La música sonaba tan fuerte que nadie se enteró que al guardia de la puerta le habían disparado. Y lo que muchos confundieron con petardos eran las balas de la Glock calibre .45 que Ian David Long usó para abrir fuego en la fiesta de universitarios en un bar de Thousand Oaks, California. El exmarine de 28 años, que usó bombas de humo presuntamente para aumentar la confusión en su ataque, mató a 12 personas y dejó a otras 22 heridas. Mientras, algunos clientes del bar lograron escapar por las ventanas y una puerta trasera, mientras que otros buscaron refugio en el baño y en el entretecho del recinto. La policía local acudió rápidamente al lugar y, tras un breve enfrentamiento que provocó la muerte de un sargento identificado como Ron Helus, Long se habría disparado a sí mismo. Sobrevivientes relataron a los medios el ataque como una escena de terror y confusión. "Hizo tantos disparos como pudo (...) Cuando recargó sacamos a la gente de ahí sin mirar hacia atrás", dijo a France Presse Matt Wennerstron, un estudiante de 20 años. Jasmin Alexander, otra estudiante, aseguró que al interior del local todo era normal hasta que "escuchamos el 'bang, bang' de los disparos y se volvió una locura (...) pensamos que era una broma, no lo tomamos en serio al principio porque sonaba como petardos. Y luego todo el mundo se tiró al piso". "Es una escena horrible (...) hay sangre por todas partes", dijo a periodistas el alguacil del condado de Ventura, Geoff Dean. "Lamentablemente nuestros jóvenes han aprendido que esto puede pasar; (pero) por fortuna, eso mismo probablemente salvó las vidas de quienes huyeron de manera rápida", agregó. Dean aprovechó también para aplaudir el accionar del sargento Helus, quien era uno de sus ayudantes . "Murió como un héroe, porque él corrió (al interior del local) para salvarles la vida a otras personas", dijo el alguacil. Antecedentes El Presidente Donald Trump calificó el hecho como un "acto de violencia terrible" y ofreció sus condolencias a las víctimas, junto con agradecer a los equipos de emergencia en Twitter. Las autoridades explicaron que de momento se desconocen los motivos del autor de la masacre, aunque aseguraron que Long ya había tenido episodios con ellos en el pasado, incluido un altercado en su casa en abril pasado que llevó a que especialistas en salud mental tuvieran que tratar con él. El ataque al bar, un club de música country, hizo recordar el tiroteo de Las Vegas en octubre de 2017 -el más mortal de la historia de EE.UU.-, cuando Stephen Paddock abrió fuego desde el piso 32 del hotel Mandala Bay sobre una multitud que se encontraba en un concierto de música country cercano, causándoles la muerte a 59 personas. Algunos de los sobrevivientes de ayer también estuvieron en ese ataque. Pese a que el debate por la posesión de armas y los tiroteos masivos ha sido largamente discutido en EE.UU., los expertos aseguran que las medidas tomadas hasta el momento si bien pueden ayudar, no son completamente efectivas, como ocurre con el Sistema de Verificación de Antecedentes para la venta de armas. "La mejora al sistema (mediante el acta Fix NICS firmada por Trump en marzo pasado) es sumamente necesaria. El problema recae en quienes hacen cumplir las leyes, ya que, si bien se recomienda reportar al sistema, es finalmente algo voluntario y no hay castigos para quien no lo haga (...) En cuanto a los guardias armados en lugares de potenciales tiroteos (como ha sugerido Trump varias veces) no hay evidencia que pruebe que funcionen. Incluso han estado presentes en algunos ataques -como en el tiroteo de febrero pasado en la escuela secundaria de Parkland- y han fallado. Civiles desarmados han tenido más éxito en finalizar este tipo de ataques que personas armadas", dijo a "El Mercurio" Jaclyn Schildkraut, experta en tiroteos masivos en EE.UU. y autora de dos libros sobre el tema.