Las autolesiones van en aumento entre los adolescentes chilenos
miércoles, 10 de octubre de 2018
AMALIA TORRES
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio
Aunque suelen aparecer cerca de los 12 años, también hay casos en menores. Además, los jóvenes están agrediéndose en zonas del cuerpo menos expuestas, para evitar ser descubiertos. El provocarse cortes busca calmar la ansiedad y angustia que experimentan.
La mitad de los problemas de salud mental comienzan a los 14 años, pero la mayoría de los casos no se detectan ni se tratan. Este es uno de los motivos por los que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el Día Mundial de la Salud Mental -que se celebra hoy-, y que este año se enfoca en los jóvenes. Entre los problemas de salud mental, las autolesiones son una conducta que ha aumentado su prevalencia en todo el mundo. "Parece la epidemia de esta década". Con esas palabras, la psiquiatra infantil española Iria Méndez explicó al diario La Vanguardia el aumento de las consultas por autolesiones en los hospitales catalanes. El último estudio europeo sobre este tipo de conductas concluyó que el 28,9% de los jóvenes de entre 12 y 18 años se ha autolesionado alguna vez en su vida. En Chile, los datos del Ministerio de Salud establecen que entre un 13% y un 23% de adolescentes ha reportado algún episodio de autoagresión. Y que el 70% de estas conductas se relacionan con cortes en el cuerpo, según se lee en la guía de Atención de Adolescentes con problemas de Salud Mental. Pero no se trata solo de números. Los especialistas ven esta realidad en sus consultas. "Clínicamente uno ve comportamientos autodestructivos más frecuentes y también se puede evidenciar con los colegas con los que uno trabaja", dice el psiquiatra de adolescentes de la Clínica Psiquiátrica Universitaria de la U. de Chile, Alejandro Maturana. Aunque la edad de inicio más común es entre los 12 y 14 años, también hay personas menores. "Es algo que cada vez se está presentando a edad más temprana. Cada cierto tiempo se reciben niños de entre los 8 y 10 años con estas conductas, aunque no es tan prevalente", dice la psicóloga clínica de adolescentes del centro Ser Joven, Ana Vargas. Otro hecho que preocupa a los especialistas es que han cambiado las zonas del cuerpo donde los jóvenes se provocan autolesiones. "Ya no es solo en los antebrazos y los muslos, también en otras partes más ocultas, como en el abdomen o en el tobillo, porque el calcetín tapa. Cada vez lo hacen en zonas menos expuestas, que no son tan fáciles para ver en el examen físico", agrega Vargas. La OMS estima que 62 mil adolescentes murieron en el mundo el último año debido a las autolesiones. Sin embargo, Vargas es clara al afirmar que el joven no siempre busca quitarse la vida. "Pero al ser una conducta impulsiva, el adolescente puede finalmente suicidarse, aunque no lo haya buscado". Los motivos para llegar a estas conductas son variados. "Lo que uno escucha de los mismos pacientes y ve en las investigaciones se relaciona con calmar la ansiedad y la angustia. Por un lado (hacerse estos cortes) baja el estrés; y por otro, es una conexión, porque los pacientes cuentan que no pueden sentir, que se sienten anestesiados, entonces está autoagresión los ayuda a sentir -dice Maturana-. Es cambiar la angustia de un dolor del alma por un dolor físico. Y un dolor físico que los conecta con la realidad". El agobio, el alto estrés, ver todo negro, son otros factores que los lleva a autolesionarse. Las causas del aumento de estas conductas se deberían en parte, según Vargas, a las presiones de la sociedad actual. "A los adolescentes les cuesta lidiar con la frustración que puede provocar vivir en el siglo XXI, que es altamente exitista y competitiva. Les cuesta lidiar con esta demanda social constante, lo que aumenta la dificultad para tolerar la frustración y aumenta el descontrol impulsivo". A esto se suman las disfunciones familiares y sociales que van al alza. Ana Vargas, quien también atiende a pacientes en la Clínica Las Condes, dice que no hay diferencia entre sus pacientes, a pesar de la distancia económica de sus familias. "Clínicamente son iguales. Sus problemáticas adolescentes no son distintas. Las autolesiones son prevalentes en toda la población clínica".
