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Centro de Estudios Públicos (CEP):

En Chile, brecha salarial entre hombres y mujeres se ha mantenido estancada por 12 años

sábado, 13 de octubre de 2018

Constanza Garín
Economía y Negocios
El Mercurio

Según investigación liderada por el expresidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, la diferencia entre sueldos de hombres y mujeres ha persistido en 20% desde el año 2006.



Sin mejoras en 12 años. Esa es la conclusión principal de un estudio realizado por el Centro de Estudios Públicos (CEP) sobre la evolución de la brecha salarial de género en Chile. El análisis revisa la evolución de las diferencias de sueldos entre hombres y mujeres en los últimos 27 años, y que se explican solo por razones de género, a partir de los datos de las encuestas CASEN. En él, los autores Rodrigo Vergara y Adolfo Fuentes concluyeron que en 2017, los hombres ganaron 20,4% más que las mujeres, un porcentaje que se ha mantenido casi sin variaciones desde 2006 en adelante.

"La principal conclusión es que la brecha salarial entre hombres y mujeres se redujo fuertemente entre 1990 y 2006, pero fue una tendencia que no se mantuvo en los años siguientes", dice Rodrigo Vergara, el expresidente del Banco Central quien ahora forma parte del think tank . "Si bien ha habido variaciones de corto plazo, en los 12 últimos años nos hemos mantenido en torno al 20%".

Si se aplica al sueldo promedio en Chile, unos $ 550.000, la brecha entre hombres y mujeres estaría en torno a los $ 110.000.

El estudio se realiza de acuerdo a una metodología que se ha popularizado desde los años 70 para analizar las distancias salariales. Conocida como Blinder-Oaxaca y corregida por el método Heckman, esta elimina del análisis las diferencias de sueldo que pueden deberse a otros factores observables, como el nivel de educación, la experiencia, las horas de trabajo y otros. "Algunos estudios internacionales que son conocidos en Chile se basan en diferencias brutas: toman el promedio de los ingresos por género, y analizan las distancias sin considerar otros factores que las pueden explicar", dice Adolfo Fuentes, investigador del CEP. "En este estudio eliminamos el efecto de otras características observables, como podrían ser la formación, los años de experiencia o el sector en que se desempeña, para determinar cuál es la brecha que corresponde exclusivamente al género".

Dado que depende de datos específicos por país, esta metodología es útil para analizar la evolución de la brecha en el tiempo, pero no para hacer comparaciones internacionales, como lo hacen los reportes de géneros del World Economic Forum (WEF) o el de la OCDE.

De todos modos, hay consistencias entre todos ellos. Según el reporte anual del WEF, si bien Chile ha disminuido, desde un punto de vista general, las brechas entre hombres y mujeres en los últimos años en Chile, esto no se ha reflejado en uno de sus componentes: el del mercado laboral o "Participación Económica y Oportunidades", en el lenguaje del WEF. En este apartado, si bien la brecha para Chile ha disminuido, lo ha hecho en menor proporción que otros países. Eso le ha significado caer de la posición 90 en el ranking mundial de 2006 al N° 117 en 2017.

El estudio de brechas salariales que reporta la OCDE, por su parte, sitúa en 21,1% para Chile la diferencia de sueldos entre hombres y mujeres, muy por sobre el promedio de 14,1% para los países del bloque.

Las razones culturales

El estudio de Vergara y Fuentes, no obstante, no examina las razones para el estancamiento de los últimos 12 años.

Para Macarena Navarrete, socia principal de la consultora Ernst&Young (EY), la brecha se debe a que en Chile las remuneraciones no están definidas por la productividad de los empleados, sino que por su capacidad de retención. "Las compañías ofrecen los sueldos necesarios para evitar que los trabajadores se vayan", dice Navarrete. "Los hombres negocian más y demandan más compensación en dinero, pues tienen una disposición mayor a cambiarse". La ejecutiva dice que, a lo largo de su carrera, ha visto que las mujeres son más pasivas a la hora de pedir sueldos mayores porque son más conservadoras en su disposición a cambiarse de trabajo y porque valoran más otro tipo de compensaciones no económicas, como lo es la compatibilidad del empleo con la vida familiar.

Coincide Cecilia Cifuentes, investigadora del ESE, de la U. de los Andes, quien señala que las mujeres ganan menos a cambio de más flexibilidad. "Compramos nuestra libertad", dice.

"La brecha se redujo fuertemente entre 1990 y 2006, pero fue una tendencia que no se mantuvo en los años siguientes".
RODRIGO VERGARA
INVESTIGADOR SENIOR CEP

"En este estudio se eliminó el efecto de otros factores, para determinar la diferencia atribuible exclusivamente al género".
ADOLFO FUENTES
INVESTIGADOR ASISTENTE CEP

"En Chile, los sueldos no se fijan por productividad, sino que por su capacidad de retención, y los hombres tienen mayor disposición a cambiarse".
MACARENA NAVARRETE
CONSULTORA PRINCIPAL EY

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