Fondos Mutuos
Brasil es sin duda un mercado gravitante para nuestro país. Es el principal destino de la inversión directa de Chile en el exterior -recibió US$ 31.698 millones entre 1990 y 2016, (27,7% del total) superando por lejos al segundo, Argentina (16,1%)-, y además es el quinto mayor destino de las exportaciones chilenas, solo superado por los envíos a China, EE.UU., Japón y Corea del Sur. Por sí solo, el gigante de Sudamérica se lleva además el 5% de lo exportado por nuestro país, mientras, a la inversa, Brasil fue el tercer mayor origen de nuestras importaciones, con un 8,6% de participación en una torta que lideran China y EE.UU. En total, el comercio bilateral totalizó US$ 8.763 millones en 2017, con un crecimiento de 18,1% contra el año anterior. Todas, cifras que explican por qué las inciertas elecciones presidenciales de hoy en Brasil tienen nerviosos a los mercados y a muchos inversionistas chilenos, en unos comicios en que, si se siguen las encuestas, debieran culminar en un balotaje entre el ultraderechista Jair Bolsonaro y el candidato del PT, Fernando Haddad. El primero, un controvertido ex militar -autor de polémicas declaraciones-, pero que es visto como más promercado, apuntalado por el asesor económico de la escuela de Chicago, Paulo Guedes, y que promete reducción del déficit fiscal y reformas, como la de pensiones y privatizaciones. El segundo, por otro lado, ha dado muestras de calma a los inversionistas, pero no logra convencerlos de que se atreva efectivamente a efectuar la reducción de gasto que aquellos consideran necesaria para la economía brasileña. La deuda del país es considerada peligrosamente alta, pero será difícil que la población acepte un recorte del gasto, más aún en un contexto en que el crecimiento del PIB de Brasil ya fue revisado a la baja por el FMI en julio, a un magro 1,8% de expansión para 2018. ¿Cómo afectará el nuevo escenario en Brasil las relaciones con Chile? André Cortes, gerente general del Banco do Brasil en Chile y presidente de la Cámara Chileno Brasileña de Comercio, cree que sea quien sea el presidente, "hay consenso de la necesidad de inmediatas acciones hacia a recuperación mas sólida de la actividad económica y generación de más empleos". Sobre la relación bilateral, el líder gremial proyecta un crecimiento de 25% del intercambio. Destaca, asimismo, la oportunidad que generará, en 2020, el fin del Acuerdo de Transportes Marítimos entre Chile y Brasil, que desde 1974 entrega exclusividad de dicho comercio a naves de bandera chilena o brasileña, lo que según expertos eleva en 5% el costo de los bienes intercambiados. Igualmente positivos son, para Cortes, la esperada firma -cree que será este año- del Acuerdo de Libre Comercio de "segunda generación" entre ambos países, y el avance de las obras del Corredor Bioceánico entre el centro-oeste brasileño y el norte de Chile. El economista Carlos Góes, director de investigación del Instituto Mercado Popular, un think tank de São Paulo, señala que "es improbable que la estructura de comercio entre Chile y Brasil cambie", no importando el presidente. Lo anterior, puesto que Chile ya tiene acuerdos de preferencia arancelarias con el Mercosur. Góes también considera que existe consenso entre los distintos grupos políticos "de que sería importante profundizar la cooperación entre Brasil/Mercosur y la Alianza del Pacífico, en especial sobre estándares comunes, barreras no arancelarias y servicios". LA RELACIÓN COMERCIAL está tan consolidada que no debiera verse afectada por la elección.