jueves, 21 de agosto de 2008
FRANCISCA GARRIDO P.
Economía y Negocios Online, El Mercurio
Los intereses para un préstamo con letras fueron de 4,5% a junio pasado.
Aunque las tasas de interés de los créditos hipotecarios se mantienen en niveles más bajos que los que se vieron a principios de la presente década, el menor poder adquisitivo que tienen los chilenos producto de la alta inflación, ha primado a la hora de pedir un préstamo para la vivienda.
Según un informe de la Superintendencia de Bancos (SBIF) la tasa de un préstamo financiado a través de un mutuo endosable a veinte años fue de 5,2% a junio pasado, y el interés de un crédito con letras al mismo plazo era de 4,5%.
Si bien se aprecia una leve alza en el caso de los mutuos al comparar las tasas que se pedían el año pasado, en el caso de las letras el interés se ha mantenido constante.
El mutuo endosable es un crédito que una vez que el banco entrega el dinero, puede cederlo a otra institución financiera autorizada para adquirirlo.
El fantasma de la UF
Aunque las tasas siguen siendo más bajas que las de principios de esta década y se mantienen en niveles similares a los registrados el año pasado, la colocación de créditos hipotecarios muestra una constante desaceleración.
Para los analistas la principal explicación tiene que ver con las constantes alzas que registra la UF, producto del incremento de la inflación. "La decisión de financiamiento hipotecario no sólo se basa en la tasa sino que también en la inflación. La decisión es a muy largo plazo", comenta Natalia Aránguiz, analista de Fit Research.
Otro motivo que según los expertos explica el menor crecimiento de las colocaciones para la vivienda son las mayores restricciones que impone la banca antes de prestar dinero para un crédito hipotecario.
La analista de bancos de EuroAmérica Amelia González argumenta que el alza de los costos de financiamiento para la banca, debido a las alzas en las tasas de corto plazo también está influyendo.
Por su parte la analista de bancos de Santander GBM Paula Vicuña explica que los bancos están exigiendo más garantías y están siendo más selectivos con sus clientes.
Argumenta que antes las instituciones financieras llegaron incluso a ofrecer meses de gracia en los dividendos y préstamos complementarios para la casa, "ofertones" que hoy ya no se ven con tanta frecuencia.
