Inauguran Plaza Kandinsky en Museo Artequin

sábado, 10 de noviembre de 2018
Cecilia Valdés U.
Cultura
El Mercurio

Un nuevo espacio de luces y colores inspirado en el artista ruso, con proyecciones de personajes de su pintura y juegos, junto a un renovado concepto expositivo, pone a este museo en un lugar pionero y autosustentable.

La ministra de las Culturas, Consuelo Valdés, y el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, presidieron la esperada apertura de luz, color y arte. Se trata de la nueva Plaza Kandinsky en el Museo Artequin -emplazada en un espacio de más de 1.000 metros cuadrados-, junto al Pabellón París, ubicado en la Quinta Normal.

"Levantamos esta plaza -con el apoyo de Enel-, la que tendrá vida durante el día y la noche, y permitirá experimentar el museo de una manera diferente. Los niños y niñas jugarán con las composiciones de Kandinsky, aprenderán de su obra, del arte y de la energía", afirma a "El Mercurio" la directora ejecutiva de Artequin, Yennyferth Becerra.

La plaza cuenta ahora, entre otros elementos, con un reloj de sol y con zonas de sonido que aluden a las ideas de abstracción lírica del artista. Hay lugares de movimiento, formas y color.

"Pensamos en un espacio que fuera abierto y cercano a la comunidad, donde la experiencia con el arte y la energía sean los protagonistas. Y se buscó a un artista cuyas obras fuesen como juegos y luz, plasmadas de color y formas, como lo es el ruso Kandinsky, cuya pintura de mucha magia -también con historia- es energía en sí".

Paulina Villalobos realizó el diseño lumínico y Pilar Sepúlveda fue la diseñadora de las obras civiles. Una de las mayores novedades es que fue desarrollada con criterios de eficiencia energética e iluminada mediante fuentes de energías renovables. "A través de la energía captada por paneles fotovoltaicos, se inyecta energía a la red del museo para iluminar los juegos y por primera vez se ilumina nuestro hermoso Pabellón París, que el próximo año cumple 130 años", precisa Becerra.

En la noche, los equipos lumínicos permitirán jugar con la luz color, generar sombras con los complementarios. Además, hay dos proyecciones en los accesos del museo, con personajes de la obra "Los habitantes del cielo" de Kandinsky.

"La plaza permitirá también que participemos de actividades de las que hasta hoy no habíamos podido ser parte. Por primera vez estaremos en Museos de Medianoche. ¡Nos iluminaremos para ser un panorama en la ciudad de Santiago!", señala la directora.

-¿En qué ejemplo se inspiraron?

"Recuerdo la fuente que está en el exterior del Centro Pompidou de París, cuyas esculturas son de Niki de Saint Phalle con música de Stravinski. Tienen movimiento y mucho color. Pero para este proyecto miramos mucho el ArtScience Museum de Singapur: un museo impactante que combina arte y ciencia de una manera totalmente experiencial. Lo hace desde su arquitectura, realizada por el gran arquitecto Moshe Safdie, que evoca una flor de loto, hasta sus exposiciones donde la luz construye espacios y vivencias".

Más salas y obras lumínicas

Pero el nuevo proyecto de luz en Artequin es aún mayor. Responde a una transformación del museo en su interior y museográficamente. En sintonía con la Plaza de la Luz, inaugurarán también la "Sala de la luz y el arte" y el "Taller de la luz", en el subterráneo del Pabellón París.

"El proyecto ya fue aprobado por el Consejo de Monumentos Nacionales y es un espacio donde la luz es lo esencial", adelanta Yennyferth Becerra. Contará, además, con obras lumínicas de notables artistas contemporáneos. Ya tienen la "Silla" de Iván Navarro, que el artista cedió en comodato, "pues no quiso estar fuera del proyecto". Adquirieron 50 ejemplares de la obra "Little sun" de Olafur Eliasson. Y habrá reproducciones de otros próceres del arte lumínico y conceptual: Dan Flavin y Joseph Kosuth.

Este nuevo modelo de educación y de experiencia del público inició su desarrollo hace dos años. Partió en base a las ideas de dos de sus directoras: Carmen Vergara, la actual presidenta del Directorio de la Corporación Artequin, y Consuelo Valdés, hoy ministra de las Culturas. "Se necesitaba -señala Becerra- una renovación y ajustarnos al nuevo público. Ser capaces de relacionar, interpretar y generar un pensamiento crítico y dinámico".