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Luciano Fouillioux, abogado de Cristián Precht:

¿Por qué Precht va a tener que responder por todo lo que ha hecho o no la Iglesia, por Karadima, Barros o Cox?

domingo, 23 de septiembre de 2018

Bárbara Vial y Andrés López
Reportajes
El Mercurio

Tras la decisión del Vaticano de expulsar al ex vicario de la Solidaridad del sacerdocio, Fouillioux asegura que el sumario se asemeja a un juicio en "tiempos de guerra". Insiste en su inocencia y asegura que demostrará que el sacerdote no tuvo vínculos con los demandantes en el caso Maristas.



Fue en la casa de unos amigos, cerca de San Fernando, cuando Cristián Precht (77 años) se enteró de que el Vaticano había decretado la dimisión de su estado clerical. Lo supo antes incluso que su defensor canónico, Raúl Hasbun, quien el sábado 15 de septiembre recibió de parte del cardenal Ricardo Ezzati el decreto escrito en latín que traía el dictamen.

Mientras el sacerdote Hasbun pretende apelar por la decisión del Vaticano, en lo judicial, el abogado Luciano Fouillioux será quien lo defienda por las acusaciones de abusos sexuales a menores en el denominado caso Maristas, donde dos ex estudiantes del Instituto Alonso de Ercilla en Santiago, Jaime Concha y Eneas Espinoza, aseguran que sufrieron abusos sexuales por parte del ex vicario de la Solidaridad. Concha ha denunciado que fue sometido a un "examen vocacional" junto a otro compañero, en el que se les pidió que se desnudaran. Además, el denunciante asegura que luego fue abusado por el ex vicario cuando lo confesaba. De la misma manera lo denuncia Espinoza, quien aseguró que a los 16 años, siendo alumno del Instituto Alonso de Ercilla, se confesó con Precht porque se iba a confirmar. Fue en ese momento que el sacerdote le habría deslizado su mano por el muslo y luego en sus partes íntimas.

Fouillioux, quien durante su carrera ha estado ligado a casos de derechos humanos, dice que este es uno de los primeros por delitos sexuales, pero que lo hace porque "me parece que a los amigos que a uno de repente lo necesitan, uno no les puede decir que no". El abogado asegura que Precht es inocente y que así lo demostrarán en la investigación que lleva el Ministerio Público, no obstante que, a su juicio, el proceso del Vaticano para expulsarlo del sacerdocio "deja mucho que desear". "El decreto de expulsión de Cristian Precht no está firmado por el Papa", señala.

-¿Por quién está firmado?

-Por un obispo, que dice que es por instrucción del Papa.

-¿Y eso qué implicancias tiene?

-Eso significa, hasta donde nosotros tenemos antecedentes, que el Papa no está informado totalmente de esta situación. Esto permite incorporar la demanda de nulidad insanable que está planteando el padre Hasbun, directamente al Papa.

-El oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Jordi Bertomeu, dijo que es inapelable...

-Es una demostración de ignorancia jurídica. En ningún orden jurídico del mundo existe una resolución no apelable.

-¿Por qué quieren la nulidad?

-Le han hecho un juicio sumario-ejecutivo casi como en tiempos de guerra. Se demoraron exactamente casi cinco meses. El único derecho que se le reconoció, y pedido por Precht, fue que se le tomara declaración, que lo hizo en compañía de su abogado canónico y en presencia del padre David Albornoz, quien llevaba la investigación. No le reconocieron ni un derecho más.

-¿A qué lo atribuye?

-A que existe un proceso inquisitivo, de otra época en la Iglesia Católica, a partir de una mala interpretación del derecho canónico en contra de sacerdotes y laicos. ¿Sabe cuánto tiempo lleva el Ministerio Público investigando esto? Más de un año. Y ni siquiera entramos en la etapa de las formalizaciones.

-¿Cree que ha influido el impacto que ha tenido la Iglesia Católica por los otros casos de abusos sexuales?

