viernes, 08 de agosto de 2008
CLAUDIA RAMÍREZ FRIDERICHSEN
Economía y Negocios Online, El Mercurio
Enrique Meliá, gerente general de Air Comet Chile, asegura que en un contexto de "bache" económico, suspender la ruta a Madrid fue una decisión "prudente".
"Lo que no podíamos hacer era taparnos los ojos y decir: "A mí no me va a afectar", porque la situación está afectando a todo el mundo". Con esta claridad explica Enrique Meliá, gerente general de Air Comet Chile, la reciente decisión que tomó la compañía de suspender temporalmente sus vuelos directos Santiago-Madrid, a partir del 30 de agosto próximo.
La decisión, a pesar de ser necesaria y señal de "prudencia" ante un panorama complejo, también tiene "un componente sentimental". "Obviamente estamos bastante apenados por el equipo humano, y por todo el esfuerzo que se ha hecho por una ruta que es muy interesante para el mercado", dice.
La cautela con que actuó la compañía se refleja en que desde hace un mes, las reservas para después de agosto se "frenaron", según agrega el ejecutivo. "Como teníamos la interrogante de qué hacer con la ruta, lo que hicimos fue dejar de venderla, lo que significa que no aceptábamos reservas a menos que fueran casos contados con los dedos de las manos. Esto, porque no queríamos bajo ningún concepto crear falsas expectativas, porque sabíamos que la ruta se estaba evaluando", agrega.
Como resultado de ese proceso, Meliá asegura que hoy hay muy pocos pasajeros a los que se les tiene que informar la nueva condición de vuelos a Madrid, que se harán por la ruta de Buenos Aires -que demora dos horas menos que desde Santiago- con una aerolínea que está en estudio. De no aceptar las nuevas condiciones, el dinero de los pasajes está siendo devuelto sin cargos.
Demanda local
Otra razón para tomar la decisión fue la revisión del comportamiento de la demanda a futuro. "Lo que estamos mirando no son nuestros pies, sino que por delante nuestro", ilustra el ejecutivo. En ese contexto se visualizó una caída en la demanda desde Chile.
Esto, debido a las condiciones particulares de los viajes que se realizan desde nuestro país, que son más bien de tipo turístico y con fines empresariales, y, por lo tanto, están más sujetos a los vaivenes económicos.
En todo caso, el ejecutivo recalca que esto no significa que la demanda no haya crecido respecto de 2007, sino que "deben subir muchísimos pasajeros para poder paliar el efecto del combustible".
Lo que viene exige preparación a todas las compañías, de acuerdo con Meliá. Pero también es importante ser honestos con el panorama actual. "No hay nada peor que la gente que se tapa los ojos y no quiere ver la realidad. La realidad es que hay un problema económico potente en el mundo y que el combustible está a precios desorbitados", enfatiza Meliá.
