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Galo Soler Illia, divulgador científico:

La respuesta a las pseudociencias es educar el espíritu crítico de las personas

jueves, 27 de septiembre de 2018

Alexis Ibarra O.
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

Este nanotecnólogo de profesión dice que dedicarse a divulgar la ciencia no es algo valorado por los investigadores, a pesar de cumplir un rol clave para que una sociedad abrace la ciencia como motor de progreso.



"A los terraplanistas les perdí el respeto cuando leí un tuit que decía 'Somos cada vez más alrededor del Globo'", dice riendo el científico argentino Galo Soler Illia al referirse a los seguidores de la corriente que asegura que la Tierra es plana.

Soler es decano del Instituto de Nanosistemas de la Universidad Nacional de San Martín, de Buenos Aires. Y también es un divulgador de la ciencia: ha publicado libros de su disciplina, realiza charlas para todo tipo de público y aparece regularmente en programas de TV. De visita en Santiago, anoche participó en un conversatorio de divulgación, invitado por el Centro de Estudios Públicos.

"Las pseudociencias y las fake news ( noticias falsas) pueden prestarse para bromas, pero el movimiento antivacunas es algo muy serio, lo mismo esas cadenas que dicen que un doctor de Michigan dice que comer fruta en ayunas te sana del cáncer. Se puede construir un discurso muy coherente a base de mentiras. Uno de los graves problemas de la sociedad es que muchos no saben evaluar la calidad de la información, por eso la mejor respuesta ante todo esto es educar el espíritu crítico".

Y ahí juega un rol muy importante la ciencia. "El método científico y la ciencia en general, generan ese escepticismo, y ambas van en búsqueda de la verdad".

En países en desarrollo se habla de la importancia de la ciencia como motor de progreso, "pero aún muchos me preguntan por qué. Les respondo con la frase de Faraday (físico del siglo XIX): '¿Para qué sirve un recién nacido?'. La ciencia, como un niño pequeño, es importante por sus potencialidades. Hoy es impensable el progreso sin ciencia, sobre todo cuando como sociedad tenemos que enfrentar temas complejos como el problema energético o la falta de agua", dice el profesional.

Por eso, en su opinión, los científicos deben involucrarse en enseñar a las nuevas generaciones. "La forma más fácil de llegar a un niño es la curiosidad. Un niño es un científico de manera natural, que aprende mirando, que se cuestiona todo, usan estrategias para aprender que cuando los ves dices 'este pequeño está haciendo experimentos'".

Pero no es una tarea fácil, sobre todo porque en la mayoría de los colegios se enseña a partir de los libros y no con experimentación. "Un celular puede sacar una foto de alguien tirando agua con la manguera y con ella enseñar lo que es una parábola. Eso, sin contar la cantidad de sensores internos que tiene un teléfono. Pero muchos docentes tienen miedo y no están actualizados para enseñar la ciencia de una manera simple".

Nada fácil

Ser divulgador, dice Soler, no es muy bien visto en la comunidad científica. "Lo ven como una tarea menor, sobre todo cuando prima el principio de 'publica o perece'". Y se explica: "A los científicos se les incentiva o reconoce por sus papers y no por su labor de formar nuevas generaciones. Hay una presión por publicar que muchas veces lleva a algunos incluso a que falten a la ética o sean pocos rigurosos. Esto se ve por la gran cantidad de retractaciones de artículos que han sido publicados en prestigiosas revistas".

Otro problema común, opina, es la falta de cercanía de estos profesionales con la gente. "Nos cuesta bajar de la Torre de Cristal. A mí me pasó: mi primer libro era un texto de docencia de 300 páginas, pero en el segundo incorporé todas las preguntas que me hacían en las charlas. Los que leyeron el borrador me aconsejaron que sacara todas las fórmulas. Yo creía que no me iban a entender, pero a la gente no hay que explicarles todo: hay que contarles historias como si fueran actos de magia, para que ellos descubran el truco".

La influencia de un ministerio de Ciencia -que Chile está ad portas de implementar y que Argentina convirtió en secretaría- es para Soler fundamental para avanzar en este camino, por dos razones: "Tiene un presupuesto propio y e l ministro se vincula directamente con el Presidente".

En Argentina, ejemplifica, fue un hito importante porque elevó el rol de la ciencia, sin embargo, tanto o más importante "es la política científica, con ella un país realmente abraza la ciencia y la ve como algo fundamental para su progreso. Ojalá Chile lo aproveche".

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