lunes, 22 de octubre de 2018
Sofía Maluenda P.
El_Mercurio
Locales de Bellavista, Bellas Artes y el Persa Biobío se han transformado en una ruta gastronómica para disfrutar de la tradicional sopa japonesa, que ha alcanzado gran popularidad los últimos años.
Un caldo preparado comúnmente a base de alguna carne, fideos de trigo, huevo duro, algas, cebollín y especias. Suena como una especie de cazuela y, efectivamente, vendría a ser el equivalente japonés, una preparación que ha alcanzado una increíble popularidad en el país. Con diversos locales emplazados principalmente en el eje Bellavista-Bellas Artes y el Persa Biobío, las alternativas crecen cada año y convocan largas filas a la hora de almuerzo. Patricio Cozano, dueño de Gema Ramen, en la calle Víctor Manuel, acaba de cumplir un año desde que instaló el local. Ofrece tres alternativas del famoso caldo -todas cuestan $4 mil- y abre solo los fines de semana. "Somos especializados en el ramen tradicional, tanto en técnica como en ingredientes. Si en Japón se come con harta grasa el caldo, acá lo hacemos igual", dice. También tienen una opción vegana que reemplaza la carne por un tofu picante y que es uno de los más populares entre los comensales. Como solo tienen ocho mesas y una pequeña barra, las personas tienen que hacer fila a la hora de almuerzo para poder entrar. Dice que la clave es macerar el huevo por 12 horas en sake, el tradicional licor japonés. No es el único de los más recientes. Ootoya Noodles House en Bellavista va a cumplir su primer aniversario en noviembre. "La gente se ha interesado súper harto por el producto, esta especie de "fiebre" por el ramen ha incrementado mucho y lo compararía, incluso, con como fue cuando llegó el sushi", dice el administrador Omar Leun. Sus precios fluctúan entre los $7.000 y los $8.000, y ofrecen ocho alternativas del plato. "El más popular es el Kukuni, que tiene bife de cerdo con salsa miso, huevos, cebollín, choclo y ajonjolí", cuenta. Su secreto es hacer los tallarines en casa todos los días y dejar el caldo reposando por ocho horas. A esta nueva oferta se le suma el clásico Ramen Kintaro, en la calle Monjitas, que luego de cerrar sus puertas reabrió a fines del año pasado con un nuevo chef y una renovada carta enfocada exclusivamente en este caldo japonés. Los platos también se mueven, en promedio, en $7.000 y tienen más de 10 variedades distintas. Como los locales dedicados exclusivamente a esta sopa, también los restaurantes de comida japonesa en general están incorporando este plato a su carta. Everyday Sushi, en Merced, por ejemplo, también ha sumado diversos tipos a su listado de comida. A diferencia del más tradicional, que utiliza carne de cerdo, acá el chef coreano lleva una versión de pollo y camarón. Las propuestas ya no se quedan solamente en el sushi. Con estos nuevos locales y los más antiguos renovando su carta, el ramen se posiciona como una nueva alternativa accesible para disfrutar de una comida tradicional extranjera.
