viernes, 05 de octubre de 2018
Economía y Negocios Online
Isidora Undurraga Experta en Innovación, Comunidad Hay Mujeres, Miembro Consejo Asesor Laboratorio de Gobierno.
Gracias a que he podido estudiar durante casi 10 años más de 5.000 proyectos de innovación en diferentes rubros, he podido ver como uno de los 3 principios claves para crear valor y ser competitivos, es el respeto y la valorización al “ahora”, al presente.
Para un equipo que se encuentra desarrollando una innovación estar despiertos al presente es lo que sirve de guía en la construcción de la solución que se quiere llevar adelante y a su respectivo prototipado y éxito competitivo, ejemplo de esto han sido emprendimientos nacionales como los de Kappo Bike, que logró prototipar su solución en pro de las bicicletas y la Smart Data hace 5 años en Copenhague, o el grupo Alto que ha logrado llevar sus soluciones anti delito a lugares como México y Colombia o la empresa de iluminación Luxia Lighting en Dubai y Londres hace casi 10 años.
Quiero compartir esta reflexión sobre el valor del tiempo “presente” el ahora, aprovechando la reciente compra que hizo Wallmart de Cornershop, como parte de su estrategia de crecimiento digital. Esto debido a que creo es una señal de esperanza y de buen augurio para el ecosistema pro emprendimiento e innovación que tenemos en Chile.
Wallmart estando en el “aquí y el ahora”, se hace cargo frente a señales del mercado sobre digitalización, “economía colaborativa”, sostenibilidad, entre otras, comprando Cornershop y con ello inyectando recursos a agentes de cambio como lo son Juan Pablo Cuevas, Oskar Hjertonsson, Daniel Undurraga y tantos otros que pueden generar soluciones a problemáticas globales.
Ya son varios los estudios, provenientes desde la OCDE, Banco Mundial, Consejo Nacional de Innovación, entre otros, que demuestran lo crítico que es para el desarrollo sano de una economía, en nuestro “tiempo” que sea el sector privado en su mayor porcentaje, el que financie los proyectos emergentes, y no principalmente el Estado como ocurre en nuestro caso.
El tema de la importancia de la inversión privada en emprendimientos emergentes, la sabemos desde hace bastante tiempo, así como también sabemos hace bastante tiempo la importancia que tiene la tecnología para la diversificación y expansión de los mercados, y también sabemos desde hace tiempo que la innovación es el proceso que permite la construcción de nuevas realidades en un mundo cada vez más dinámico y competitivo.
Entonces, ¿si lo sabemos hace tiempo, por qué nos ha costado tanto? Probablemente no sea una la respuesta, pero creo que hay mucho que tiene que ver con nuestra incapacidad de vivir en el presente y de hacernos cargo de las pistas.
Muchas veces preguntando ¿Por qué, si los países desarrollados están preocupado de la tecnología, la sustentabilidad, la innovación, el conocimiento, nosotros no? La respuesta general ha sido, “es que todavía no es el momento para nosotros, no estamos preparados, que el cambio va a llegar”, como si en alguna medida el cambio se “recibiera”, o hubiera en realidad la opción de elegir el mejor momento, o de capacitarnos para jugar un juego que todavía no crea sus reglas.
¿Qué pasa si el cambio se trabaja, se genera, se construye, requiere de estrategia?, entonces de alguna manera, ¿estamos estancados desaprovechando oportunidades, sin hacernos cargo de construir nuestras propias reglas del juego no?