-Puede ser. Usted no puede, a partir de un hecho particular en concreto, en este caso de un sacerdote, aplicarle todas las cargas históricas que tiene la Iglesia en estas materias. ¿Por qué Precht va a tener que responder por todo lo que ha hecho o no la Iglesia, por Karadima, Barros, Cox y otros? A ellos, con estas mismas conductas, si es que ha habido conductas lesivas por parte de Precht, los mantienen todavía en la Iglesia. Y a Precht lo han marginado, lo han expulsado. Ni a Maciel. Ni a Karadima. ¿Por qué están tratando de hacer de Precht, la Iglesia estoy hablando, el chivo expiatorio para resolver todos sus problemas? Eso tiene que ver con otras razones, más profundas.

-¿Cuáles?

-Han tomado a Cristián Precht como un ejemplo de autosanidad respecto de ellos, sin permitirle ni siquiera probar nada. Termina siendo una utilización para sí mismo, para ellos mismos. Lo entregan sin mirar. Aquí ha habido una reacción corporativa entre la Congregación para la Doctrina de la Fe y la curia chilena del Arzobispado, que ha sido una reacción de defensa corporativa en contra de recursos de amparo que Cristián Precht presentó en sede civil.

-Pero hoy día hay antecedentes de que el padre Albornoz habló con las víctimas y dio fe de la verosimilitud de las denuncias. Por eso el caso fue al Vaticano.

-Es un proceso que se hace unilateralmente. ¿Dónde está la racionalidad y el debate? Si las víctimas dicen lo que dicen, en su derecho están. ¿Pero dónde se confronta esa verdad con la verdad del investigado? ¿Cuándo usted puede defenderse auténticamente de una imputación?

-Precht ya había sido sancionado anteriormente por actuaciones impropias de abuso de menores y mayores.

- En ese proceso canónico, al cual hacen referencia, Cristián Precht no tuvo defensa. No existe una sentencia como la que podemos tener todos cuando ganamos o perdemos una causa. Aquí no existe sentencia, existe solamente la comunicación de un resultado, de una pena, de una sanción de cinco años y ahora de expulsión.

Caso Maristas

-Cristián Precht es investigado por el denominado caso Maristas, donde se le acusa de haber abusado sexualmente de dos menores. ¿Cómo va a ser su defensa?

-Aquí hay que ser precisos, no estamos hablando de imputaciones en conducta con infantes, ni con guaguas o con niños chicos, me refiero. Lo que no quiere decir que las personas que se han querellado eventualmente eran menores de edad o al filo de dejar la minoría de edad en aquella época. Ahora, en ese contexto yo tengo hasta aquí la convicción de que las imputaciones que se hacen no van a poder ser acreditadas adecuadamente con los Maristas.

-¿Cómo va a poder comprobar la veracidad? Los casos se dieron en privado, uno incluso durante la confesión. ¿Cree que las víctimas están mintiendo?

-Mi discusión no va a ser con las víctimas. Hasta ahora, lo que está acreditado en el expediente es que estas confesiones, si es que alguna vez existieron, no están hechas en el marco de los Maristas. Ni en los colegios ni en los campamentos. A mí no me interesa extenuarme en probar lo imposible, a mí me interesa que se acredite la verdad. La verdad de los hechos juega a favor de Cristián Precht.

-¿Pero el sacerdote cómo responde a los testimonios?

-Él responde a las dos acusaciones como son: que son total y completamente falsas.

-¿Por qué?

-Porque no se apegan a la verdad de los hechos. A esos dos querellantes, primero, no tienen ni han tenido vinculación con ellos. Tengo con anticipación un certificado emitido por la Congregación de los Padres Maristas, que está en el expediente, que acredita que Cristián Precht nunca fue hermano de la Congregación Marista, que nunca fue profesor de los Colegios Maristas, que nunca la Congregación de los Padres Maristas ha recibido una denuncia en los últimos 40 años porque esto se remonta al año 70, una cosa hasta el 2006, nunca han recibido una denuncia ni de un apoderado ni de un alumno en contra de Cristián Precht, que nunca ha oficiado como guía espiritual, ni de scout ni nada en los Padres Maristas, y que solamente dos veces en los últimos 30 o 40 años ha ido al Colegio Marista a petición de los Maristas a otorgar el sacramento de la confirmación.

