Las temperaturas y el comportamiento de las precipitaciones permitirán realizar las fertilizaciones nitrogenadas para cereales, los controles químicos de malezas y comenzar la programación de los próximos raleos y ajustes de carga. Recuerde considerar para esta última labor rangos óptimos de la relación hoja-fruto, según especie. Entre Valparaíso y Biobío, tenga presente ir ajustando los riegos en función de la demanda, sin olvidar la disponibilidad de agua en su zona. Es aconsejable no perder de vista los focos infecciosos de hongos y bacterias que encontrarán condiciones ambientales favorables para su desarrollo en sectores costeros con vientos que faciliten la propagación.