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A dos semanas de que se inicie la cumbre de los líderes mundiales en la capital:

Macri afirma que seguridad del G20 no está en riesgo tras ataques con bombas

viernes, 16 de noviembre de 2018

José Tomás Tenorio Labra
Internacional
El Mercurio

El Presidente argentino aseguró que las medidas tomadas para la protección del evento son "muy serias y muy profesionales".



El Presidente de Argentina, Mauricio Macri, intentó ayer calmar el ambiente de cara a la cumbre del G20 en Buenos Aires a fines de mes, y aseguró que su gobierno actuará "con todo el peso de la ley" ante los ataques perpetuados por anarquistas el miércoles en el Cementerio de la Recoleta en Buenos Aires y en la casa del juez federal Claudio Bonadio, en la misma ciudad.

"Tenemos que desterrar este tipo de acciones violentas", dijo el mandatario a una radio local. Las autoridades confirmaron que los hechos están conectados entre sí, aunque no aclararon que tuvieran relación con la cumbre. La cita reúne a los mandatarios de las 20 economías más industrializadas del mundo.

El Presidente aseguró que el plan de seguridad que tiene su gobierno para la reunión de líderes no necesita ser modificado tras los ataques, que "han captado" la atención del Ejecutivo. "Ya había (antes de los ataques) un plan muy serio y muy profesional", aseguró Macri. Su intención, dijo, es que "esta reunión sea un éxito y que el mundo entero se lleve una imagen de una Argentina amigable y que quiere salir adelante, no de una Argentina conflictiva".

Por su parte, el secretario del Sistema Nacional de Medios Públicos (Comunicaciones) y encargado de la Unidad de Seguridad del G20, Hernán Lombardi, prometió prestar la "máxima atención" a este tipo de hechos.

Las bombas del miércoles se suman a otros hechos que han levantado alarmas en Buenos Aires de cara a la reunión: la serie de ataques con artefactos explosivos a varias comisarías porteñas durante el año, la interferencia de un hombre en la señal de la torre de control del Aeroparque Jorge Newbery la semana pasada, y la alerta enviada desde Reino Unido por la posibilidad de atentados en los días que se lleve a cabo la cumbre. A la cita asistirán, entre otros, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump; su homólogo ruso, Vladimir Putin, y el Presidente de Chile, Sebastián Piñera, invitado a la reunión.

El Ministerio de Seguridad informó, además, que dos argentinos con presuntos vínculos con el grupo extremista islámico Hezbolá fueron detenidos ayer en la noche.

Para el general Julio Hang, experto en defensa y seguridad, es normal que exista una mayor preocupación en Buenos Aires, a medida que se acerca la fecha de la cumbre. "(En estos días) se llega al punto más alto de atención sobre todos los temas en el país y, por supuesto, que uno de ellos es el de la seguridad (...). Es lógico que así se sienta, porque las anteriores cumbres del G20 también tuvieron este tipo de cosas: demostraciones contrarias, manifestaciones, países que alertaban sobre uno que otro movimiento, posibles disturbios, etc.", dijo el analista a "El Mercurio".

Fuertes medidas

Para la cumbre del G20, el gobierno argentino tiene preparado un blindaje de la capital, con el despliegue de más de 15.000 agentes, anillos de seguridad que cubren 12 km para impedir cualquier tipo de amenazas. Además, habrá restricciones aéreas, marítimas, portuarias, ferroviarias y en las calles para tener un mayor control de la situación.

Argentina también ha contado con cooperación internacional para reforzar aún más la seguridad del evento, como la llegada a la capital esta semana de vehículos blindados Mengshi -donados por China específicamente para el evento-, o el envío de 400 soldados y 8 aviones de EE.UU. a Uruguay, para ayudar con la protección más allá de las fronteras del país anfitrión.

Incluso, gracias a la cooperación de Washington en la vigilancia del país, por medio de su Departamento de Seguridad Nacional, las autoridades argentinas lograron decomisar a inicios de noviembre un arsenal de más de 300 armas, las que serían repartidas a bandas narcotraficantes, aunque no tenían relación con la cumbre del G20.

25 mandatarios y los presidentes del Consejo Europeo y la Comisión Europea estarán en la cumbre. Los acompañarán, además, 10 líderes de organismos internacionales, como la ONU, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la OCDE.

9.500 personas, entre autoridades, funcionarios de gobierno y periodistas, llegarán a Buenos Aires para asistir a la reunión de dos días.

15.000 efectivos, entre Policía Federal, Policía de la ciudad y la provincia de Buenos Aires, Seguridad Aeroportuaria, Gendarmería y Prefectura, serán desplegados en la capital para la protección del evento. Habrá también 12 kilómetros de anillos de seguridad y se restringirá el transporte.

FALSA ALARMA Dos estaciones de metro de la capital debieron ser evacuadas ayer, debido a dos artefactos sospechosos. Finalmente, la policía determinó que se trataba de una TV portátil y un transformador.

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