-El señor Jaime Concha declaró que no lo denunció antes porque eran los tiempos del régimen militar, donde Precht tenía un rol en la Vicaría de la Solidaridad, y temió que Pinochet lo persiguiera a él y al sacerdote.

-Yo no soy nadie para descartar una cosa así. Si es así como él dice, bueno, podrá ser una posibilidad.

-El señor Eneas Espinoza dice que los abusos se dieron durante una confesión...

-Los Maristas son denunciantes en esta causa y ellos mismos están diciendo que no hay vínculo de causalidad o de nexo más bien, de relación entre los Maristas y Precht, salvo respecto de una confirmación, pero que tampoco los preparó.

-¿Pero alguna vez tuvo contacto con Concha y con Espinoza?

-No ha tenido una relación directa con ninguno de los dos.

-¿A qué se refiere con relación directa?

-A un vínculo, a una relación, una amistad, una guía, una orientación, una relación personalizada.

-Para una confesión no se necesita un vínculo.

-Por supuesto que no. Pero él dice no haber confesado nunca a Espinoza.

-¿Él tampoco cometió errores o faltas?

-Él tiene absoluta convicción de no haber cometido ningún delito. Sin embargo, es posible que alguna conducta suya haya sido mal interpretada en un momento oportuno por cualquiera.

-Pero quizás él podría haber pensado que hacer tocaciones era un afecto normal o solo una falta...

-Él nunca me ha dicho que le ha tocado los genitales a nadie. No, no, no. Él nunca me ha dicho una cosa así. Ni siquiera como medio de defensa, nunca.

-Karadima tampoco ha reconocido sus delitos. Puede ser que algunos sacerdotes se convencen de que son inocentes y niegan sus actos.

-No se puede homologar a Karadima a Precht bajo ningún aspecto. Karadima tenía prácticamente una secta, respondía a una Iglesia enteramente distinta a la de Precht.

Los días del sacerdote

-¿Cómo está el sacerdote después de todo esto?

-Él ha tenido la solidaridad de algunos amigos cercanos históricos, como la carta pública de Mariana Aylwin, es muy loable, muy valiente. Está navegando en los términos que tiene que navegar. Está asesorado, asistido y acompañado por gente que cree en su inocencia.

-Él era conocido como un sacerdote que trabajó en la Vicaría de la Solidaridad, vinculado a los derechos humanos, fue condecorado como Héroe de la Paz, ¿cómo es para él ser ahora recordado como un presunto abusador de menores?

-Cristián tiene todos sus galardones que dice que tiene y enfrentarlo a una situación de este tipo es el día y la noche. Él tendrá que de alguna manera esforzarse para cerrar su ciclo de la vida de forma honorable y tratar efectivamente, más allá de cómo quede finalmente la opinión pública, de que quede establecida su inocencia.

-¿Cómo es para usted defender a un presunto abusador, considerando su prestigio y trayectoria en derechos humanos?

-Si uno tiene prestigio, de bien poco sirve tenerlo si uno no lo pone al servicio de una causa difícil respecto de un amigo que le está diciendo a uno que es inocente.

-¿Por qué le cree a Precht?

-Porque me lo está diciendo. Perdóname, seré ingenuo, tengo 62 años, lo conozco hace 40 años, no tengo por qué no creerle y si finalmente se acredita lo contrario, que efectivamente es culpable y es condenado después de un juicio racional, debatido, público, contradictorio, con todas las garantías, querrá decir que me equivoqué.

"Se deja entrever que son abusos de infantes, a niños pequeños, y eso nunca ha sido así".

"A mí no me interesa extenuarme en probar lo imposible, a mí me interesa que se acredite la verdad. La verdad de los hechos juega a favor de Cristián Precht".

"Es posible que alguna conducta suya haya sido mal interpretada en un momento oportuno por cualquiera".

"Existe un proceso inquisitivo, de otra época en la Iglesia Católica, a partir de una mala interpretación del derecho canónico en contra de sacerdotes y laicos".

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