26,5%. Expertos del sector laboral y gremios empresariales explican el fenómeno.



"Tiempos Mejores" prometió el Presidente Sebastián Piñera para su segundo mandato, y uno de los ejes de esta promesa está anclado en el terreno económico. Pues como contrapunto a lo que fueron los cuatro años del segundo gobierno de Michelle Bachelet -en que el país creció en promedio 1,7%, la inversión cayó los cuatro años consecutivos, y el empleo creció apuntalado por los cuenta propia y el sector público-, la promesa del actual gobierno apunta a lograr crear 150 mil empleos por cada año de este mandato.

Pero esta semana diversas vicisitudes pusieron en el debate precisamente la performance vista hasta ahora en esta cancha. Por un lado, la decisión de Farmacias Ahumada de aplicar una completa reingeniería de sus operaciones en Chile -con el saldo de 70 locales cerrados y 530 desvinculaciones-, y por otra un fuerte debate en torno al nivel que alcanza la generación de empleo, pues con una tasa de desocupación de 7,1% en el último trimestre móvil julio-septiembre, no se condice con el mejor desempeño de la actividad económica en torno al 4%. Todo un cuadro que pavimentó, de paso, el camino para que surgieran dudas en torno a si el INE está captando con su encuesta la real generación de empleo asalariado (ver notas relacionadas).

El gobierno, inquieto por el efecto de todo este escenario en las expectativas, rápidamente salió a desplegarse con un discurso que apunta a que así como se pierden empleos se crean otros -aludiendo al proyecto Mapa de Arauco, o el anuncio de ampliación de la mina Los Pelambres-, y una minuta que socializó con parlamentarios para contrarrestar con cifras las críticas.

Pero al revisar los datos surgen otros que hablan de una evolución en el mercado laboral: el paulatino mayor peso que están teniendo los ocupados con mayor calificación y que, por ende, acceden a mejores sueldos, versus los ocupados no calificados, cuyos salarios son mucho más modestos.

Según las cifras de empleo del Banco Central (BC) con datos del INE, la cantidad de trabajadores ocupados (formales e informales) ha mantenido una curva ascendente en los últimos años, pasando de casi 7 millones de personas en enero de 2010 a 8,3 millones en septiembre de 2018. Y al desagregar las cifras, se observa que hace ocho años los ocupados más numerosos eran los no calificados, que representaban el 25,4% del total de ocupados, equivalentes a 1,7 millones de ocupados en dicha condición. En el mismo periodo, entre el personal directivo, profesionales y técnicos de nivel medio -los tres grupos de mayores ingresos-, totalizaban solo el 22,4%, 1,5 millones de personas.

Hoy en cambio, las cifras se revirtieron: 2,2 millones de personas pertenecen al grupo de gerentes, profesionales y técnicos (26,5% del total) versus los 1,7 millones de trabajadores no calificados (21,3%).

En términos de ingresos, los ocupados del segmento de trabajadores con mayor calificación tienen sueldos promedios que van entre los $676 mil y $1,9 millones. En cambio, entre los trabajadores no calificados el sueldo promedio es de solo $276 mil, según la Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) del INE.

Evolución en la escolaridad de los chilenos explica cambios en el mercado laboral

Juan Bravo, analista macroeconómico senior de Clapes UC, plantea que en una perspectiva de mediano y largo plazo a medida que los países se van desarrollando va perdiendo terreno el empleo no calificado. "Por ejemplo, si nos comparamos respecto al trimestre julio-septiembre 2010, se aprecia una caída de más de 39 mil empleos en el segmento de personal de servicio doméstico", dice el economista.

El director del Centro de Investigación en Políticas Públicas de la Universidad Mayor, Tomás Flores, dice que este fenómeno queda al descubierto al ver la evolución educacional de los trabajadores en los últimos ocho años. En dicho periodo, los empleados con educación básica caen de 23% a 17,8% y los con educación media bajan de 47% a 43,9%. En cambio, los trabajadores con educación superior suben de 21,4% a 29,4%. "El acceso a financiamiento vía CAE amplió de manera sustancial la cobertura de educación superior. En 2005 había 637 mil personas en la educación superior y en 2017 han subido a 1,1 millones", revela el ex subsecretario de Economía.

