Raúl Correa abandona negocio gastronómico y vende su emblemático restaurante
sábado, 17 de noviembre de 2018
Luis Musquiz
Economía y Negocios
El Mercurio
El empresario, que participó por más de 30 años en el rubro, afirma que el sector está más complejo y sostuvo que Chile está lejos de ser un país amigable en lo comercial.
Después de estar por 30 años inserto en el rubro gastronómico y de expandir sus negocios en distintas ciudades del país, el empresario y chef Raúl Correa decidió poner fin a su trayectoria en esta actividad. Correa, que vive hace años con su familia en Olmué, vendió en abril el derecho de llaves de su emblemático restaurante Raúl Correa & Familia, ubicado en avenida Las Condes, Vitacura. Junto con ese icónico espacio, el empresario también tuvo el restaurante Ibis de Puerto Varas; Puerto Sur, en el mall Parque Arauco; y Pueblito Chileno, en el Club de Rodeo Las Vizcachas, y otro en la avenida Eastman, arteria que une a las comunas de Limache y Olmué. Este último hoy lo tiene arrendado a una empresaria gastronómica peruana que posee negocios en Viña del Mar y, según Correa, "tiene una gran gastronomía". El empresario gastronómico comentó a "El Mercurio" que la venta del afamado restaurante se concretó en abril pasado a Fernando Ferrer, quien adquirió el local para sus hijos. Tras la transacción, abrió en el lugar Hacienda Ferrer, firma que, según Correa, mantiene el estilo y la gastronomía de su antecesor. "Espero que le vaya muy bien", afirmó Correa. El empresario y chef señaló que sus 30 años en el rubro gastronómico, su edad y el escaso apoyo a las pymes provocaron el cambio de mano del restaurante. Hoy, establecido al interior de la Región de Valparaíso, sigue con actividades, aunque alejado del negocio gastronómico. Correa ocupa su tiempo en el rubro de las propiedades inmobiliarias, bajo el alero de Kaufen, ligada a la familia Reitz, a quienes califica de "grandes y queridos empresarios de la Región de Valparaíso". Consultado sobre cómo ha cambiado el negocio gastronómico desde que se inició en el sector, el empresario señaló que "está sin duda más difícil. Basta ver cuántos han cerrado o quebrado". Criticó que "las leyes, a veces, se hacen por ideología y no por lógica. Por ejemplo, un garzón quiere y necesita ganar la propina de dos turnos y nos obligan a uno". Sobre la rentabilidad del negocio gastronómico, ahondó en que "cada vez es más difícil". Entre las razones manifestó que "los malls son socios muy caros, las normas laborales también afectan y los intereses bancarios son implacables. Chile no es un país amigable en lo comercial". Respecto de si cuenta con proyectos gastronómicos futuros, el empresario y chef dijo que no hay nada previsto. "Han logrado quitarnos el interés por seguir intentando hacer cosas", indicó. Consultado sobre el monto de la venta, Correa afirmó que "aunque nadie lo crea, el monto de la venta es muy aproximado al monto de los pasivos".
