lunes, 08 de octubre de 2018
Pablo Tirado
El_Mercurio
Según el informe "La inversión ángel en Chile", de la UCN. El año pasado, el promedio de inversión cayó 43,7%, es decir, a US$ 36.680, mientras que el monto mínimo invertido fue de US$ 10 mil y el máximo, de US$ 140 mil.
Si en 2016 el monto promedio que invertían los ángeles era de US$ 65 mil, el año pasado esa cifra llegó a US$ 36.680, un 43,6% menos. Asimismo, la moda llegó a US$ 10 mil, mientras que el monto mínimo invertido fue también de US$ 10 mil y el máximo, de US$ 140 mil. Así lo muestra el último informe nacional "La inversión ángel en Chile", elaborado por la Universidad Católica del Norte (UCN). Si bien el dato podría parecer alarmante, Gianni Romaní, una de las autoras del estudio, explica que la caída de la inversión promedio se debe, principalmente, a que ahora están invirtiendo junto a otros y utilizando nuevas fuentes de inversión. De hecho, los datos muestran que el año pasado se produjo un incremento en la proporción de inversionistas ángeles coinvirtiendo con otros, o bien con otros actores, como fondos de inversión, family offices e instrumentos Corfo. "En rigor, lo que están haciendo es diversificar su cartera de inversión y eso es bueno. La inversión ángel siempre va a existir, porque es parte de la cadena de financiamiento del emprendimiento innovador. Es normal que algunos años se contraiga y que en otros se expanda, dependiendo de la coyuntura económica por la que atraviese el país", asegura. Sobre ese mismo punto, agrega que, a su juicio, lo que falta es generar conciencia en la población -especialmente en las personas de alto patrimonio- sobre la importancia de este tipo de inversión y su impacto en el ecosistema. "Nos falta generar una cultura de capital de riesgo en el país, mostrar casos de éxito y esto tiene que venir acompañado de incentivos fiscales", explica. Baja presencia femenina Los datos del informe -del que también es autor Miguel Atienza- también muestran que la inversión ángel es realizada en Chile, predominantemente, por hombres, ya que las mujeres solo alcanzan al 14%. Asimismo, la edad promedio de los inversionistas es de 48 años, en su mayoría con estudios superiores. Un 44,4% de los inversionistas de la muestra pertenece a la Red de Inversionistas Ángeles de ChileGlobal Ventures, -antes denominada ChileGlobal Angels-, seguida por Dadneo, con un 33,3%. Un 8,3% pertenece a Founder List y un 5,6%, a la red Venture Capital. En cuanto a los sectores que más apuestan, de acuerdo al estudio, se inclinan mayoritariamente por las compañías TIC y software (57,6%) y las telecomunicaciones y telefonía móvil (30%). Por otra parte, el 52,8% de los encuestados declaró invertir en Chile, mientras que un 30% lo hace en Latinoamérica y un 14% en Estados Unidos y Europa. Uno de los aspectos que más destaca Gianni Romaní, en comparación a los resultados del estudio publicado el año pasado, es que en esta oportunidad se evidencia un cambio en sus recomendaciones para potenciar el mercado ángel. "En el informe anterior, una de las principales recomendaciones tenía que ver con la difusión de los casos de éxito. Este año, la recomendación más frecuente ha sido dar un incentivo a la actividad". Actualmente, la inversión ángel en otros países, como en Reino Unido y España, tiene incentivos fiscales. En Chile no existen incentivos fiscales para las personas que invierten en los emprendimientos de terceros, por lo que la masa crítica de inversionistas ángeles activos en el país es bastante pequeña, explica la investigadora. En esa línea, sostiene que un incentivo fiscal podría impactar en las personas con alto patrimonio, para que orienten un pequeño porcentaje de ese patrimonio a invertir en proyectos de emprendedores. "Este tipo de incentivos contribuiría a incrementar la masa crítica de potenciales inversionistas y serviría de base para que despegue el capital de riesgo en el país", dice. Es así, como explica, que desde hace algún tiempo en la Región de Antofagasta se viene trabajando en la creación de una red de inversionistas ángeles que esperan concretar para darle más sustento al ecosistema local. "Falta darles ese empujón, que podría venir de los incentivos fiscales, y de mostrarles casos de éxito para que finalmente tomen la decisión", comenta. CAÍDA La baja se debe a que están invirtiendo junto a otros y utilizando nuevas fuentes.
