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El alza extraordinaria que afectó los precios regulados de la energía, dada a conocer hace un par de semanas por la Comisión Nacional de Energía (CNE), provocó que desde el 16 de agosto las compañías distribuidoras modificaran sus tarifas por el servicio eléctrico.
Si bien el incremento afectó a los consumidores desde Arica a Chiloé -abarcando al Sistema Interconectado Central y Norte Grande, SIC y SING-, el golpe a las finanzas de los hogares se hará notar en forma distinta.
Entre las grandes ciudades será Santiago la que liderará este incremento, con una variación de 7,1% en las boletas mensuales. Así, y considerando un consumo promedio de 150 kWh por mes y agregando el costo base del servicio, una familia pasará de cancelar $17.064 a $18.268.
Aunque el tipo de cambio fue el principal responsable del aumento extraordinario que tuvieron los precios de la energía -su cotización se incrementó a julio pasado en 13% en comparación al dólar de la fijación de abril-, esta alza se sintió en menor magnitud en la zona norte del país.
En virtud de estos incrementos, el Gobierno decidió hacer uso de la facultad que tiene por ley para entregar un subsidio al 40% de las familias con menores ingresos del país, el cual consistirá en la entrega de $1.500 para mitigar estas alzas.