Una alta intención de rotación laboral, indistinta al cargo que se desempeña, es uno de los llamativos resultados que arrojó el estudio "¿Tenemos buenos líderes en las empresas donde trabajamos?", elaborado por Mandomedio, en el que, tras la consulta a más de mil trabajadores, se logró llegar a la conclusión de que la falta de liderazgo y débil capacidad de retención por parte de las jefaturas y/o gerencias es una de las principales razones de por qué la gente se cambia de trabajo. El sondeo evidenció que casi el 90% de los colaboradores se cambiaría de trabajo si tuvieran la oportunidad. Los niveles de jefaturas son quienes llevan la delantera, con 93,75%, mientras que los gerentes y subgerentes manifestaron el menor indicador, con 82,38%. El gerente general de la firma de reclutamiento Mandomedio, Ignacio González, explica que estos resultados son un fiel reflejo de la insatisfacción laboral que sufren los trabajadores a diario y que la remuneración ha pasado a segundo plano. "Hoy las personas esperan que el trabajo tenga un sentido por sobre lo meramente material, y que su cargo genere valor al interior de la firma, promoviendo una empleabilidad a futuro y entregándole un desarrollo profesional y crecimiento como persona", dice. En tanto, el 90,70% de los hombres respondieron que sí a la posibilidad de cambio y las mujeres 86,24%. Según González, la principal diferencia entre géneros se debe al desarrollo profesional, "ya que hay un grupo importante de mujeres que sigue privilegiando un equilibrio entre trabajo y familia por sobre el desarrollo de carrera". Desarrollo profesional es la razón principal de los cambios Uno de los principales paradigmas que ha desplazado a los sueldos de las preferencias a la hora de escoger un trabajo es la posibilidad de desarrollo profesional al interior de las empresas. Según el estudio, 36,67% de los encuestados declaró que esta sería su primera razón para cambiarse de puesto. Sergio López, académico del Departamento de Administración de la Usach, explica que es una tendencia creciente el que las personas comiencen a dar mayor importancia a su trayectoria de carrera. "Es fundamental en el contrato psicológico del trabajador el tener promociones y desafíos constantes, que le permitan adquirir nuevos conocimientos y habilidades que ayuden en su empleabilidad futura", señala López. Por su parte, González añade que estas preferencias se encuentran en regla con el sentido del trabajo que les otorgan las personas a sus labores. "Si la persona encuentra que su trabajo no le está generando empleabilidad y crecimiento profesional, esta manifestará un grado de insatisfacción importante", plantea el ejecutivo. No obstante, en este desplazamiento que se ve en las prioridades de los trabajadores, el sueldo de todas formas se encuentra en el segundo lugar, con 34,19%. El académico agrega que -generalmente- las remuneraciones son una variable importante en los sectores socioeconómicos bajos y en cargos de nivel medio, por lo significativo de un aumento salarial. "A medida que las personas ascienden en las estructuras organizacionales a niveles de altos ejecutivos, la renta se comienza a analizar en conjunto con la planificación de la carrera", dice. Ya más abajo dentro de las razones de cambio se encuentran la calidad de vida (11,03%), el ambiente laboral (7,19%) y la relación con la jefatura (6,21%). En tanto, solo el 5,71% declara que no se cambiaría de trabajo. Trabajo en equipo y visión estratégica, las competencias de un buen líder A opinión de los encuestados, la capacidad de liderar equipos (24,65%) es una de las competencias más importantes con que deben contar los cargos superiores. El involucrar a los colaboradores de la organización en el desarrollo de grandes desafíos es una de las prioridades para los trabajadores, pero -a la vez- es una de sus falencias del mercado. González explica que se debe entender que los cargos de jefaturas o superiores no tienen que ver solo con el poder de unos por sobre otros, sino que con la capacidad de movilizar a las personas y empoderar a los equipos. La visión estratégica de los negocios (17,59%) y la comunicación (17,33%) son otras de las cualidades con que deben contar los líderes en las organizaciones. Al consultar si las jefaturas cuentan con las competencias anteriormente mencionadas, el 61% de los trabajadores dijo que no; sin embargo, al segmentar estas cifras por el nivel de cargos, se deja en evidencia la poca autocrítica de los altos cargos y su desempeño respecto de la evaluación de sus empleados hacia ellos (ver infografía). Esto, debido a que el 77,27% de los operarios afirma que sus superiores no cuentan con las cualidades esperadas de un buen líder, mientras que el 47,62% de los gerentes y subgerentes menciona lo contrario, casi en línea con lo que opinan las jefaturas (43,75%). El director de Proyectos de Stratam y coach fundador de 2talk, Marcelo Lobos, comenta que un buen liderazgo "permite que las personas entiendan que lo que hacen día a día en su trabajo es importante y se sientan, además, valoradas, junto con que el equipo funcione con mayor satisfacción, que los trabajadores se comprometan de mejor forma con la empresa y que sean capaces de alinear objetivos", precisa el ejecutivo. BENEFICIOS Empleados a gusto con su trabajo es uno de los beneficios del buen liderazgo en jefaturas EMPLEABILIDAD A menores desafíos que potencien la empleabilidad futura, mayor es el deseo de rotación.