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Declaraciones de Luis Schmidt al Gobierno dividen en dos bandos a dirigentes gremiales

jueves, 21 de agosto de 2008


Economía y Negocios Online, El Mercurio

Intereses particulares de cada rama marcan la trastienda de un conflicto que también sacó chispas dentro de la SNA.

Los dichos de Luis Schmidt, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), no sólo abrieron una brecha con el Gobierno, sino que también dejaron al descubierto grandes diferencias con los otros dirigentes.

Si bien la Federación de Productores de Leche (Fedeleche) y la Sociedad de Fomento Agrícola de Temuco (Sofo) apoyan lo planteado por Schmidt, al menos cuatro dirigentes se declaran en abierto desacuerdo con sus declaraciones.

"Me parece artificial su discurso (el de Schmidt), y me gustaría preguntarle las razones de utilizar para otros propósitos una situación que no corresponde", dice Ronald Bown, presidente de la Asociación de Exportadores de Fruta (Asoex).

En la misma línea, Rodrigo Echeverría, presidente de Fedefruta, sostiene que "un padre debe preocuparse primero de un hijo enfermo antes que del sano", refiriéndose a la asignación de recursos del Minagri a emergencias agrícolas, especialmente al problema de la polilla de la uva.

Diez años de diferencias entre Schmidt y Bown

La polémica entre el Gobierno y la SNA sumado al descuelgue del mayor gremio agrícola por parte de los exportadores, reflotó las viejas diferencias que existen entre el presidente de la Asoex, Ronald Bown, y el líder del agro, Luis Schmidt, discrepancias que se arrastran por casi una década.

"Las diferencias subsisten y no hay transparencia suficiente en el negocio", indicaba Luis Schmidt en febrero de 1998, fecha en que el actual presidente de la SNA era el líder de los productores de fruta reunidos en Fedefruta. Sus palabras iban en directa a alusión a la poca claridad que -sostenían- había en los precios que recibían los exportadores por la fruta que vendía y los dineros que efectivamente se les pagaban a los productores.

Pero esta polémica (arrastrada desde 1995 cuando Ricardo Ariztía presidía Fedefruta) ha trascendido las diferencias de precios en la fruta y se ha mantenido en el tiempo, las que han resaltado desde que Schmidt está en la SNA.

Las negociaciones con el Gobierno por la reestructuración de las tarifas de horas punta en energía, el tratado de libre comercio con Japón y la vocería en temas sensibles para el sector como el tipo de cambio han dejado en diversas veredas a ambos dirigentes.

Mientras a Ronald Bown se le reconoce su larga trayectoria como dirigente gremial profesional, las amplias negociaciones que ha debido liderar lo han llevado a buscar diversos apoyos sin fijación en los colores políticos. Por ejemplo en las "horas punta" estuvo junto a un grupo de organizaciones sociales ciudadanas. En tanto la carrera de Schmidt ha estado marcada por un liderazgo sectorial que lo tiene ahora en carrera para la presidencia de la CPC, tríada que ya realizó uno de los históricos del sector, Ricardo Arztía.


Juan Miguel Ovalle, presidente de la Asociación de Productores Avícolas de Chile (APA) y de la Asociación Gremial de Productores de Cerdos (Asprocer), afirma que "el Minagri no ha perdido el foco, y toda la cadena de mi sector ha visto el apoyo de las autoridades". Por último, René Merino, presidente de Vinos de Chile, dijo que "el Gobierno se ha puesto con todo. Ha ocupado recursos de otros fondos, pero volverán".

Para explicar estas diferencias, algunos comentan que juegan un rol clave las elecciones para la CPC que serán a fines de año. En el ambiente gremial se considera que Luis Schmidt es uno de los candidatos para dirigir a los empresarios y que la dureza de sus palabras contra el Gobierno podría estar influida por este tema.

Por su parte, Ronald Bown y Rodrigo Echeverría dicen haberse sorprendido por las palabras de Schmidt contra el Gobierno, cuando ya les habían asegurado la reposición de los $8 mil millones para los suelos degradados, noticia que fue confirmada con el anuncio de la Presidenta Bachelet en la localidad de Bulnes.

En contrapartida, algunos cercanos a Schmidt creen que el desmarque de Bown, Echeverría y Merino se debe a que estos últimos optaron por no hacer ruido justo cuando el problema de la polilla de la uva cuesta cerca de $12 mil millones anuales, de los cuales $8.400 millones son entregados por el Gobierno.

Las mismas voces aseguran que el dirigente de APA y Asprocer también prefiere no criticar al Gobierno, pues ha tenido que estar en contacto constante con la Cancillería y el SAG para solucionar el problema de la dioxina producido en algunos mercados asiáticos.

Apoyan críticas de la SNA:

ENRIQUE FIGUEROA, Fedeleche:

"Con la nueva ministra, las reuniones para mejorar la productividad han disminuido. En lugar de avanzar, el Ministerio se preocupa de controlar los precios".

GASTÓN CAMINONDO, Presidente de SOFO de Temuco:

"No le creo a la Presidenta cuando dice que destinará $8 mil millones para fertilizantes. Es como el cuento del tío. Y es real que el Minagri está quebrado".

Algunos dirigentes que difieren de los cuestionamientos:

RODRIGO ECHEVERRÍA, Fedefruta:

"Las palabras de Schmidt no generan consenso. Un padre debe atender primero a un hijo enfermo: la polilla de la uva tuvo que atenderse antes".

RENÉ MERINO, Vinos de Chile:

"No vemos que el Minagri haya perdido el foco. Ha ocupado recursos de otros fondos, pero estos volverán. El gobierno se ha puesto con todo".

JUAN MIGUEL OVALLE, APA y Asprocer:

"El Minagri ha focalizado bien su labor en temas técnicos. Hay malestares que se han ido acumulando, pero mi cadena está muy satisfecha".

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