jueves, 14 de agosto de 2008
CLAUDIA RAMÍREZ FRIDERICHSEN
Economía y Negocios, El Mercurio
Eco100 podría incorporar sus equipos al sistema de recarga de tarjetas Bip. Con una tecnología similar a la usada en transacciones bancarias, ya está en 3.000 puntos de Santiago.
Darle una segunda mirada a una industria que ya es vieja en nuestro país es el secreto de la red de Eco100. La empresa, cuyo presidente del directorio es Cristián Edwards, ex brazo derecho de Jorge Gálmez -segundo mayor accionista individual de Cencosud y dueño de Mall Sport- está promoviendo la recaudación electrónica por medio de un sistema tecnológico importado desde Italia, que está en locales comerciales en Santiago y que podría incorporarse a Transantiago.
En su tercer año de operaciones, y tras desembolsar inicialmente casi US$ 5 millones, ha logrado llegar a 3.000 puntos donde se puede usar el equipo -que es similar al utilizado en transacciones bancarias- para hacer recargas de celulares y otro tipo de operaciones.
¿Cuál es el negocio? Por ahora, que operan sólo con telefonía móvil, cobran un porcentaje por transacción a los proveedores y entregan una comisión a los locales por el uso del equipo. Con esto, tienen proyectado facturar entre US$ 1 millón y 1,5 millón mensuales este año, cifra muy diferente a la de 2007, donde, según afirman, hubo "más que todo gastos" producto de la instalación de los equipos en la capital.
El ojo en Transantiago
Pero podrían venir nuevos desafíos. La empresa está en conversaciones con Transantiago -que tiene del orden de 1.000 puntos de recarga más los del Metro- para poner a disposición equipos y locales.
Una de las ventajas en esta área, según relata, es la ubicación de los equipos en puntos diversos y distantes del Metro, lo que podría contribuir al sistema de transporte. "Cuando un pasajero toma la micro y no tiene recargada la tarjeta se sube no más. Por eso, uno de los argumentos de la evasión del pago es la escasez de puntos de recarga", comenta Ramón Valenzuela.
El ejecutivo agrega que la red ha permitido incorporar zonas de más bajos recursos al uso de este tipo de tecnología. "El sistema tiene un beneficio democratizador, porque no requiere que el local comercial tenga un tamaño determinado o tecnología determinada: puede ser instalado en un kiosco de cualquier pueblito", señala.
A la espera de una definición, Eco100 está sondeando expandirse a regiones, concretamente a Valparaíso, Concepción y sus alrededores. Además, piensan incorporar otras funcionalidades a los equipos, como el pago a proveedores, para el que ya han hecho versiones piloto.