Fabián Duarte, director del Centro de Microdatos de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile agrega que la evolución en la escolaridad de los chilenos en los últimos años explicaría la evolución en los puestos de trabajo del mercado laboral, "que se adecua y tiende a generar trabajos de mayor capacidad técnica".

Dos visiones del impacto de la automatización

A la par del congelamiento del trabajo no calificado, en el metro, en las cajas de autoservicio de los supermercados, en los counter de aeropuertos en Europa y Estados Unidos, es posible ver múltiples ejemplos de cómo la automatización y robotización se ha tomado muchas labores productivas. Funciones que antes eran atendidas por personas, hoy lo hacen máquinas. ¿Cuánto de este fenómeno se ha traducido en menos empleo?

Desde Metro advierten que, pese a la automatización que considera la implementación de las nuevas Líneas 3 y 6, la dotación de la empresa ha aumentado en los últimos cinco años, pasando de 3.530 a 4.304 personas. "La automatización de estas nuevas líneas implicó la creación de nuevos puestos de trabajo, diseñados para cubrir tareas en torno a su tecnología y funcionamiento, así como también para atender las necesidades de los usuarios", explican.

Para el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alfonso Swett, efectivamente el fenómeno de la automatización estaría afectando la creación de empleos en este segmento. "En 2016 la ONU nos había dicho que 2 de cada 3 puestos de trabajo en naciones en vía de desarrollo podrían ser reemplazados por robots. Por eso es tan importante realizar los cambios y acciones que preparen a los trabajadores chilenos para tomar las oportunidades que se presentan con la economía digital", asevera.

Para Rafael Palacios, director de políticas públicas de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), el congelamiento de los empleos de menor calificación es un problema multifactorial. La automatización no necesariamente implica reemplazar puestos de trabajo, sino que muchas veces opera como complemento a tareas específicas dentro de esos puestos de trabajo.

"Este fenómeno precisamente lleva a que, si bien no se supriman estos puestos de trabajo, no permite un crecimiento de la contratación de mano de obra poco calificada", añade.

Otro de los factores -según Palacios- es la débil recuperación del empleo tras la incertidumbre política del 2017. "Los efectos de la reforma laboral implementada han generado un desincentivo a la contratación formal. (...) Estadísticamente, el trabajador no calificado muestra mayores niveles de sindicalización. Al existir esta incerteza jurídica en materia de derechos colectivos, es precisamente el tipo de contratación más expuesta al desincentivo generado por la falta de claridad en materias colectivas".

Desde el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile tienen una visión contrapuesta. "Los efectos de la automatización en el desempleo es un fenómeno que todavía no se observa en Chile", señalan.

Respecto a si es el segmento no calificado es el que corre el mayor riesgo, Fabián Duarte plantea que, si bien las tareas que corren mayor probabilidad de poder ser sistematizadas son aquellas tareas más rutinarias y de menor complejidad, no significa necesariamente que pasarán a serlo. "La automatización involucra una inversión importante por parte de las empresas y puede no ser conveniente para éstas", complementa.

Juan Bravo, de Clapes UC, tiene una visión similar. "Al ser la automatización un fenómeno paulatino y continuo sus efectos en el mercado laboral se aprecian en el mediano y largo plazo". Según el economista la evidencia muestra que aquellos trabajos más susceptibles de ser reemplazados en un contexto de automatización se encuentran en el segmento de trabajadores de mediana calificación. Por el contrario, los trabajadores de alta calificación ganan participación en el empleo al ser más complementarios con los avances tecnológicos. En definitiva, "las cifras no avalan que la automatización sea un factor crucial detrás de la coyuntura laboral reciente", cree.

TRABAJADORES con mayor calificación tienen sueldos promedios que van entre los $676 mil y $1,9 millones, según el INE.

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